Medidas extremas

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Medidas extremas






Aunque Harry había querido pasar todo el día con Severus, éste se disculpó con él por no poder complacerlo. Aseguró tener un compromiso ineludible que requería de su tiempo el resto del día, así que tan solo comieron juntos lo que Dobby había llevado a sus habitaciones, y luego Harry tuvo que marcharse.


Aun así no se sentía triste, Severus fue bastante cariñoso con él, y realmente parecía afligido de no poder olvidarse de sus deberes y dedicarle todo su tiempo a lo que tanto deseaba: estar con Harry.


Al llegar a su habitación, el ojiverde sonrió al encontrarse a Ron ensimismado escribiendo apuradamente en un pergamino recostado boca abajo sobre su cama.


— ¿Escribes a tu mamá? Envíale mis saludos, por favor. —le dijo recostándose a su lado, imitando su postura desgarbada.

— No, no es a mamá... Es a Viktor.


Harry se sorprendió ante esa respuesta. Hasta ese momento creyó que el Búlgaro no era del agrado de su amigo, incluso le había escrito pidiéndole romper comunicación ¿porqué habría ahora de escribirle?


Lentamente fue inclinándose para leer, en espera de que en cualquier momento Ron se lo impidiera apartando el pergamino de su vista, pero no fue así. Incluso el ojiazul lo colocó más al alcance de su amigo.


— Hace poco estuvo en el colegio. —le informó dejando caer su rostro para ocultarlo sobre el colchón—. Me invitó a salir y no acepté, le eché del colegio y le pedí que no volviera más.


Harry no dijo nada, tomó la actitud de Ron como una invitación a leer y así lo hizo. Cada vez estaba más confundido, su amigo pedía al jugador de Quidditch que volviera, que aceptaba su cita y le esperaría al día siguiente en el lobby del colegio para ir a beber juntos.


— ¿Porqué haces esto?

— Porque ya no quiero estar solo, Harry. —respondió aun escondiendo su rostro que su voz se percibió apagada por el colchón, sin embargo, el ojiverde sí lo escuchó.


Conmovido por la tristeza que debía estar sintiendo, Harry enredó su mano en los alborotados cabellos rojos. Sentía que algo tenía que hacer, su tiempo estaba contado pero aún tenía oportunidad de ayudar a sanar el corazón de Ron.


— Creí que quien te gustaba era Sebastian.


Harry sintió de inmediato los músculos de Ron tensarse, seguramente no se había esperado escuchar esas palabras de su mejor amigo. Poco a poco Ron se giró a mirarlo, en sus ojos azules se adivinaba la confusión... y la angustia por sentirla.


— ¿Él te dijo algo?

— No, pero ya veo que no me equivoqué. —afirmó sonriéndole sin dejar de peinarle su cabello—. Ron, no tienes porqué sentirte mal porque alguien te atrae, es algo completamente normal, y me parece que eres correspondido.

— ¿Cómo puedes hablar de eso con tanta serenidad?... ¡Sebastian es tu prometido!

— Pero yo no lo amo, y él tampoco a mí. Y cuando yo...


Harry calló repentinamente, estuvo a punto de decir "cuando yo no esté" y eso era algo que Ron no tenía que saber, así que tomó aire y sonrió con cariño.


— ... cuando esa boda haya pasado, quiero que te des una oportunidad. Si realmente sientes algo por Sebastian, no lo desaproveches. Nada me haría más feliz que saber que tú lo eres.

— No. —negó con necedad—. Yo no creo que sea honroso para Hermione, a ella es a la que amo, y a la que deberé amar siempre.

— ¿Por eso buscas a Krum? ¿Para huir de Sebastian?

— Escucha, Harry... —dijo incorporándose hasta quedar sentado sobre la cama—... si Sebastian me parece atractivo, no es gran cosa, también Krum lo es, y yo no me enredaré nunca con el esposo de mi mejor amigo, haya o no haya amor entre ustedes.

— Pero...

— ¡No lo haré, Harry! —afirmó categóricamente—. Sebastian no es mi única opción, la tuya sí, y te comprobaré que si no morí por Hermione, mucho menos moriré por él.


Harry asintió sonriéndole. Ahora tenía una razón más para no unirse a Sebastian, pero eso no podía decírselo, así que decidió fingir que se olvidaba del chico rumano y empezó a bromear al respecto de la cita que ahora Ron pedía a Viktor.


Le agradó ver que su amigo no se molestaba, tan solo entornaba los ojos casi divertido de poder hacer que Harry encontrara algo gracioso con lo cual jugar.


Me he enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora