Capítulo 80.

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Desperté por la incomodidad que sentía en el cuerpo. La herida me dolía y ponerme de pie me costó mucho trabajo. Logre sentarme en el borde de la cama y fue entonces cuando me percate que el rostro del teniente estaba expuesto al sol, la piel estaba seca y tenía un mal olor. Enseguida lo tome y lo coloque en el frasco de formol, es obvio que no llegara en buen estado hasta la base, pero al menos tengo el medio para comprobar que si lo asesine. 

<< Joder>>

Con el dolor torturando mi cuerpo me metí a bañar para retirar toda la sangre seca. El agua relajo mis músculos y solo así pude regresar a la misión. Me acomode en la silla y mire las últimas imágenes del informe que me entregaron. El segundo objetivo está a tres kilómetros de la ciudad de Guiza.

Me vestí y tomé mis pertenecías. En la calle se vivía un caos y algunos policías vigilaban el orden. Está claro que lo que sucedió anoche ya está en boca de todos es por ello por lo que aumentaron la seguridad de la zona. Seguí caminando con la esperanza de que alguien pudiera llevarme, en constantes ocasiones me detuve en la carretera para pedir un aventón a los camiones que pasaban cargados con ganado o verduras. No tuve otra opción que correr con el sol calentando todo mi cuerpo.

Llegue a una casa de huéspedes, pague por adelantado dos días. Bebi el agua que me ofrecieron y enseguida me acomode en la alcoba que me entregaron. Revise la herida y todo se encontraba en orden, limpie mi cuerpo para después realizar las curaciones debidas para evitar una infección, por el momento no puedo consumir ningún antibiótico ya que olvide por completo el botiquín de primeros auxilios.

Me prepare para dar el siguiente paso en la misión y así culminarla lo más rápido posible. Esta vez no use ninguna túnica, me vestí con prendas discretas y vende la herida punzante que me incomoda en demencia. Escondí mis armas entre la ropa para poder emprender el viaje hasta mi objetivo. Tuve que caminar por veinte minutos, la dirección que memorice la busque entre las calles cerciorándome que las letras fueran las mismas a las que recuerdo. Logre encontrar la modesta casa y enseguida me escabullí entre las personas cuando observe movimiento en la zona.

<< Me joden los alemanes, se mueven como ratas>>

El ex miembro de la SS se reunió con varios hombres entre ellos policías de la localidad, estoy seguro de que quiere saber todo con respecto a la muerte de su camarada. Con todo el ruido de la ciudad me concentro solamente en mirar al idiota que mueve las manos con furia tratando de manipular a los caballeros que lo rodean.

<< Imbécil>>

Lo seguí de cerca cuando cruzo la calle, los comerciantes ambulantes le ofrecían sus artículos por muy poco dinero y como el ser déspota que es los rechazaba dándoles un fuerte manotazo en los brazos o el cualquier parte de su cuerpo. Una tienda de ropa fue el lugar exacto donde el alemán decidió entrar, lo espere a fuera sentado debajo de una palmera y rodeado de niños que gritaban exigiendo a sus compañeros de juego que les lanzaran una pequeña pelota de madera.

El Sturmbamnnfuhrer volvió a su camino con dos bolsas de papel en la mano, es seguro que haya comprado prendas para toda su familia. Siguió caminando por varios minutos mas y al percatarme de a donde se dirigía comprendí el sentido de todo esto. La dirección que el gobierno estadounidense me proporciono no es la correcta, el mayor es lo suficientemente inteligente para despistar al enemigo haciéndolo creer que su residencia esta muy cerca del mercado local de la zona, pero ahora que observo su verdadero hogar compruebo que toda la línea de sangre se encuentra refugiada dentro de un bunker improvisado.

Las ventanas están selladas por dentro y dudo mucho que puedan abrirse, la puerta es un gran bloque de metal que se abre lentamente para recibir a la cabeza de la familia. Carece de chimenea y el espacio es demasiado reducido. Desde la distancia puedo observar que en los muros tiene pequeños agujeros es obvio que los utilizan para vigilar el exterior.

Voraz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora