Capítulo 59

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“El reino de Telos, tierra mística donde las llamas de Kail-un muestran el camino hacia la verdad alumbrando con su luz.
Muchos prefieren seguir viviendo en la oscuridad, pues consideran que la luz de Kail-un es muy dolorosa, cuando en realidad temen de su verdad”

La luz de Telos – Jeremiah Filch

–Feanor Lake–

Aquel lugar solo podía existir en los libros de leyendas, sin embargo, ahí estábamos, en Telos. Aún más májestuosa de lo que yo me hubiese podido imaginar.

Pasillos triangulares, de un dorado brillo, grabados de formas varias, todas ellas siguiendo patrones geométricos de preciosos mosaicos coloridos.

A nuestro paso, las antorchas y braseros se iban encendiendo, sin ninguna explicación lógica.

Algunas estatuas, de unos seis metros de altura que parecían ser soldados humanoides, pero con la cabeza de un fénix, vigilaban a la entrada de las puertas. En sus manos llevaban enormes lanzas afiladas, casi tan grandes como ellos.

Las estatua giraron sus cabezas para seguirnos con la mirada, al pasar.

– ¿Son autómatas? – Preguntó Nath – No se parecen en nada a las de Krähennest, no parecen tener articulaciones para los engranajes...¿Y que son? ¿Hay alguna criatura así en tus libros de fantasía?

– No tengo ni idea... – Contesté igual de sorprendido.

Caminamos con cautela, el sonido de nuestros pasos generaba ecos que resonaban con armonía al crepitar de las llamas, dando un tono místico.

Al llegar a una de las puertas, las estátuas levantaron sus lanzas, y giraron sobre su eje con unos pasos firmes y pesados. Nos pusimos en guardia, por si las estátuas nos atacaban.

Pero Michelle siguió avanzando, sin importarle nada.

– ¡Michelle! ¡No te acerques, ya no eres una portadora! – Le avisé.

Pero siguió avanzando, al llegar junto a las estatuas, estás cruzaron sus lanzas generando un arco por donde pasar, como si le diesen la bienvenida

Tras dudar un poco la seguimos, sin perder de vista las estátuas, llegamos a una zona llena de pasillos que podrían ser perfectamente ser un laberinto.

– ¿Y ahora por dónde? – Preguntó Fey – Será mejor que nos demos prisa, no me gustan los lugares cerrados.

– Ser como hormiguero...A Ari gustar...aunque muy luminoso...

Michelle eligió un camino y fue por él.

– ¿Michelle? – Le llamé la atención, pero siguió ignorandome, desde que habíamos cruzado el portal no había dicho ni una palabra.

– ¿Deberíamos seguirla? – Preguntó Sundry – La chica no está bien...¿Y si nos mete en un lío? ¿Cómo sabe el camino?

Michelle se detuvo.

– Ya he estado aquí... – Contestó, con la voz perdida, y siguió avanzando.

Sin otra elección, la seguimos de cerca. No sé cuánto tiempo estuvimos andando, parecía una eternidad.

– Oye, Feanor... –Me llamó Nath, Arthur la ayudó a caminar al ver que está casi se desplomaba.

– No deberías estar caminando...Ese Rin te ha dado para el pelo. – La regañó Arthur.

– Estoy bien... – Masculló Nath..

– Es demasiado orgullosa como para aceptar ayuda. Que te deje que la lleves significa que no está bien. - Indicó Carnigan.

Fairy Luck : La marca del Fénix || Libro 1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora