Capítulo 50

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“Algunas pesadillas son ventanas a un mundo oculto por los dioses,como dos reflejos de un espejo, que muestra dos mundos”

El reflejo del alma – Sullivan Todd

Mary Smith–

– ...y tras limar estas asperezas. Hemos acabado.

John observaba con gran detenimiento cada uno de los pasos que realizaba, el chico había heredado mi pasión por la herrería, por lo que epenas se iba de la forja una vez que me metía a ella

– ¿Cuándo me vas a dejar hacer mi propia obra maestra? – Preguntó con entusiasmo. – Ya tengo quince años.

– Oh, venga. Sigues siendo un niño. – Bromeé.

– ¡No lo soy!

– No quieras correr, aún te queda mucho por aprender. ¿Esta tarde vas a salir?

– Sí.¿Por...?

– Por si podrías presentarme a esa chica con la que te juntas. ¿Cómo se llama...? ¿Eveline? – Pregunté con cierta picardía – Tendré que darle el visto bueno a mí futura nuera, ¿no?

– No digas tonterías. Es solo una amiga... – Era como leer un libro abierto, se le notaba todo lo que se le pasaba por la cabeza. Claro que le gustaba.

– Ya..ya... Eso decía tu padre.

John decidió ignorarme e irse a su cuarto justo cuando empecé a reírme.

Alguien irrumpió en la herrería, por su forma de andar, acompañada de un bastón, no dude ningún momento en que se trataba de Mike.

Salí rápidamente a saludarle, pero no me vi capaz. De nuevo tenía esa mirada, una mirada de fuego y una sonrisa soberbia. Alrededor de sus ojos pequeñas grietas incandescentes se formaban.

Kail-un volvía a poseer su cuerpo, dejó su sombrero en el perchero y el bastón con cabeza de fénix a un lado.

– Muy buenas tardes, señora Smith. – Saludó Kail-un.

– Quiero hablar con mi marido. – Respondí fríamente, últimamente Kail-un tomaba demasiado el control de Mike, y eso me preocupaba.

– Ha utilizado demasiado mi poder, y mi presencia lo está deteriorando. Estoy dejando su mente descansar, si no llega a ser por mí no llega a casa.

– ¿Y se puede saber porqué abusa de tu poder?

– Quiere encontrar Telos, donde podré separarme de su cuerpo y convertirlo en campeón. Claro que es una tarea harto laboriosa, incluso para un portador. Más aún con la cantidad de vacíos que parece aumentar dia a día. Y los elfos son recelosos...
En fin, ya hemos llegado a casa, Mike. Te devuelvo tu cuerpo. Mary, extiende esos brazos.

Sin que apenas pudiese reaccionar, el cuerpo de Mike se precipitó y por suerte lo agarré. Aunque todo el peso de su cuerpo casi me tiró al suelo.

Mike fue recobrando el conocimiento poco a poco.

– Hola...Mary...

– ¿Cómo que hola? Te pierdes durante semanas, llegas medio muerto y...¿solo me dices hola?

Mike se reincorporó como pudo y avanzó  apoyándose en la pared hasta poder sentarse en una silla.

– Mary, esta vez estoy cerca. Lo noto...tienes que verlo. – Su voz débil y su falta de fuerzas no ocultaban el brillo de emoción en su mirada.

– Mike, tengo 35 años. No estoy para vivir aventuras como cuando era una chiquilla. Tenemos un hijo. Deberías centrarte en lo importante.

– Mary...no digas que no te hace ilusión. He seguido el mapa, y he encontrado un lugar donde se resguarda otra gema.
Otro dios...

Fairy Luck : La marca del Fénix || Libro 1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora