Por primera vez en mucho tiempo, el domingo llegué temprano a casa de mis padres. Tan temprano que fui el primero. Mi madre me preguntó mientras se secaba las manos en un trapo de cocina:
-¿Todo va bien? ¿Ha ocurrido algo?-¡No seas exagerada! -Le di un beso.
-¡No lo soy! Danïel, ¿estoy exagerando con tu hijo? -Mi padre fingió no haberla oído-. Llevas tres años llegando impuntual los domingos.
-Me habré equivocado al mirar el reloj. ¿Qué hay de comer?
-Guisantes para ti. Asado al horno para los demás.
Ayudé a mi padre a poner la mesa mientras ella nos seguía de la cocina al salón contándonos la historia de un cliente de la cafetería al que le habían detectado un tumor.
-Y le han dado tres meses de vida -concluyó.-Qué putada -soltó mi padre.
-Se dice «qué desgracia», Danïel -lo corrigió mi madre-. Y a propósito, Galia ha vuelto a romperse la cadera, esa mujer tiene una suerte terrible.
-¿Podemos dejar de hablar de muertes y eso? -pregunté.
Ella me ignoró, se acercó hasta el plato que acababa de dejar sobre la mesa, lo colocó bien (un centímetro más a la izquierda) y arrugó la nariz.
-¿Cuánto tiempo hace que no vas al médico, Hyungwon?
-Todo el que puedo. Me he propuesto batir un récord.
Mi padre apretó los labios intentando reprimir una carcajada.
-¿Cómo se te ocurre bromear con algo así? ¿Sabes cuántas veces va tu hermano a la ciudad a que le hagan una revisión? -Se cruzó de brazos.
-Ni idea. ¿Cada vez que le pica un mosquito?
-¡Cada tres meses! Aprende un poco de él.
-Aprenderé a quedarme dormido de aburrimiento.
En ese momento llamaron a la puerta y noté una sensación desconocida en el pecho. Pero no era él. Eran Hyunwoo, Emily y mis sobrinos, que entraron gritando y haciendo tanto ruido como una manada de elefantes. Les alboroté el pelo antes de quitarle a Max la pistola de plástico que llevaba en la mano.
-¡Eh, devuélvemela! -gritó.
-¡Antes tendrás que atraparme!
Salí corriendo. Mi madre gritó algo así como «¡Cuidado con el jarrón!», pero ninguno lo tuvimos muy en cuenta cuando atravesamos el pasillo a toda velocidad. Max me acorraló y le pidió ayuda a Connor para recuperar su pistola. Alcé el brazo en alto e intentaron escalar como monos por mi cuerpo para alcanzarla.
-¡Eh, sin hacer cosquillas, mocosos!
-¡No somos mocosos! -protestó Connor.
-Claro que sí. ¿Qué es eso que tienes en la nariz? Un moco.
-¡Mamááááá! -gritó mientras Max seguía saltando para coger la pistola.
Emily apareció en la habitación y se echó a reír.
-No sabría decir quién es más crío de los tres.
-Hyungwon, por supuesto -contestó Hyunwoo asomando la cabeza.
-¿Y quién está más calvo de todos? -pregunté divertido.
-¡Serás cabr...!
-¡Chsss! -lo interrumpió Emily.
Sus hijos se quedaron perplejos cuando su padre, tan correcto siempre, se abalanzó sobre mí y me tiró sobre la cama. Ese era mi don. Ser la única persona del planeta Tierra que podía sacar de quicio a mi hermano mayor.
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Nunca Fuimos 1° Parte // HyungKi (Ad2)
FanfictionBienvenidos queridos lectores. Segunda adaptación, espero que les guste. Más detalles dentro de la historia (≧▽≦). * Hyungwon x Kihyun * Primera parte de mi segunda adaptación * Contenido BL, si no es de su agrado siga su camino.