Capítulo 126.

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Narrador omnisciente.

Septiembre de 2018.

Ocho años después.

Las cosas en la vida de Cyrille están mejorando, su nueva residencia esta lista. Desde hace más de cinco años que se mudó a su actual hogar. Para él le parece una cómoda casa donde puede comenzar desde cero una nueva historia. La encargada de la decoración realizo un excelente trabajo al utilizar colores muy propios de la personalidad del coronel. Entre negros, grises y rojos se maneja un ambiente placentero tanto para el dueño como para los empleados.

La residencia se encuentra rodeada de mucha vegetación. Árboles gigantes cubren espacios del terreno que fueron destinados para los jardines. A Leroy le encantan las flores ya que le recuerdan a su bella Amandine. Algunas especies de plantas decoran todo el lugar, ningún rincón se escapa de los colores de la primavera eterna que se encuentra encapsulada dentro de la mansión. También las fuentes de esculturas de humanos hacen parte de la belleza, el uso del agua es fundamental para mantener el equilibrio entre lo natural y lo artificial.

La casa fue construida para que fuera sustentable, es decir, todo es renovable. El agua que se utilice para la ducha será enviada a grandes filtros donde se purificara para nuevamente usarla en diversas actividades de limpieza que se llevan a cabo diariamente por el personal de servicio, también, con ese mismo liquido se regaran las extensas hectáreas de vegetación. La energía que se consume en el interior es suministrada por grandes paneles solares que distribuyen la electricidad en toda la casa. Cada función está bien distribuida y nada se desperdicia en la residencia Leroy. Los residuos que salen de la cocina los utilizan para crear composta y así abonar las plantas... así es como al coronel le gusta ayudar al medio ambiente.

La distribución de la enorme casa es fabulosa, sin duda, Cyrille con ayuda de los arquitectos diseño una obra de arte, tuvo un costo de setenta y cinco mil euros que fueron muy bien invertidos. La cualidad que tanto sorprende a los visitantes que acuden en busca del doctor fue el maravilloso jardín situado en medio de la casa, desde cualquier habitación se puede observar tan maravillosa imagen de la naturaleza. La altura de los muros va desde los tres metros hasta los cinco, utilizando desniveles para causar una sensación celestial o mejor dicho surreal. Las ventanas abarcan desde el suelo hasta el techo, ningún cristal se cubrió con espesas cortinas la vista no permite arruinar tan espectacular forma de la arquitectura. Con diez habitaciones cada una con baño incluido y un extravagante vestidor, equipadas para todo lo que el visitante desee. El comedor es más que elegancia pura, con catorce sillas talladas en la mejor madera de Francia, con decoración bañada en oro se lleva el galardón al mejor artículo de toda la casa. Muros llorones fueron esparcidos por todo el hogar del coronel, el agua fluye como manantiales iluminados por luces indirectas que reflejan el tornasol de la vida. Al fondo cerca de la gigantesca sala se encuentra un bar con vista a la terraza principal. El área social es de doble altura, uno de los muros presume la chimenea que se construyó específicamente para esta zona. Los pisos son de mármol blanco perfectamente pulidos. Al llegar a la cocina no es más que una de las esplendidas cosas que se encuentran aquí, con muebles de color negro y siluetas blancas hace juego con todo el resto de la decoración. Alberca, gimnasio y sala de cine también fueron incluidos por deseos del dueño. No se puede describir cada detalle de la biblioteca, el consultorio, el laboratorio ni la oficina del doctor porque son espacios que tienen un espíritu propio dado que son los lugares donde se concentra más la esencia de François. Pronto, a su debido momento se hablará de estas estancias.

Para Cyrille el espacio más importante de todo esto es su habitación ya que en ella descansara la mayor parte del tiempo. La terraza de su alcoba tiene la vista más espectacular de toda la propiedad. Un amplio espacio donde solo una enorme cama se encuentra junto a un muro de color negro con dorado, las lámparas de cristal murano penden del techo con sensuales figuras geométricas. La piel que alguna vez le regalo Juliette es la que adorna el colchón, la pieza de oso negro la ha protegido de la tempestad. Puertas corredizas se ocultan entre la pared, cada una lleva al sanitario, al vestidor y a una respectiva caja fuerte donde oculta sus más grandes tesoros. El coronel se aseguró de que nadie pueda escuchar lo que sucede en su recamara colocando aislantes acústicos. Colgó frente a su cama un retrato de él cuándo era miembro de la SS, su pasado siempre debe estar presente así no cometerá los mismos errores que marcaron su vida. No quiso colocar el cuadro de la castaña ya que hace mucho tiempo la olvido, ya no recuerda su rostro solo tiene un vago pensamiento del color de sus ojos. La mente lo traiciono muchas veces con esa mujer, es difícil amar a alguien que no conoces y que mucho menos podrás poseer.

El hospital es todo un éxito gracias a la remodelación, ahora muchos enfermos cuentan con servicio médico completamente gratuito gracias a la fundación que creo Leroy para ayudar a los que menos tienen. Con todo lo que ha recolectado ha viajado hasta los países más pobres para equipar clínicas con medicamentos y material quirúrgico. Su viaje por el mundo aún no ha terminado, constantemente da conferencias en universidades reconocidas de medicina, tanta ha sido su fama y sus logros que personajes poderosos se han puesto en contacto con él para conversar de negocios.

—¿Listo para ir a comer? —dijo Juliette. Ella es una ginecóloga que conoció en la universidad donde se especializo en genética, la chica es talentosa así que Cyrille decidió darle trabajo en su hospital a pesar de que le recuerda a su querida francesa.

—Tengo trabajo pendiente.

—Anda grandulón, afuera nos esperan muchas damitas —Juliette es lesbiana y adora pasar tiempo con su mejor amigo.

—Solo piensas en mujeres.

—Eso mueve mi mundo.

—Existen otras cosas —se quitó la bata y tomo su abrigo.

—¿Cómo cuáles? Ilumíname.

—La música, el arte... —no lo dejo terminar.

—Como tu gusto culposo que tienes de una banda —Juliette comenzó a reírse. Ha pasado mucho tiempo con el doctor así que conoce muy bien los gustos que no le muestra a todo el mundo.

—Guarda silencio, nadie debe enterarse —Cyrille sabe bien que no tiene nada de malo que alguien descubra su secreto, pero quiere hacer reír a su amiga.

—Se llama ramms... —no pudo terminar la oración.

—¿Qué quieres comer?

—Cobarde. No cambien la conversación por temor a las criticas —se colgó de los brazos del gigante que tenía a lado.

—Mantén la boca cerrada mujer.

—Como ordene señor.

La vida transcurre con tranquilidad, todo lo que alguna vez le causo daño a François ya no está más. Su sentido del humor se convirtió en una amarga sensación, usar el sarcasmo es parte de su carácter. Se volvió algo narcisista no por voluntad sino por la cruda soledad por la que ha transitado desde hace muchos años. Olvido como sonreír y hasta la fecha no ha vuelto a percibir la felicidad como un sentimiento meramente natural. La constante frialdad con la que se dirige a las personas lo ha puesto en la cima del respeto y la elegancia, nadie se dirige a él sin antes temer por la reacción que tendrá el francés.

La absurda relación que sostiene con Paulette sigue en pie, los términos que pactaron desde que se conocieron no se han roto con el paso de los años. Cada uno disfruta de la sexualidad con otra persona, no existen los compromisos solo es un simple contrato de palabra como un mantenimiento carnal de encuentros casuales... sin inmiscuir a los sentimientos.

En su viaje a Arabia Saudita se reunió con Abdel Ali quien le pidió ayuda sobre una enfermedad que sufría uno de sus hijos, accedió con gusto no solo por la recompensa sino por las ganas inmensas que tiene de seguir descubriendo padecimientos desconocidos para la medicina; Cyrille se dedicó por seis meses a tomar muestras de sangre del joven el diagnostico era confuso y no quería correr el riesgo de equivocarse. Poco después descubrió que el hijo del árabe tenía un mal congénito en su sangre y sus células se modificaban con el crecimiento causando deformaciones en algunas partes de su cuerpo. Utilizo muchas cosas para cambiar el núcleo y establecer un patrón de información más adecuado. El resultado fue tan favorable que el adolescente pudo levantarse de la cama donde estaba prisionero. Para el señor Ali fue la alegría más hermosa que ha tenido en toda su vida y decidió agradecer el trabajo del doctor regalándole dos crías de guepardos negros además de una fuerte cantidad de dólares.

Con dos mascotas emprendió el vuelo de regreso... desde entonces las bellezas negras que lo acompañan a donde sea le proporcionan calor por las desoladas noches... el asesino aprendió a compartir su cama con felinos.

Nada puede destruir al doctor Leroy excepto la mujer con la que el destino lo ha conectado... ella si es capaz de arrodillar a la bestia solo por placer. Lo que Cyrille desconoce es que la castaña ya se encuentra en su mismo mundo... en la misma época, solo que cientos y miles de kilómetros los separan sin mencionar la diferencia abismal de edad... él es muy viejo para ella y ella es muy joven para él.

¿Qué sucederá después? Nadie lo sabe... el futuro es incierto.

Voraz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora