KIHYUN

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Había tomado una decisión, un camino.
Volver atrás. Sentir. Encontrarme. Recomponerme.

Era un viernes por la tarde cuando abrí el armario de la cocina y rebusqué entre las bolsas que había hasta encontrar una piruleta con forma de corazón. Habían sido mi perdición durante años. Mi padre siempre me las compraba. Quité el envoltorio y la miré sin prisa, fijándome en el color intenso. Me la llevé a la boca, degustando el sabor a fresa. Cerré los ojos. Y entonces lo vi a él, a papá, siempre tan sonriente y de buen humor.

Los recuerdos son así. Chispas. Nacen cuando menos te lo esperas.

Chrrs. El tacto algo áspero contra la mejilla que tanto se parece a ese suéter que te tejía tu abuela, con un dibujo navideño en medio y la lana gruesa.

Chrrs. Esa palabra que tu padre usaba para dirigirse a ti y solo a ti, diferenciándote del resto, ese «corazón, dame un beso de buenas noches».

Chrrs. El sol. La luz. Una luz concreta. La del mediodía, la de los domingos en el porche de casa justo después de comer, cuando parecía que los rayos estaban perezosos y apenas calentaban.

Chrrs. El olor de un suavizante, el aroma suave a rosas, la sensación de llevarte a la nariz la ropa limpia y aspirar con lentitud.

Chrrs. El sonido ronco de una risa conocida.

Chrrs. Toda una vida en imágenes, texturas, olores y sabores pasando ante tus ojos en un segundo.

Nunca Fuimos 1° Parte // HyungKi (Ad2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora