Después de haber salido del bosque, Errante camino hasta llegar a las inmediaciones de un barrio bastante concurrido, los bares y restaurantes rebosaban de ruidos de personas riéndose y conversando enérgicamente. Errante miraba un poco sorprendido las calles. Era bastante tarde, pero aún así todo parecía tan animado e iluminado.
Buscando algún lugar en el que vender las hierbas y plantas que había recogido. Terminó alejándose de los ruidosos lugares, llego a un extraño edificio con un pequeño cartel en la parte alta de la puerta de madera, el cartel decía: pociones y elixires. Al leer esto, Errante levantó una ceja "Me esperaba un nombre más elaborado" el nombre de la tienda era un tanto decepcionante, pero a fin de cuentas, este lugar era uno de los que estaba buscando. Caminando hacia la entrada de la tienda, Errante abrió la puerta, y el ruido de una campana anunció su entrada. La tienda estaba apenas iluminada por unas cuantas piedras brillosas de color ámbar, que estaban apunto de apagarse.
En varios estantes a los lados de las paredes se podían ver distintos frascos de vidrio con líquidos de varios colores. Los colores de estos frascos eran difíciles de diferenciar, ya que estos eran bastante apagados y la poca luz no ayudaba, pero en los estantes más pequeños habían algunos frascos que tenían colores mucho más vivos.
Caminando por la tienda, Errante se acercaba lentamente a un anciano de pelo corto y blanco con una barba desaliñada, estaba detrás de un mesón con el seño fruncido, era como si el anciano le estuviera diciendo "Que tanto miras mocoso" al notar esto, Errante dejó de curiosear y fue directamente hacia el anciano.
(¿De verdad cree que le alcanzará el dinero para comprar algo de mi tienda?). Pensó el anciano al notar las prendas de Errante.
No era difícil adivinar que las pociones y elixires se venden a precios elevados, por lo que, el anciano estaba acostumbrado a ver a personas de alto estatus o ha guerreros con armaduras relucientes entrando en su tienda.
-¿Desea comprar algo?. El anciano pese a sus pensamientos, se mantuvo profesional y le hablo con respeto a Errante, pero su rostro indiferente no mostraba mucho espíritu de vendedor.
-Quiero vender algunas hierbas y plantas. Dijo Errante con una expresión floja, como si no le interesara la respuesta del anciano.
El anciano mostró un poco de interés en Errante, el como vendedor de pociones y elixires de todo tipo, obviamente posee una cantidad de materias primas incontables. Aún así, le pareció interesante que un niño de unos trece catorce años quiera venderle hierbas y plantas, ya que esto nunca le había pasado el quería ver qué tipos de hierbas y plantas le ofrecería el chico con aspecto flojo y desaliñado.
-Muéstrame que tienes que ofrecer. Dijo el anciano con la misma expresión indiferente de antes, pero con un tono de voz más apacible.
Errante se saco la mochila lentamente, y metió su mano para sacar un puñado de plantas que había recogido. El tenía que imaginar que plantas quería sacar de la mochila para que estas aparecieran en su mano, esto fue bastante útil ya que así no tendría que estar buscando entre todas las que había recogido. Por supuesto, memorizar la apariencia, y cantidad de cada una no era un problema para Errante.
-Aquí tiene. Dijo Errante pasándole un puñado de plantas de color verde oscuro fosforescente al anciano. Estás habían sido elegidas cuidadosamente, no tenían ninguna hoja seca y su <Esencia elemental> estaba en su punto más efectivo. Errante no sabía del todo si las plantas y hierbas que recogió eran de buena calidad, pero pensaba que al menos no eran de mala calidad.
Las plantas y hierbas que se usan para crear pociones y elixires, poseen un especie de <Alma espiritual> el cual es llamado <Esencia elemental> Esta a diferencia del <Alma espiritual> representa la vitalidad de un ser vivo del reino plantae. Mientras más <Esencia elemental> posean, mayor será la efectividad de las pociones, pero si poseen demasiada <Esencia elemental> serán más difíciles de manipular.
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Historias de Dioses y Mortales
AdventureTras catorce años de vida, nunca fue capaz de encontrar algo que le fuera difícil de hacer, nunca sintió lo que era vivir una historia interesante, llena de esfuerzo y dedicación. Sin más interés en su mundo y descartando el desarrollar su historia...