Capítulo 60

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“El motivo de toda luz y llama es la de apagarse algún dia”

Luz del día – Federick Kenway

Feanor Lake–

Telos era un lugar demasiado tranquilo, desde que habíamos llegado nada había ocurrido, ni siquiera una discusión entre sus habitantes.

El mayor movimiento militar que podías ver era a los Phoenin guardianes que esperaban la llegada de Rin en las murallas de la ciudad.

Eso sí, aunque todo era tranquilo, me ponía nervioso la total devoción que aquellas aves tenían hacia la figura de Kail-un, y en la que basaban todas sus creencias y esperanzas.

No hacían nada para defender su ciudad, tan siquiera parecían nerviosos por la amenaza del inminente ataque, vivían como si fuese un día normal. Confiando en que nada podía salir mal, porque “era el plan de Kail-un”

La mayoría descansábamos o nos preparábamos antes de la batalla. Odín no venía con un ejército, pero íbamos a tener que darlo todo para detener a Rin, más aún si no contábamos con el poder de Kail-un.

Michelle, por su parte, se había encerrado en una de las forjas de la ciudad, no se que estaría haciendo ahí dentro, pero ya llevaba un buen rato.

Dudaba entre si entrar o no, quizás necesitaba ayuda, pero no tenía ni idea de cómo tratar el metal, así que me quedé elaborando todo tipo de pociones en una mesa apartada.

Escuchaba a Nath y Arthur entrenar junto a Ari. Fernand y Sundry hicieron lo mismo pero por su cuenta. Mientras que Leo se quedó sobre una colina, meditando.

Clint practicaba su puntería.

– Hola,  Fenrir. – Me saludó Fey – ¿Crees que Michelle podrá hacerle unas mejoras al rifle de termita? Necesito que sea más potente...

– ¿Tienes planeado usarlo?

– Sí...por lo que he entendido de los portadores, no son más que mortales. Incluso Ari me comentó que logró herir a Rin cuando lo pilló distraído.Tenemos que hacer que baje la guardia, entonces será un elfo más. Pero mientras... quiero tener toda la potencia posible.

– Ya veo...¿Estás bien? Por Aristo...

– Fenrir...no hace falta que te preocupes por mí. Vengaré a mi hermano, ese maldito va a pagar, caerá por mi mano.

– No, no lo harás. – Fey pareció molestarse, pero yo seguí elaborando pociones. – Si te mueves por la venganza, te cegarás llegado el momento. Y no puedo permitir que arrastres al resto contigo.

– Pero...¡Tiene que pagar! – Vi a su ojo izquierdo llenarse de lágrimas a través de la rotura en su máscara que solo le cubría la mitad del rostro.

– Y lo hará. Y si llega a ser por tu mano, lo será. Pero no va a ser tu objetivo, vas a ser nuestro apoyo. Que no se te olvide. Si actuases ahora, solo fracasarias.

Fey pareció caer en razón y se relajó.

– Supongo que tienes razón...ya has pasado por algo así, al fin y al cabo.

– Fey...arregla tu máscara. Necesitas protección. – Le aconsejé.

– Oh...claro. Hablaré con Mich.  Seguro que puede arreglarla – Fey entró a la forja, me quedé otra vez en soledad. Hasta que Carnigan llegó y se sentó con brusquedad a mi lado, sacándome de mi estado de concentración.

Carnigan soltó un largo suspiro antes de comenzar a hablar, lo que me puso algo nervioso. Pero seguí trabajando.

– ¿Quién iba a pensar que acabaríamos así cuando te encontré en esa tienda? – Comentó

Fairy Luck : La marca del Fénix || Libro 1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora