Capítulo 145.

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No concilie el sueño en toda la noche, los pensamientos abrumaron mi mente y por un segundo sentí enloquecer... estoy muriendo lento... necesito hablar con ella... quiero mirar una vez más la oscuridad de sus ojos...

<< El amanecer esta junto a su cuerpo>>

—Buen día señor Leroy —Viviane me sirvió un poco de café caliente justo cuando tome asiento en una silla del comedor.

—¿Dones esta Alem?

—Salió muy temprano con el señor Morel, fueron por las orquídeas que se encargaron en el vivero.

—Infórmame inmediatamente que este de regreso.

—Como ordene señor.

Me encerré en la biblioteca no tenía intenciones de acudir a la clínica. El embrión se estaba desarrollando bastante bien con la ayuda de un equipo médico que yo mismo capacite para el correcto funcionamiento del útero artificial. Mi estado de ánimo se derrumbó por completo, tal cual como un monte al desmoronarse poco a poco con las intensas lluvias... la tempestad me golpeo duro en lo que más me duele... me quema... me carcome y me lastima ver a Alem sufrir a causa mía. Yo fui el culpable de que sus recuerdos la volvieran a torturar cuando traté de hacerla mía de una forma incorrecta. No me arrepiento de haber acariciado la suavidad del bello lienzo que cubre su cuerpo, la conciencia jamás seria la culpable de morder mis labios para decir palabras que son meramente mentiras... no puedo hacer tal cosa... adore la forma tan intima con la que estaba dispuesto a entregarme a ella. Cometí perjurio al tratar de ocultar todo lo que mi acalorado corazón siente. Estuve a nada de hacerle el amor y con eso basto para sentirme el hombre más afortunado del mundo. Puedo conformarme con rozar sus labios por la eternidad esperando el momento exacto donde su alma me permita entrar para devorarla como se lo merece.

<< Estoy descalzo y sin armadura ante sus pies>>

Imagine un mundo a su lado y eso... eso es lo que me está rompiendo por dentro. Las espinas que enterró en mis manos necesitan de su calor para poder ser arrancadas de mi piel. Convertí su dolor en el mío, su angustia es parte de mi día a día y... el acelerado corazón con el que se acerca a mi es mi amanecer, el destello de esperanza que tanto había buscado.

<< No quiero perderla>>

Tanto pensamiento me hizo perder la noción del tiempo, la oscuridad de la noche sobresalto mi instinto ya que la ama de llaves no me informo de la llegada del ser que tanto deseo ver. Azote las puertas de la biblioteca con fuerza al salir por el pasillo, Guadalupe era la única que se encontraba limpiando un mueble.

—¿Dónde está? —le dije sin mirarla y sin detener el paso.

—En la biblioteca subterránea.

—Asegúrate que nadie nos interrumpa.

—Como ordene señor.

<< Voy a poner el mundo al revés por ti>>

Subí a mi habitación y tomé la prenda que necesito. Asegure la puerta del salón y teclee el código para que las escaleras se mostraran. Las luces iluminaron el camino, deseoso retire los filtros de mi nariz e inmediatamente una descarga de placer y adrenalina recorrieron mi columna vertebral. El exquisito aroma que impregna todo el espacio es el mismo que me arroja a una vereda de pecados.

Estaba sentada sobre el sillón, sus delgados dedos de los pies estaban arriscados mientras que su vista se encontraba dentro de uno de los grandes tomos en los que su mente viajaba a mundos desconocidos.

—Alem —la calma de mi voz fue sorpréndete.

<< Estoy muriendo por besarla>>

—Hola —oculto su rostro entre las amarillentas hojas.

Voraz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora