Capítulo 49

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“Es una estupidez querer ver el final sin entender el principio”

Amanecer de la noche – Koral Bacon

Michelle Smith–

Transportada en un carro de mercancías, completamente a oscuras, escuchaba el relinchar de los caballos y el crujido de la madera y de las ruedas oxidadas.

Según Rin, no estaba en condiciones de andar, y no podía permitir que la nueva Odín caminase por las calles sin protección, claro, hasta el momento de nuestro gran enfrentamiento.

La oscuridad de esa cajuela no paraba de recordarme lo sucedido, deseaba que mis amigos estuviesen bien, pero sobrevivir al poder de Kail-un era algo casi imposible.

Me sentía fatal, la presión en mi corazón era tan grande que tenía que encogerme en el suelo para poder soportarlo.

Estuve a punto de rezar por ellos, pero entonces recordé quien era el culpable. Kail-un, el “misericordioso dios  creador”, “el padre de todos”.

Y ni siquiera me había dirigido la palabra, ni una mísera explicación.

Pero daba igual, tenían que estar bien, lo  sentía en mi interior. Ellos habían sobrevivido, lo sabía. O eso quería creer.

Entonces sentí una presencia extraña. Entre la oscuridad, una sombra de forma cambiante me acechaba.

– Hola... Michelle. – Saludó Mary con su siniestra voz.

– Tú...¿De verdad eres mi abuela? No me lo creo... – Me daba repelús el simple hecho de pensar que descendiese de una criatura tan sanguinaria como ella.

– No lo sé. Apenas recuerdo mi pasado, no recuerdo tener nietos.

– ¿Que quieres?

– Hay algo en tí que llamó mi atención desde el primer día. Eres un ser extraño, Smith. No deberías estar viva...pero tampoco muerta.
No deberías existir, sin embargo, existes.

– ¿De qué estás hablando?

– ¿Estás segura de ser humana, Smith? Al menos, de forma completa.

– Que tontería es esa. Claro que soy humana. La verdadera pregunta es...¿Quién eres tú?
Porque eres mi abuela, Mary Smith... La última portadora de Kail-un...pero, ¿Por qué ahora eres lo que sea que eres?

– Es una duda razonable. Soy una vacío, pero no soy como el resto de vacíos. Yo tampoco debería existir, pero existo.
¿Cómo es posible? ¿Que soy? ¿Quién soy?
Si tan solo el dolor me permitiese pensar con claridad... – Se lamentó en un llanto espeluznante. – Ya, se...tú puedes ayudarme.

– ¿Ayudarte?

– Has visto mis recuerdos, a través de Kail-un. Mi vida antes de la muerte. Hazme este favor, Smith.

Del cuerpo de la vacío se extendió una oscuridad profunda que lo consumió todo.

– ¡Espera! ¿Que estás haciendo? – Pregunté desesperado mientras buscaba una ruta de escape.

– Una puerta al pasado, al reino de Vortrex, los rincones de la memoria. Explora en mis lagunas...muéstrame la verdad. Otros morirían, pero tú tienes al creador de tu lado. – Sonrió de un modo sumamente macabro.

– ¡No! ¡Espera!

La oscuridad me invadió, movida por la desesperación quise recurrir al poder de Kail-un, pero la oscuridad se apoderó de mí, y acabé sumida en un frío que podía congelar mis extremidades.

Fairy Luck : La marca del Fénix || Libro 1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora