Capitulo 76- Lo que muere, lo que nace

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Después de haber recibido el ataque de aquel Embestidor, Errante se dejó llevar por su curiosidad y comenzó a tratar de averiguar en qué clase de lugar se encontraba. Debido a la gran cantidad de bestias, incluso para él era difícil hacer un sondeo mediante su técnica de percepción de Auras en medio de un combate.


Claro que sí se lo proponía podía lograrlo, pero no podía olvidar que no había venido aquí solo y que tenía un labor que cumplir.


-Lo siento amigo, pero no puedo jugar contigo todo el día.


Notando que las cosas se estaban poniendo difíciles ahora que las bestias que atacaban al grupo eran de Rango tallo en su mayoría, no podía seguir perdiendo tiempo distrayéndose con solo una.


Usando una gran cantidad de <Fuerza alma> Errante reforzó todo su cuerpo para poder usar un ataque lo suficientemente fuerte para noquear a la enorme bestia.


Ajustando su postura mientras retenía a la bestia con las manos, preparo su siguiente movimiento poniendo todo su peso en su pierna derecha para realizar una patada con su pierna izquierda. Sus músculos se ensancharon y sus venas se inflaron, mostrando que el aumento de su masa corporal y el poder de esta alcanzaron su punto máximo al que podían ser exigidos.


En el momento en que Errante impacto su pie con el cuerpo del Embestidor, un fuerte impacto resonó como una roca chocando contra otra y una vista increíble fue presenciada en el lugar. Si bien gracias a Feyt y a Deiphos múltiples bestias se veían volando por aquí y por allá, la vista de un animal semejante a un rinoceronte gigante volando rectamente por casi cinco metros de altura no ayudaba a que pareciera algo normal de hacer.


-Joder… Ni siquiera pesa sesenta kilos y puede hacer esas mierdas…


Mirando de reojo la absurda escena, Feyt murmuró para si mismo lo injusto que parecía ver qué Errante siendo un chico tan delgado poseyera una fuerza así de abrumadora.


-Con ese control de <Fuerza alma> es normal, pero aun así…


Por su parte Aiden que tenía más información sobre Errante que nadie, observo con atención el flujo de <Fuerza alma> que flotaba alrededor de Errante. Para él la respuesta que saltaba a la vista no era en lo más mínimo suficiente, sabía bien que algo más había detrás de esa absurda demostración de fuerza bruta. Con solo <Fuerza alma> hacer algo así no era posible, pues su cuerpo debería de haberse destrozado de no ser capaz de soportarla.


El fuerte impacto del Embestidor fue ignorado y opacado por el sonido de un sin fin de otras bestias siendo apaleadas de formas similares, lo que hizo Errante destacó meramente porqué fue él quien lo hizo. Todos sabían que él no debería destacar en algo como la fuerza bruta, pero ahora mismo había demostrado que no se quedaba atrás en ningún aspecto.


-¡Perdón por el espectáculo, seguiré dando apoyo!


Volviendo a la formación, Errante grito en un tono relajado. En ese instante la cantidad de bestias comenzaron a disminuir en gran medida debido a su apoyo centrado en retener a las más fuertes y grandes.


(Cómo pensaba, Errante prefiere mantenerse al margen en este tipo de escenarios. Al principio creía que era por precaución, pero fue estúpido pensar que esa precaución era por su propia integridad física. El maldito es un monstruo con todas las letras, el hecho de que se guarde todo lo que puede hacer definitivamente tiene más complejidad que eso… Es demasiado peligroso)

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