Agosto de 2020.
Reino Unido.
Alem.
Es el último día de clases las vacaciones de verano están a punto de comenzar y no me siento feliz al respecto ya que a mi padre y mi hermana se les ocurrió la brillante idea de hacer limpieza profunda en la casa, eso quiere decir que todo lo que no necesitemos será donado a la caridad, específicamente a la iglesia cristiana donde solemos acudir.
—¡Alem! —los gritos de Cecilia se escucharon en todo el pasillo.
—Deja de gritar Ceci, todo el mundo te escucho —guarde un par de libros en mi mochila.
—El coordinador está a punto de entregarnos nuestros documentos y tu estas aquí como ratón de biblioteca leyendo absurdos libros.
—No me gusta que me llames así.
—Pues te aguantas, es un bello sobrenombre —rodo los ojos antes de echarse a correr. Es extraña la forma en la que me demuestra su cariño y afecto.
A mi corta edad de catorce años he descubierto que tengo gustos peculiares algo diferentes a los adolescentes que me rodean. Ya leí cada tomo de historia que se encuentra en la biblioteca del colegio y aun con toda la información que almacene en mi cerebro no estoy satisfecha, tengo lagunas que necesito cubrir y la única forma de hacerlo es investigando. Acostumbre a mi mente a concentrarse en otras cosas que no fuera la ausencia de mi madre, ella murió cuando yo tenia tres años de edad y mi padre... bueno, el es complicado, pasa la mayor parte de su tiempo en su trabajo, creo que también quiere evadir la realidad. Con mi hermana mayor no me llevo muy bien así que no he tenido un ejemplo femenino al que pueda igualar es por ello que mi apariencia física no me ayuda a atraer al sexo opuesto.
<< La cruda realidad de mi adolescencia>>
Firme mis documentos después de revisarlos, en unos días entraría a la preparatoria y la verdad no se que va a ser de mi vida después, quiero estudiar una licenciatura el problema es que aun no elijo la adecuada. La multitud de humanos que camina frente a mi sonríen y gritan al saber que en uno de los antros mas populares en la ciudad se llevara a cabo una celebración para festejar a los estudiantes su pequeño e insignificante logro.
<<No tengo tiempo de aventurarme a lo desconocido>>
Camine de regreso a casa, mi hermana no estaba en su habitación así que deduzco que ella y su novio prefirieron ir a un lugar más cómodo para disfrutar de su sexualidad ya que varias veces los he escuchado teniendo sexo... los berridos de la cosa que comparte mi sangre la ponen en evidencia. Sin ánimos de hacer nada, pero con la conciencia torturando mi cerebro me coloco el mandil y comienzo a sacar la carne de la nevera. Soy la encargada de cocinar debo preparar la cena para cuando llegue mi padre sino lo hago se molestará conmigo y muy probablemente me castigue por la insolencia que cometí.
Antes de que pudiera colocarle el pure de tomate al espagueti que previamente coci y sazone alguien llamo a la puerta, deje el cucharon dentro de la cacerola y baje la flama de la estufa. Me fije por la perilla antes de abrir la puerta y sorprendentemente era Cecilia que sonreía de oreja a oreja.
—Te tengo una buena noticia —dijo al aventar la maleta que traía en las manos.
—¿Cuál? —camine de regreso a la cocina para terminar lo que había dejado a medias.
—Esta noche saldremos de fiesta.
—Sabes bien que no tengo tiempo para eso, además de que mi padre no me dejara ir.
—Al carajo el viejo, tu iras conmigo. A veces pienso que te quedaras como monja sin nadie que coja contigo.
—Deja de mirar mi destino con tus absurdas suposiciones —provee la comida para asegurarme que no le faltara sal —. Sabes bien que no puedo ir.
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Voraz.
FantezieDurante la época de 1933 el coronel Cyrille Leroy se enfrenta a innumerables cuestiones personales, pero al encontrarse con una bella mujer de piel como la noche queda fascinado con la elegancia de su personalidad. Jamás se imaginaria que su vida c...