Capitulo 24-Recepcionistas

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-…… ¿Cómo te llamas?...
Pregunto Errante un tanto taciturno.

-Lowbo tornredd.
Respondió Lowbo tranquilamente.

-Disculpe, hay algo más que quiero venderle.

Desviando su mirada de Lowbo, Errante le dirigió la palabra al hombre que gustosamente guardaba las piedras en una caja de madera adornada con diseños florales.

-Oh, por supuesto, dígame qué producto desea venderme.

Después de haber presenciado piedras de tan buena calidad, los estándares que tenia sobre las posesiones de Errante estaban por las nubes, provocándole una actitud respetuosamente amigable y un tanto impaciente.

Errante sin responder a su pregunta con palabras, se sacó la mochila de su espalda y la dejo en el suelo para poder sacar con ambas manos el producto que tanto él hombre como Lowbo esperaban ansiosa y pacientemente presenciar.

Con total naturalidad, Errante saco un montón de lo que parecía ser tela rugosa de color piel con tonos grises y carnosos.

-Quiero vender esto.

Errante con ambas manos sosteniendo el montón de tela, le hablo al hombre cuya mirada estaba más que petrificada, incluso era necesario explicar que su rostro estaba prácticamente tornándose pálido por cada segundo que pasaba contemplando la supuesta tela.

-Con que de eso se trataba tu  pregunta.

De manera burlesca mientras sujetaba su frente, Lowbo hablo para si mismo. Por supuesto que podría saber que lo que sostenía Errante no era una simple tela.

Errante miro de reojo a Lowbo, por sus palabras y tono de voz, comprendió que más que afectarle, parecía haber estado preparado para una situación así.

-N~no m~m~me digas que e~eso es…. ¡Lo que estoy pensando!.

La inseguridad que sentía al hablar no tardo en convertirse en euforia, las palabras de Lowbo hicieron que su mente entendiera que lo que sus ojos observaban era el producto que estaba pensando que era.

-Está es toda la piel de un Espectro: Devorador de piel.

Tratando de apresurar las cosas y de normalizar un poco la situación, Errante explicó calmadamente que era lo que sus manos sostenían.

Antes de empezar a hablar, él hombre que estaba eufórico, tosió dos veces para lograr calmarse, comprendió que Errante no quería perder tiempo.

-Jovencito, no se quien eres como para ser capaz de matar a un Espectro: Devorador de piel, pero no te molestaré con preguntas. Iré directo al grano, esa cantidad de piel tiene el valor de veinte cristales rocosos, pero debido al aumento de su demanda, su valor podría cambiar en unos días, esperar a que eso pase nos beneficiaría a ambos. Permíteme sugerirte un trato, concédeme la piel para confeccionar diferentes productos, y cuando aumenten su valor los pondré de inmediato a la venta. Te prometo que te pagaré las cantidades correspondientes, incluso te entregaré los cálculos de los valores respectivos. Así ambos obtendremos ganancias, podrías aumentar el doble de cristales rocosos. Como método de seguridad podemos hacer un contrato alma.

Directo y conciso. Las palabras del hombre demostraban que sus conocimientos eran los que se esperarían del dueño de una reconocida tienda. La euforia había desaparecido en un instante y se había convertido en una serenidad digna de elogios

(No es un mal trato, de hecho es más conveniente de esa forma ya que así podríamos obtener confianza mutua. No se que es eso de contrato alma, si lo pienso bien, podría ser algo así como un contrato con la huella digital, pero en este caso sería una huella hecha con el <Alma espiritual>…. Sí acepto podría arriesgarme demasiado ya que no estoy seguro si se trata de eso. Será mejor que simplemente acepte su propuesta sin la necesidad de tal contrato. Es arriesgado, pero confiaré en este hombre, después de todo, me está ofreciendo lo que podría ser el mejor de los respaldos).

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