KIHYUN

62 17 2
                                    

Sonaba de fondo Ticket to ride y cada nota conducía a un trazo diferente, más preciso, más contundente, como si deseasen traspasar la superficie rugosa del lienzo.

Pinté sin parar. Casi sin respirar. Sin ver nada más.

Pinté hasta que el cielo se oscureció tanto como el cuadro.

Ni siquiera le presté atención a Hyungwon, que estuvo tumbado en la hamaca con un libro. Su mirada se desvió hacia mí cuando suspiré con fuerza. Se levantó despacio; me recordó a un gato perezoso, estirándose con suavidad mientras se acercaba hacia mí.
Miró el cuadro. Se cruzó de brazos.

—¿Qué se supone que debería ver?

—No lo sé. ¿Qué es lo que ves?

El cuadro era negro, absolutamente negro.

—Te veo a ti —respondió, y luego alzó la mano y señaló una esquina puntiaguda del lienzo que se había quedado de color blanco—. Te has dejado esto. Dame el pincel.

Intentó cogerlo de mis manos, pero yo di un paso hacia atrás y negué con la cabeza. Él levantó una ceja curioso, esperando una explicación.

—No me lo he dejado. No sin querer.

Hyungwon sonrió cuando comprendió el significado.

Nunca Fuimos 1° Parte // HyungKi (Ad2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora