Capítulo 170.

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Trece años después.

Paris, Francia.

Cyrille.

La familia Leroy ha crecido estos últimos años. Con siete varones la residencia se transformó en un hogar digno para mis hijos. No pasare de largo ningún nombre, es por ello por lo que comenzare desde el principio... Amandine, Ezra, Barak, Farid, Vlad, Irem, Cayden y Jean el más pequeño hasta el momento. Mi hija mayor está a punto de cumplir quince años de edad, la etapa de la adolescencia aun es uno de los pasos que no me gustaría recordar ya que en esos tiempos mi sistema enloqueció, solo espero que el de mi princesa no sea así.

<< No quiero ni pensar que tendré que ponerle ropa interior de castidad>>

—¿Cómo estas, amor? —Alem me recibió con un apasionado beso.

—Deseoso de verte.

—No empieces.

—Quiero cogerte, lo sabes bien —atraje su cuerpo al mío sujetándola de su pequeña cintura —. Te amo mujer.

—¡Papi! —ya se me hacía raro que Jean no corriera a abrazar mi pierna.

—Hola campeón ¿Cómo estás? —lo lance en el aire para después atraparlo.

—Todo el día se la paso comiendo carne —dijo Alem —. Debes hablar con él.

—¿En qué quedamos Jean?

—Lo siento papi tenía mucha hambre.

—Arreglaremos esto después ¿entendiste?

—Si coronel — desde que mis hijos estaban pequeños les explique con lujo de detalles mi pasado con la intensión de que puedan comprender sus raíces y la peculiaridad que no me permite envejecer.

—Llama a tus hermanos, diles que vengan a comer —deje a mi pequeño en el suelo.

—Si —salió corriendo a la biblioteca.

—¿En dónde se meten todos? —tome asiento junto a mi esposa.

—En el laboratorio —respondió Alem —. Tienen un interés muy parecido al tuyo hablando de medicina, aunque lo han combinado muy bien con sus preferencias en robótica e ingeniería. Si siguen así crearan maquinas que aporten a diferentes campos en los que te especializas.

—Excelente. Mis hijos deben superar mi capacidad intelectual.

—Hola papi —Amandine beso mi mejilla antes de sentarse.

—Bonjour père —Ezra palmeo mi hombro.

—Hola pa —Barak me miro a los ojos.

—¿Qué estaban haciendo? —observe al resto de mis hijos acomodarse en su lugar.

—Amandine dice que el vientre artificial lo modificaste para que desde el interior del útero realices cirugías sin que el producto corra peligro —Ezra bebió un trago de agua.

—Así es. Además de que he estado trabajando en eliminar las células que provocan el cáncer, esto ayudara a que desde el proceso embrionario las células del producto no identifiquen tales errores.

—Interesante ¿Cuáles son los avances? —pregunto Amandine.

—La unión de células animales ha provocado que la sangre expuesta a dichos cambios se modifique en color y densidad, además de que vista a través del microscopio logre que las plaquetas se reproduzcan con facilidad. Por otra parte, los glóbulos rojos se mantienen con una capa de tejido que lo protege y el sistema inmunológico ataca con efectividad a los microorganismos que son una amenaza.

Voraz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora