Capitulo 42.

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Toque la puerta de la residencia de Emma, desde afuera se podían escuchar los llantos de un bebé, por la hora en la que llegue deduzco que debe de ser un llanto de incomodidad o de hambre. Siempre he tenido la fiel idea que los lactantes son seres más inteligentes que los propios adultos, buscan la manera de hacerle saber a sus padres lo que les molesta.

<< Creo que jamás llegare a ser un buen padre>>

—Coronel Leroy es un gusto verlo. Pase por favor, está usted en su casa —me dijo Emma al abrir la puerta.

Su casa era bastante elegante para una mujer de su categoría. A grandes rasgos se podía notar que había remodelado en días pasados ya que el papel tapiz tenía un brillo característico cuando ha sido colocado recientemente. Los muebles eran, para mi gusto, algo exuberantes y con demasiada decoración que los hacia ver cardos, pero admire el brillo que tenían señal de que la limpieza en este lugar era primordial.

—Por favor tome asiento, le traeré una taza de té —Emma dejo al pequeño en la cuna con su biberón.

—No es necesario —me quite la gorra y la coloque sobre una pequeña mesa —. No me quedare mucho tiempo, debo regresar al trabajo.

—Comprendo ¿Ya pensó en un nombre para su hijo?

—No, aun no —me recargue en el respaldo del sofá —. Estuve pensando toda la tarde y gran parte de la noche en esta situación —fruncí el ceño —. El niño aún es muy pequeño y considero que debemos aprovechar esa oportunidad.

—¿Oportunidad? —me miro con bastante extrañeza —. No sé a qué te refieres.

—Es fácil. Nuestro bebé aun es pequeño así que si nos casamos ahora podremos darle un buen hogar — listo, el plan está en marcha. Quiero hacerle creer que estoy interesado en su falsa muestra de cariño además de que seguramente pensara que estoy dispuesto a responsabilizarme por la criatura —. La herencia que me dejo mi padre es más que suficiente para comprar una casa más grande que esta y vivir bien durante muchos años, estoy seguro que el niño llegara a ser adulto y nosotros gozaremos de una enorme fortuna—sonreí —. Mi salario es bastante elevado para mantenerte dentro de la burguesía. No te faltara absolutamente nada si decides casarte conmigo —la sonrisa que se formó en su rostro fue tan horrible que me imagine el daño tan severo que debe tener en su mente al tratar de envolverme con sus estúpidos engaños — ¿Qué te parece?

—¡Estoy feliz! —corrió a hincarse frente a mí, sus manos descansaron sobre mis rodillas. Intento besarme pero con un ligero movimiento de mi mano impedí que su boca llegara a la mía —. Siempre pensé que eras un hombre de palabra y con esto que estás haciendo me lo estas demostrando.

—Pero antes de empezar con los preparativos quiero que me respondas unas preguntas.

—Sí, las que quieras mi amor.

—¿En qué momento quedaste en cinta?

—Días antes de que te marcharas. No sabía que estaba embarazada así que no pude decírtelo.

—¿Por qué no me enviaste una carta o intentaste localizarme? —esto es bastante hipócrita de mi parte, pero la verdad lo estoy disfrutando mucho —. Tenía todo el derecho de saber que iba a ser padre.

—Lo sé y no sabes cuánto me arrepiento. Me dio miedo de que tu reacción no fuera tan buena y que rechazaras al bebé.

—No podría rechazar a mi propia sangre.

<< Como me encantan los juegos mentales>>

—La pase muy mal en el embarazo, los malestares fueron horribles y al dar a luz se me complico todo. Me hubiera gustado que tu ayudaras a traer al mundo a nuestro hijo—sus ojos se cristalizaron.

Voraz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora