-no me siento muy bien como para estar pensando. Por ahora solo daré unas vueltas por la ciudad, talvez encuentre algún mercado o algo que me distraiga un poco.
Errante cuando salió del coliseo, fue directamente a la posada en la que se había hospedado antes. Actualmente ya han pasado dos horas desde que termino el examen. Debido a que no era capaz de concentrarse en sus pensamientos, el ahora se estaba poniendo de pie, pues había estado pensando, acostado en la cama. Al darse cuenta de que no podía pensar con claridad, salió del lugar, en busca de alguna distracción.
Al salir de la habitación, Errante se quedó inmóvil por un momento, su rostro se puso tenso y su miraba estaba perdida.
(E~Esto es…..)
La [Percepción del alma] se había activado por si sola, esa habilidad era una que se activaba bajo la premisa de que el tuviera la intensión de activarla, pero esta vez, se había activado sin la intención de Errante. Errante por una fracción de segundo, fue capas de sentir la presencia de más de veinte personas que estaban en el comedor del primer piso, incluso fue capaz de sentir en que lugar estaba cada una. Pudo sentir la edad, el sexo y la especie, prácticamente fue como si el las hubiera visto con sus propios ojos, con la excepción de que el cuerpo físico no era lo que vio. Lo que vio fueron sombras de estos, con un sin fin de hilos recorriendo sus cuerpos. Algunos eran rojos, otros verdes, otros azules y otros cafés. Al notar eso, Errante supo que lo que acabada de ver no era solo sus Presencias, el fue capaz de ver sus <Colores primarios>.
-No tengo ganas para pensar en cosas sin sentido.
Tocándose la frente exasperado, Errante decidió ignorar aquel extraño suceso y bajo al primer piso del comedor.
Cuando Errante bajo por las escaleras, el ambiente del comedor cambio de alegre a tenso.
-¿Ese es el chico que rompió el cristal espiritual?
-Si……
(La información se expandió más rápido de lo que esperaba).
Las personas del comedor no dejaron de mirar a Errante, hasta que el salió del lugar. Aunque habían algunas que trataban de evitar cruzar miradas con el, desviando su atención nerviosa hacia otra parte.
(Eso fue incómodo).
Errante camino hacia la derecha mientras miraba las casas y tiendas de los alrededores.
(Me pregunto si podré reunirme con Deiphos y Guen. Ellos dos fueron invitados personalmente por personas importantes a la academia. Por lo que, no me extraña que no los viera en la prueba de admisión….. Espero que Guen se haya decidido en inscribirse, quiero darle las gracias debidamente… ¿Eso es?).
Distrayéndose de sus pensamientos, Errante observo un artículo que llamó su atención, este se encontraba encima de un mantel grande que tenía más artículos, pero sin ninguna relación entre ellos. En la posición de vendedor, había una persona hincada, mirando fijamente el suelo.
-¿Cual es precio de ese bolso para pociones?
Errante, debido a la ligera emoción que tubo cuando se acercaron los días para dar la prueba de admisión, se olvidó de comprar aquel artículo que ahora estaba mirando.
-Diez piedras….. afiladas.
Desviando su mirada del suelo, una chica de expresión dormilona miro a Errante. Ella tenía una belleza indescriptiblemente hermosa. Aun así, eso no era lo que estaba mirando Errante. Su pelo medianamente corto de color amarillo pálido, tenía manchas grisáceas, sus ojos tenían entremezclados los colores azul pálido y verde esmeralda. Su brazo izquierdo que sujetaba su rodilla era de color piel ligeramente pálido al igual que su rostro, a diferencia de su mano derecha que era de un color oscuro grisáceo idéntico a las manchas de su cabello. Sus orejas largas y puntiagudas que sobresalían de su cabello, mantenían aquel patrón de color contrastante de sus brazos. Sus vestimentas contrarrestando su inusual apariencia, consistían en la típica ropa de un comerciante.
(¿Será algún tipo de semi~humano? Por sus orejas ella parece ser un elfo, pero por sus colores no puedo estar seguro de que lo sea. Talvez es una versión élfica de este mundo o algún tipo de subespecie).
Mientras recogía el bolso del suelo, Errante pensaba acerca de la apariencia de aquella chica. Luego de recogerlo, el pago las diez monedas de piedra afilada, y lo guardo en su mochila, para colocarse lo más tarde.
-¿Te puedo preguntar algo?.
Sin ningún tipo de persuasión en su tono de voz, Errante le hablo.
-Cinco piedras….. afiladas.
Dijo la chica mirando a Errante.
(Talvez noto que quiero preguntarle algo sobre su apariencia, debe de estar acostumbrada a eso y para evitar que le hagan ese tipo de preguntas ella debió de haber empezado a cobrar por las respuestas. Bueno, solo quiero distraerme un poco. Así que, solo le pagaré y ya).
Cuando Errante metió su mano en su bolsa, la chica mostró una leve reacción. Su reacción no tenía ninguna emoción en particular, pero mostraba que no se esperaba que Errante de verdad fuera a pagarle el dinero que ahora le estaba pasando.
-¿En donde puedo comprar un cristal que muestre el tipo de <Alma espiritual> que poseo?. (Tenia planeado preguntarle por su apariencia, pero ahora que lo pienso eso sería algo incómodo para ella y para mi).
Al escuchar la pregunta de Errante, la chica estaba un poco desconcertada.
-Dame un….. segundo.
Dijo la chica, mientras buscaba algo en una bolsa café que colgaba de su cintura.
-Aquí tienes….. uno.
Mostrando una versión en miniatura del cristal espiritual en su mano, la chica le apunto con el cristal a Errante.
(Dentro de esa bolsa habían bastantes minerales. Solo reconocí algunos, eran de bastante calidad y rareza).
-¿Cuánto?
-Una piedra….. templada.
Errante ahora poseía una cantidad de dinero bastante considerable, está consistía en piedras afiladas, piedras templadas, cristales rocosos y cristales escarlatas. La forma en la que se representa la escala de valor de cada una, es la siguiente:
Piedras templadas=Cien piedras afiladas.
Cristales rocosos=mil piedras templadas.
Cristales escarlatas=cinco mil cristales rocosos.
La última moneda del Reino espiritual Errante no la tenía, esta es llamada: Cristal ceniza. Esta última equivale a un millón de cristales escarlatas. Por lo que es bastante raro verlas.
-Aquí tienes.
Cuando Errante le entrego la piedra templada, ella la recibió sin apartar la mirada de esta, parecía ser la primera vez que veía una de esas piedras. Recibiendo el cristal espiritual a cambio, Errante pensó en retirarse, pero antes de hacerlo, el miro a la chica.
-Por tu reacción, casi podría decirse que nunca habías visto una piedra templada. Si ese es el caso ¿Cómo es que posees un cristal espiritual?.
Errante no tubo dudas sobre la autenticidad del cristal, pues era idéntico al que vio en la prueba de admisión. Su objetivo no era saber si era o no una compra fiable, esa no era más que una pantalla para poder continuar su conversación con aquella chica.
-¿Eh?. Bueno, Soy…. Una….. <Especialista en minerales>.
La chica por cada vez que Errante le hablaba, parecía más desconcertada, incluso daba la impresión de que no estaba en absoluto acostumbrada a conversar con alguien. Aun así, Errante no sentía que ella estuviese incómoda o molesta por la conversación.
-Ya veo…. ¿Esa no es una <Especialidad> bastante peligrosa?. Hasta donde yo se, los minerales del Reino espiritual están en zonas rodeadas de criaturas salvajes, que por lo general están bastante alejadas de la civilización.
Mientras hablaba, Errante se puso de cuclillas para dar la señal de que el quería continuar por un largo rato la conversación. Aunque en parte lo hizo para evitar mirar desde arriba a la arrodillada chica.
-Así es…. pero se….. ocultarme de…. Ellas.
La chica somnolienta, mostró una pequeña sonrisa presumida cuando dijo eso.
-¿Tu eres…. Algún tipo…… de <Especialista>?.
Demostrando finalmente que el hablar con Errante, no era algo desagradable para ella, ella continuo el flujo de la conversación haciendo una pregunta. La razón de aquella pregunta era sencilla, el hecho de que Errante pagará tales cantidades de dinero como si no le importara, demostraba que él tenía algún tipo de sustento, obviamente por su apariencia tal sustento no era familiar sino de algún tipo de trabajo, pocos trabajos para menores son tan bien pagados. Solo aquellos con el título de <Especialista> podrían obtener tal suma de dinero, con su edad. Y por ende, ella llegó a esa pregunta, que estaba respaldada por la compra de un cristal espiritual, el cual solo le sería útil a alguien con las intenciones de ser un <Especialista> o a uno que ya lo era.
-Soy un <Especialista en Alquimia> de rango novato.
Errante estaba consiente de que el ser un alquimista novato a su edad era algo único. Dolf se encargó de hacerle saber eso muy bien, e incluso le advirtió mantener sus conocimientos ocultos hasta que el tenga confianza en que pueda protegerlos. Dolf, le explicó que aquellos libros que le entrego, son libros secretos que podrían estar evaluados en incluso cientos de cristales de ceniza. Eso tenía una razón, al aprender a hacer pociones y elixires, dependiendo de que tanto te esfuerzas para producirlos en masa, serás capaz de alcanzar una fortuna incluso superior a la del rey. Por supuesto, esa no era una tarea que alguien demostrara posible, pero según estadísticas, si lo era. Para Errante el contarle su <Especialidad> a aquella chica, no sería algo de lo que preocuparse en gran medida, ya que ella le dijo su <Especialidad> de forma natural, dándole la impresión de que ella no era del tipo que se preocuparía por ese tipo de cosas. Errante mantendría su guardia, pero no en exceso. El ocultaria algunos detalles, como el de que, el es según su maestro, un experto en la detección de la <Esencia elemental> o el hecho de que el se ganó ese título en menos de un mes.
En el momento en que escucho esas palabras.
ESTÁS LEYENDO
Historias de Dioses y Mortales
AdventureTras catorce años de vida, nunca fue capaz de encontrar algo que le fuera difícil de hacer, nunca sintió lo que era vivir una historia interesante, llena de esfuerzo y dedicación. Sin más interés en su mundo y descartando el desarrollar su historia...