Hoseok cogió su botellín de cerveza y sonrió relajado. Estábamos sentados en los escalones del porche de casa y la brisa del mar sacudía los arbustos que crecían alrededor.
—Así que la cosa marcha con Bega.
—Eso parece. Me gusta. Me gusta demasiado.
—Ya veo… —Bebí un trago de cerveza.
—Pensaba que nunca me sentiría así…
—Y yo que jamás lo vería —me reí.
Hoseok se revolvió el cabello.
—Es que, no sé, al principio simplemente me gustaba, pero después la cosa se empezó a complicar. Ella es… distinta. Sé que crees que te hablo en chino, pero lo digo en serio, Hyungwon. Piensas que no pasará, y un día te levantas y ya no puedes quitarte a esa persona de la cabeza.
—Tengo que ir a por un cigarrillo.
Fui a la cocina a buscar el paquete de tabaco. Regresé junto a él aún incómodo, como cuando caminas con una piedrecita minúscula dentro de la zapatilla y, aunque no duela, no puedes ignorar que está ahí. Me encendí el cigarro.
—¿Cómo van las cosas por aquí?
Hoseok me palmeó la espalda y tosí soltando el humo.
—Bien, como siempre, supongo.
—Yo no diría eso. Kihyun está muy cambiado. Estos dos últimos meses casi parece el chico que era antes.
Yo me tragué las palabras que me quemaban en la garganta porque, desde mi punto de vista, él no se parecía en nada al chico de entonces. Había cosas inalterables, pero muchas otras nuevas. El Kihyun que vivía conmigo era más oscuro, más intrigante y, para mi desgracia, más maduro.
Estaba su faceta fría, lejano, el que pintaba en blanco y negro, y se pasaba horas encerrado en su habitación con los auriculares puestos o un carboncillo entre los dedos. Y luego el otro: el inesperado, el que me cogía por sorpresa y me jodía un poco la vida, el que se desnudaba en mi salón una noche cualquiera. Y joder, joder, me gustaban los dos, todo, de algún modo retorcido que no sabía desenredar.
—Sí, va poco a poco. —Le di una calada larga—. Oye, cuando te dieron el trabajo, ¿no dijiste que quizá la temporada que te tocaba estar allí se acortara?
—Pensaba pedirlo, acelerar las cosas…
—¿Aún puedes hacerlo?
—¿Qué pasa? ¿Kihyun te está dando problemas?
—No, no es eso… —Me froté la cara—. Olvídalo.
—Eh, vamos, dímelo.
Hoseok esperaba impaciente una respuesta. Yo sentí que el corazón me latía más rápido. Joder, que nos habíamos pasado la vida mano a mano, juntos. Que hasta un par de años antes no sabía hacer nada sin él. Que era el único amigo de verdad que había tenido, casi como un hermano. Y me estaba comportando como un cabrón.
—Tan solo lo decía para cuadrar las fechas. La idea es que vaya a la universidad, ¿no? Depende de cuándo empiece el curso, habrá que mirar la residencia. Y hablando de eso, he pensado en llevármelo a Brisbane un día, enseñarle el campus… Puede que eso lo motive. Quería consultarlo antes contigo.
—Joder, es una idea genial.
—Iremos a finales del próximo mes.
—¿Tú crees que todo saldrá bien?
—¿Qué quieres decir?
—Que esto valdrá la pena. Lo de Sídney. Que Kihyun irá a la universidad y que seguirá adelante con los planes que tenía antes de… eso.
—Del accidente —concreté.
—Sí, ya sabes lo que quería decir.
—¿Y por qué no lo haces?
—¿El qué? —Hoseok frunció el ceño.
—Decirlo claramente. ¿Hablas con Kihyun de tus padres?
—No. —Me quitó un cigarro—. Tampoco creo que sea lo más conveniente todavía en este momento. Lo ha pasado muy mal, Hyungwon, no lo encajó bien, fue difícil…
—Si nunca lo afronta, no lo superará.
Hoseok sacudió la cabeza un poco enfadado.
—¿Qué cojones quieres que haga? Me paso tres semanas al mes a cientos de kilómetros de aquí, y ahora que él está mejor lo último que quiero es volver a hundirlo en la mierda. Hace meses ni siquiera soportaba acercarse a algo que le recordase a ellos. Así que no, no quiero ni nombrarlos, no quiero hacerlo sentir mal ni que sufra más.
—Pero, Hoseok…
—Tú no estabas en ese coche.
—Tú tampoco.
—Exacto. Esa es la diferencia. Que él sí.
Se puso en pie y lo seguí por la terraza. No estaba acostumbrado a discutir con él; no por cosas serias, al menos. Una vez, en la universidad, borrachos, nos habíamos dado de puñetazos hasta que nos sangró la nariz. A la mañana siguiente ni siquiera recordábamos por qué. Creo que fue por una chica o por algo relacionado con uno de los posavasos del lugar en el que estábamos de fiesta. La cuestión es que no era importante, porque de lo contrario lo habríamos sabido.
—¡Espera, Hoseok! —lo sujeté del hombro.
—Perdona. Es solo que no sé…
—¿Qué pasa?
—Todo es tan diferente… —Se pasó una mano por el pelo—. No solo Kihyun. Mi vida también. Ni siquiera sé qué haré cuando acabe el trabajo en Sídney y vuelva aquí…
—¿Qué intentas decirme?
Se mordió el labio.
—Que Bega estará allí. Y si todo sale bien, Kihyun vivirá en Brisbane. No sé si tiene sentido que regrese a Byron Bay como si nada. Ni sé si podré volver a ser el mismo de antes…
Quise decirle: «Nosotros somos tu familia», pero las palabras se me quedaron atascadas. Comprendí esa sensación de que quizá ya no formaba parte de ningún lugar concreto. Antes de que pudiese decir algo, Hoseok chasqueó la lengua, me dio un abrazo rápido y se despidió de mí tras robarme otro cigarro y colocárselo detrás de la oreja.
Me quedé tenso, igual de inquieto. Me dejé caer de nuevo en los escalones y me encendí el segundo cigarro. Observé el humo ensimismado, recordando lo que le había dicho a su hermano unos días atrás. Que me lo follaría con los dedos. Que solo podía pensar en su boca. Cerré los ojos y cogí aire con fuerza. Estaba perdiendo la cabeza. Era eso. Estaba perdiendo la cabeza por él.
ESTÁS LEYENDO
Nunca Fuimos 1° Parte // HyungKi (Ad2)
FanficBienvenidos queridos lectores. Segunda adaptación, espero que les guste. Más detalles dentro de la historia (≧▽≦). * Hyungwon x Kihyun * Primera parte de mi segunda adaptación * Contenido BL, si no es de su agrado siga su camino.