"La realidad es compleja, difícil de comprender. Eso es lo que nos aterra.
Y ese mismo miedo nos llevó a simplificarla con mitos, fantasear con otra realidad más sencilla. En definitiva, nos llevó a la mentira"Realidad – Victoria Burns
–Michelle Smith–
Apenas sabía dónde me encontraba, los últimos minutos habían sido un caos, y no era capaz de darle sentido a mis recuerdos, había sido demasiado rápido. Pero, por algún motivo, allí estaba. En la oficina de Francis en Fairy Luck, taponándole una herida de arma blanca a mi jefe que no paraba de sangrar, mientras Fernand iba de un lado a otro recogiendo todo el material que podía para operarle, apañándoselas como podía, pues por su tamaño apenas llegaba a las estanterías.
Intenté ayudarle un par de veces, pero me recriminó que no soltarse ni por un segundo la herida, le habían atravesado una arteria y cualquier error sería fatal.
Entre tanto caos intenté darle sentido a mi mente, a mi lado se encontraba la máscara de Fenrir, aquella maldita máscara blanca agrietada de un solo ojo y sonrisa espeluznante, manchada con la sangre de Francis.
Entonces recordé.
Tras el incidente del almacén Francis se había desmayado, y al intentar ayudarle no sólo descubrí que sangraba, sino que también era Fenrir.
No podía describir cuán estúpida me sentía, pero las llamas de la furia rugían rabiosa en mi interior, aquel idiota de pelo anaranjado me había ocultado su secreto y, para más inri, me había hecho creer que lo habían transformado en carta o... algo peor.
¡¡¡Y me había preocupado por él!!! ¡Casi me matan por él!
Me sentía totalmente usada... Pero no era momento para pensar en ello. Ahora lo importante era salvarle la vida, y me mantuve firme sujetando la herida, la sangre empapaba mis manos endurecidas y tapizada por el trabajo en la forja.
Seguí recordando, poco después de mi descubrimiento, tapé la herida de Francis por instinto, dudaba entre que hacer, tenía que llamar a la guardia, era un criminal buscado, pero había ayudado a esas niñas... Pero recordé que me había mentido.
Pensé en llevarlo al médico, pero, ¿y si la policía lo investigaba? ¿Y si me acusaban de cómplice? ¿ Y si llamaba la atención de más de esos matones?
Antes de que me pudiera imaginar más situaciones, la pared de ladrillo que tenía en frente se separó ante mis atónitos ojos, y de ella salió Fernand. Sus ojos mostraban una amarga sorpresa.
– Adentro, rápido. – Me ordenó, ayudé a Fernand a transportar el cuerpo al interior del lugar, sin saber como nos encontrábamos en la oficina de Francis. De hecho, habíamos salido por un armario muy parecido al de Fenrir. Fernand me comentó por encima que era un método que usaban para el contrabando... Genial, ahora eran contrabandistas.
Toda la oficina tenía detalles de Fenrir, túnicas, material de trucos de mágia e incluso armas, ¿lo había ocultado todo ante mis narices? ¿Desde cuándo?
Y allí estaba, sujetando la herida sangrante de mi jefe, que cada vez estaba más pálido, no paraba de sudar, un sudor frío,gélido, y estaba empezando a delirar.
– Lo... Lo siento... Da... Daño... – Francis decía palabras aleatorias y sin sentido. – Os...oscuridad...
– Cállate... – Le ordené con excesiva brusquedad, aunque las controlaba, las llamas seguían ardiendo en mi interior – ¡Fernand! ¡Date prisa!
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Fairy Luck : La marca del Fénix || Libro 1||
Fantasy"¡Sean todos bienvenidos a Fairy Luck! Tu tienda de antigüedades y artículos mágicos de confianza." ★ Situada en el corazón de Brinchexter, ciudad inglesa en plena Revolución Industrial de un mundo donde existe la magia, se encuentra la tienda de Fa...