En la vida hay cosas que ves venir y otras que te pillan por sorpresa. Aquel sábado no tenía ni idea de que iba a ser el día que me condenase por terminar diciendo palabras…, palabras que no podría borrar.
Me levanté temprano, como siempre. No llamé a Kihyun antes de irme a la playa. Supongo que estaba cansado de sus negativas y de sus caras de mal humor, de sus silencios y complicaciones. Yo anhelaba volver a esa vida sencilla que tanto me había esforzado por mantener.
Horas más tarde, lo vi comer una de esas sopas de sobre.
Nos pasamos todo el día evitándonos. Pero no podía quitármelo de la cabeza, no podía… Así que casi estaba anocheciendo cuando decidí que había llegado el momento de solucionar la situación, porque se nos estaba yendo de las manos. Cuando salió a la terraza, me levanté del escritorio dejando a medias un encargo y fui tras él.
—¿Vas a seguir eternamente enfadado? Espero que seas consciente de que no tienes ninguna razón para estarlo y de que te estás comportando como un jodido crío.
Toqué la tecla adecuada. Kihyun se tensó.
—Ni siquiera sabes lo que pasa.
—¿En serio? Sorpréndeme, venga.
—Crees que estoy enfadado porque pensé que ese beso significó algo y una noche después tú te tiraste a otra, ¿verdad? Pero no es por eso, Hyungwon. No.
Intenté deducir…, entenderlo, pero no pude. Kihyun tenía sus pensamientos bajo llave, fuesen cuales fuesen. O yo me había quedado en la superficie sin ver más allá.
—¿De qué coño va todo esto, entonces?
Él había apoyado una mano en la valla.
—Va de que eres un cobarde, Hyungwon. Y estoy enfadado por eso. Enfadado y decepcionado. —Alzó la barbilla—. Siempre…, siempre he estado enamorado de ti. Creo que es una idiotez que los dos sigamos fingiendo que no lo sabemos.
—Kihyun, joder, no digas eso…
—Pero, hasta donde sé, me enamoré del chico que conocía. El valiente, el que siempre era sincero, aunque eso implicase ser políticamente incorrecto. El que nunca se reprimía. A mí me fascinaba todo eso de ti, cómo vivías, tan al día… —Se lamió los labios secos y yo bajé la mirada hasta ellos—. No te voy a decir que no me dolió que te acostases con otra, pero eso puedo soportarlo. Ya lo he hecho antes. Lo que me enfadó fue que lo hicieses por cobardía, porque ese beso sí que significó algo, y pensaste que así lo solucionarías y cortarías el problema de raíz. Y eso es lo que no te perdono.
Me quedé clavado en el sitio mientras él entraba en casa.
Joder. Se me erizó la piel. Una parte de mí deseó volver atrás y no hacerle la maldita pregunta, porque dejar las ventanas cerradas casi era mejor que permitir que me desnudase así, de aquella forma tan visceral, tan certera.
Bajé los escalones del porche para huir.
Paseé por la playa, alejándome de aquella casa que se estaba convirtiendo en un lugar que empezaba a ser casi más de él, de nosotros, que solo mío. Y cada mes que pasaba, parecía sumar una piedra tras otra sobre el tejado.No sé cuánto tiempo estuve andando. Bloqueado. Enfadado. Repitiéndome sus palabras una y otra vez: «Siempre he estado enamorado de ti», «Eres un cobarde»; con ese reproche me había jodido en el alma. Porque Kihyun tenía razón. Siempre creí que había que afrontar las cosas. Pero con él no podía.
Ya había anochecido cuando regresé.
Kihyun estaba de espaldas, delante del microondas, escuchando música. Avancé hasta él y, cuando estuve casi pegado a su cuerpo, le rodeé la cintura y lo apreté contra mí. Se sobresaltó. Le quité los auriculares y me incliné rozándole el lóbulo de la oreja. Lo sentí estremecerse y tragué saliva. Tenso. Muy tenso. Respiré el aroma suave de su piel.
—No te muevas. —Lo sujeté—. Tienes razón. Sí significó algo. Significó que se me puso dura y que me contuve para no arrancarte la ropa allí mismo. Significó que tuve que darme una ducha fría y me pasé toda la noche sin dormir. Significó que no sabía que un beso podía ser así y, desde entonces, no puedo dejar de mirarte la boca. Pero, Kihyun, no puede ser. Nunca podrá ser, ¿lo entiendes, cariño? Y no soporto estar así, tenerte lejos, así que no me lo pongas más difícil.
Lo solté de golpe. Porque era eso o echar por tierra todo lo que acababa de decir y abalanzarme sobre él para comérmelo a besos... Inspiré hondo y me alejé de allí encerrándome en mi habitación. Me dejé caer en la cama, aún con el corazón en la garganta. ¿Qué acababa de hacer? Ser como él. Saltar sin pensar. Sin mirar antes si abajo hay agua o piedras puntiagudas.
Pues eso. Que en la vida hay cosas que ves venir y otras que te pillan por sorpresa, y esas palabras que acababa de decirle al oído…, esas palabras iban a ser mi perdición.
Una hora después, él llamó a la puerta. Le dije que podía entrar y abrió despacio. Nuestras miradas se enzarzaron unos segundos y fue como si la estancia se cargase de algo electrizante. Algo nuevo. Algo palpitante.—Venía… He preparado tacos. Pensé que podríamos cenar juntos.
Sonreí mientras me levantaba. Lo miré desde arriba cuando pasé a su lado y susurré un «gracias» muy bajito antes de encaminarme hacia la cocina, que olía a especias y verduras asadas. Coloqué la comida en los platos, encendí el tocadiscos y salí a la terraza tras él.
Así fue como Kihyun y yo volvimos a ser amigos.
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Nunca Fuimos 1° Parte // HyungKi (Ad2)
FanfictionBienvenidos queridos lectores. Segunda adaptación, espero que les guste. Más detalles dentro de la historia (≧▽≦). * Hyungwon x Kihyun * Primera parte de mi segunda adaptación * Contenido BL, si no es de su agrado siga su camino.