Después de haber llegado al área despejada que menciono Ryu, el grupo se sentó en el pasto a esperar a que Aiden terminará de cocinar. Después de haber separado hábilmente los órganos y partes no tan sabrosas del ciervo, se aseguro de dejar lo que no comerían en una parte alejada.
Sus movimientos eran meticulosos y tranquilos, daba la sensación de que él se encontraba solo en el bosque disfrutando del día alejado del resto del mundo.
-No parece molestarle ¿Pero está bien que no lo ayudemos?
Deiphos mostró algo de preocupación, la cocina para él se veía como algo complejo y de otro mundo. Ver a alguien realizando una labor tan complicada solo le daba un deseo genuino de ayudar a pesar de no tener idea de cómo hacerlo.
-A Aiden parece agradarle, así que dejémoslo ser. Y probablemente es del tipo de cocinero que se enoja si haces cualquier cosa antes de decírselo.
Ryu en su esfuerzo por entender a Aiden dio su análisis sobre que le podría desagradar, todos estuvieron de acuerdo.
-Ahora que lo pienso, ustedes ya han venido a este bosque juntos ¿No?
Errante sabía que ellos eran un grupo especial hecho por Dreygon, pero desconocía hasta que punto se habían acercado unos a otros ya que no se veían en lo más mínimo como compañeros que confiaban entre ellos. Y cómo él era el más excluido debido a su actitud de “Yo contra todos” ahora tenía la oportunidad de conocerlos un poco y dejar de lado ese comportamiento.
-Si, ya hemos venido un par de veces. Normalmente nos quedamos dos o tres días. Aunque nos separamos en grupos de dos para explorar más y evitar crear demasiados destrozos, así que realmente está es la primera vez que estaremos todos juntos.
Estar en el bosque no parecía ser algo que le gustará mucho a Deiphos. Miraba su entorno con una mirada preocupada, como si estuviera pensando en los problemas que se podrían engendrar en esta situación. Se veía más preocupado por el bosque que por él mismo.
-Ryu menciono algo como eso antes ¿De verdad son tan salvajes?
-Hah~ Sé que es culpa de nosotros en primer lugar por venir a lugares que no nos pertenecen, pero los destrozos que causamos en realidad los hacen las bestias a las que tratamos de no matar mientras ellas tratan de matarnos. Es difícil dejarlas inconscientes o incapacitadas temporalmente. Al final casi siempre terminamos confiando en Aiden para espantarlas sin matarlas. Es el único con habilidades tan útiles, nosotros somos más de puñetazos y patadas. Una vez Deiphos le hizo explotar la cabeza a una tratando de dejarla inconsciente, fue asqueroso y divertido.
A pesar de su deseo constante de poner a prueba su fuerza para mejorarla, Feyt era consiente de que no podía excederse demasiado con los desafíos que se imponía. Respetar el curso de la naturaleza era importante y sabían bien que ellos eran unos invasores que no podían quejarse. Él no se veía muy satisfecho con la situación a pesar de entenderlo, pero se quitó ese sentimiento burlándose de la experiencia que tuvo Deiphos.
-¿En serio?
Lowbo miro a Deiphos con incredulidad, esperaba escuchar algo como que le rompió el cráneo o le partió la mandíbula a alguna bestia, pero reventarle la cabeza sonaba demasiado difícil de creer.
-... Paso la primera vez que vine a este bosque. Apenas estaba comenzando a acostumbrarme a contenerme y además no sabía que tan resistente eran las bestias de por aquí. Como era una bestia enorme de aspecto fornido, pensé que una patada algo fuerte solo la dejaría aturdida… Fue un error que me sigue molestando.
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Historias de Dioses y Mortales
مغامرةTras catorce años de vida, nunca fue capaz de encontrar algo que le fuera difícil de hacer, nunca sintió lo que era vivir una historia interesante, llena de esfuerzo y dedicación. Sin más interés en su mundo y descartando el desarrollar su historia...