Kihyun dudó, pero un segundo después echó a correr hacia mí y me abrazó, aferrándose a mi cuerpo, matándome un poco por dentro. Cerré los ojos y respiré hondo, pero fue un error, porque solo conseguí que su olor me envolviese. Hice el esfuerzo de mi vida cuando lo sujeté por los hombros y lo aparté con suavidad.
—¿Qué pasa? ¿Por qué no contestas al teléfono?
Me froté el mentón. Joder, no sabía qué decir, no sabía cómo manejar aquello y lo único que podía hacer era evitar mirarlo, concentrarme en cualquier otro punto de la terraza, porque la idea de que aquel fuese nuestro último recuerdo juntos me resultó triste y feo, como ensuciar todo lo demás.
—Hyungwon, ¿por qué no me miras?
«¡Porque no puedo!», quise gritar, pero sabía que no podría huir; lo había intentado, eso sí, como con las cosas que eran demasiado, como si una parte de mí se dedicase a desoír todos esos consejos que sí podía dar a los demás. Por fin levanté la vista. Y estaba tan precioso… Enfadado, pero lleno de emociones que parecían desbordarse en sus ojos; temblando, pero parado delante de mí sin dar un paso atrás. Valiente.
—Lo siento —susurré.
—No, no, no…
Bajé la mirada. Él posó las manos en mi mandíbula y la levantó. Si en algún trance de mi vida se me rompió el corazón, definitivamente fue en ese, en el instante en el que Kihyun deslizó la punta de los dedos por los moratones que tenía en el pómulo derecho y por la herida del labio. Cerré los ojos. Y volví a cagarla. Dejé que se pusiese de puntillas y que su boca cubriese la mía en un beso trémulo y lleno de miedo. Gruñí cuando se apretó contra mí. Sus caderas pegadas a las mías. Sus brazos rodeándome el cuello. Su lengua con sabor a fresa y todo lo que había simbolizado en mi vida: romper la rutina, abrirme a otra persona, el color intenso y vibrante, las noches bajo las estrellas y los momentos que habíamos vivido en aquella casa y que ya serían solo nuestros para siempre…
—Kihyun, espera —lo aparté despacio.
Joder. No quería hacerle daño. No quería…—Deja de mirarme así. Deja de mirarme como si esto fuese una despedida. ¿Acaso no me quieres? Me dijiste…, dijiste que todos vivimos en un submarino amarillo… —Se le quebró la voz y yo me mordí el labio conteniéndome.
—Claro que te quiero, pero no puede ser.
—No hablas en serio. —Se llevó una mano a la boca y lo vi borrar el beso que acabábamos de darnos, llevándoselo entre los dedos.
Me acerqué a él; cada centímetro que separaba su cuerpo del mío me parecía una jodida tortura, y cuando pensé en lo lejos que íbamos a estar a partir de entonces, deseé abrazarlo hasta que me pidiese que lo soltase. Lo habría hecho en otra vida, en otro momento…
—Escúchame, Kihyun. Yo no quiero ser la persona que te separe de tu hermano, porque te conozco y sé que terminarás arrepintiéndote de algo así.
—Eso no ocurrirá. Lo solucionaré con él, solo necesito tiempo, Hyungwon.
Seguí, porque tenía que hacerlo; seguir y seguir.
—Y eres joven, vas a ir a la universidad y deberías disfrutar de esa época sin ataduras, sin mí, sin toda esta jodida situación. —Me estaba ahogando al ver cómo sus ojos se humedecían—. Crece y vive, como yo lo hice en su momento. Conoce a chicos, diviértete y sé feliz, cariño. Yo no puedo darte todo eso.
—¿Estás insinuando que salga con otras personas? —Me sostuvo la mirada, temblando y llorando, con una mueca de incredulidad. Y yo…, bueno, yo quise morirme, porque la sola idea de pensar en otros labios acariciando los suyos, en otras manos tocándolo… —Hyungwon, dime que no lo dices en serio. Dime que ha sido un error y empezaremos desde cero. Vamos, mírame, por favor.
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Nunca Fuimos 1° Parte // HyungKi (Ad2)
FanficBienvenidos queridos lectores. Segunda adaptación, espero que les guste. Más detalles dentro de la historia (≧▽≦). * Hyungwon x Kihyun * Primera parte de mi segunda adaptación * Contenido BL, si no es de su agrado siga su camino.