Me he enamorado

Las explicaciones de Severus

Las explicaciones de Severus

Harry sonrió nervioso e incrédulo, por un segundo temió que la integridad mental de Severus hubiese sido afectada por tan aterrador viaje al inframundo, pero la seriedad del ojinegro decía lo contrario.


— ¿Porqué dices eso? —cuestionó aturdido—. Yo no puedo estar embarazado... es imposible.

— No lo es. Ya sabes que los magos pueden embarazarse y...

— Sí, ya sé, pero yo no. —apremió irritado—. Hay una poción, se debe tomar para eso y...

— ¿Recuerdas nuestra primera vez?

— Claro que la recuerdo, Severus, cada detalle de esa noche.

— ¿Recuerdas el vino que tomamos?

— Sí ¿qué con él?

— No era vino. —confesó sonriendo—. Era la poción para lograr embarazarte, pude mejorarla para que no hubiera errores y además....

— Espera... ¡¿Que hiciste qué?!


Severus enfatizó su sonrisa sin darle importancia al descontrol de Harry, supuso era normal que se asombrara, después de todo, su hazaña no tenía precedentes en el mundo mágico.


— Hice que te embarazaras. —repitió orgulloso, Harry mantenía sus ojos muy abiertos y titubeaba sin lograr articular palabra por lo que Severus aprovechó para continuar explicándole—. Y no solamente eso, Harry, no sería un embarazo común, la perfección de la fórmula implicaba que tu alma y la del bebé se mantendrían unidas más allá de la muerte... es algo parecido a la maldición que Bellatrix realizó en ti, pero sin magia oscura. Bueno, sin demasiada magia oscura, el bebé no debía contaminarse porque...

— ¡Oh por Dios, por Dios!


Harry se puso de pie caminando de un lado a otro de la habitación. Lo que escuchaba era demasiado perturbador, hundió sus dedos en su cabello sin saber cómo controlar la ansiedad que sentía.


— Respeto tus creencias ideológicas, pero en realidad lo que quiero decir es que tu bebé era portador de magia blanca pura, Harry. Para que me entiendas más claramente... ¿recuerdas lo que le hacía a Quirrell, aquello que Dumbledore llama "amor"? —Severus no esperó la respuesta de Harry, el chico le miraba impactado pero era obvio que no podía haber olvidado la protección de su madre—. Bien, al cumplirse la maldición de Bellatrix, tu alma viajó hasta ella, pero no sola, ibas con tu bebé, y él te protegió.

Severus guardó silencio un momento, parecía esperar una reacción en Harry pero éste continuaba impávido, así que decidió continuar con sus explicaciones.


— Bellatrix conoce tanto como yo de la magia oscura, y sabe que tener un alma pura en las tinieblas era peligroso, podía empezar a absorberla y causar un verdadero caos universal.


— ¡Basta! —exclamó Harry incapaz de seguir escuchando.


Severus guardó silencio de inmediato. No comprendió la respuesta alterada de Harry, estaba relatándole lo más extraordinario que había logrado en su vida, quizá más que cualquier otro mago en conocimiento de artes oscuras, y no parecía tan impresionado como debería.


— ¿Estás molesto?

— ¡Claro que estoy molesto! —jadeó Harry volviendo a caminar de un lado a otro—. ¡Me estás diciendo que me embarazaste sin consultarme y además arriesgaste el alma de un bebé inocente en una absurda aventura!

— No, creo que no has entendido. —aseguro Severus con toda tranquilidad—. El alma del bebé no corrió nunca ningún peligro, Harry, yo sé cómo reacciona la magia oscura y supongo que tú también tienes un conocimiento aunque sea algo precario. El caso es que era imposible que el alma del bebé sufriera daño alguno.

— ¡Es que no puedes asegurarlo, Severus! —exclamó Harry apesadumbrado—. ¡Nadie había ido allá y regresado, no podías saber que funcionaría!

— ¡Pero funcionó! —enfatizó abandonando su asiento para buscar a Harry, le urgía que él entendiera el gran éxito obtenido, así que le sujetó suavemente por los hombros para poderse mirar a los ojos—. Estamos de regreso, Harry, y nada malo ha sucedido, en cuanto volvimos el encantamiento terminó, tu embarazo es ahora completamente normal.


Harry miró a Severus y le parecía increíble no encontrar en su expresión ni un poco de preocupación o remordimiento. Y de pronto, sintió que un calor helado le recorría el cuerpo al tomar en cuenta algo que le confundía.


— Severus, si yo pude volver por mi embarazo... ¿Cómo regresaste tú?

— Me alegra que lo preguntes. —afirmó Severus cada vez más emocionado—. La última noche que pasamos juntos, me embarazaste.


Eso fue todo lo que Harry escuchó, una neblina le oscureció la visión y se desmayó.