HYUNGWON

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Me iba a estallar la cabeza.

Ya hacía horas que había salido el sol cuando me levanté de la cama y salí de la habitación buscando café como si lo necesitase para sobrevivir. Revolví los cajones de la pequeña cocina intentando encontrar una aspirina o algo que silenciase el jodido tambor que tenía en la cabeza y que apenas me dejaba pensar con claridad.
Aunque casi mejor… Me tomé una pastilla y suspiré hondo, recordando secuencias un poco inconexas de la noche anterior. Había ido a Cavvanbah, había bebido junto a unos conocidos hasta olvidar cualquier preocupación y después me había tirado a Madison entre la barra y la parte de atrás del local. Creo que me preguntó si quería que me acercase a casa y le dije que no, que prefería volver caminando.

Y luego, bueno, la cosa se me había ido de las manos.



Me armé de valor un rato más tarde y llamé a su puerta.

Kihyun abrió de sopetón y me miró como quien está frente a un desconocido y espera a que se presente. Cuando entendió que yo no pensaba decir nada, se dio la vuelta y siguió metiendo su ropa en la maleta, como cada domingo de la última semana del mes. Al terminar, cerró la cremallera.

—¿Puedes apartarte? Tengo que salir.

Me hice a un lado, aún un poco confuso, y Kihyun arrastró la maleta con ruedas para dejarla delante de la puerta principal.

—En cuanto a lo de anoche…

—No hace falta que me des explicaciones —me cortó.

—No pensaba hacerlo. —Mierda. Y más mierda—. Yo solo…

—¿Sabes? A veces es mejor no decir nada.

Llamaron a la puerta antes de que pudiese responder y Kihyun abrió con rapidez, como si estuviese deseando largarse. Eso me molestó, pero lo enmascaré con una sonrisa para recibir a Hoseok, que abrazó a su hermano antes de saludarme a mí.

—¿Cómo va eso, colega? —Me palmeó la espalda.

—Va, como siempre. ¿Una cerveza?

—Claro, ¿tienes Victoria Bitter?

—No, ¿te sirve una Carlton Draught?

—Vale. ¿Qué tal el trabajo?

—Espera, Hoseok —Kihyun llamó a su hermano evitando que nuestras miradas se cruzasen—. Le había dicho a Blair que intentaría pasarme pronto por su casa…

—De acuerdo, vámonos ya. —Cogió la maleta de Kihyun—. Hyungwon, me paso mañana a por esa cerveza.

—Aquí estaré.

Sujeté la puerta mientras ellos salían. Kihyun llevaba una camisa con un estampado de flores azules. Un short muy corto. Aparté la vista de sus piernas y cerré con un golpe brusco, salí por la puerta trasera y cogí la tabla de surf.

Solo cuando regresé una hora más tarde, cansado y un poco más tranquilo, me fijé en el cuadro que todavía estaba en medio del comedor. Me sacudí el pelo mojado y me quedé frente a él.

Los trazos oscuros formaban dos siluetas. El que ocupaba el primer plano era un chico mirándose al espejo. Su reflejo llevaba un traje dibujado con líneas rectas y grises que resbalaban por su cuerpo algo encogido. El otro, el real, vestía una especie de chubasquero que le llegaba casi por las rodillas.

Sus dos caras. El pasado y el presente mirándose a los ojos.

Nunca Fuimos 1° Parte // HyungKi (Ad2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora