Capítulo 33

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Todo lo que conocías solo existe para ser destruido. Pues mañana verás que no tenías ni idea de nada.

Paradoja de un estudiante – Lumiere Lupin

Feanor Lake

“Fenrir es un asesino. Fenrir lo ha vuelto
a hacer. Ha vuelto. ¿Qué vamos a hacer?”

Esas eran las palabras que se repetían entre las calles de la ciudad de Krähennest, voces que se perdían entre la multitud y el eco de aquellos elevados edificios.

Algunos lo decían con emoción, otros estaban atemorizados. Otros simplemente lo trataban como una curiosidad.

No entendía que estaba pasando. Yo no había actuado, menos de ese modo. Tampoco era lo que esperaba escuchar al llegar a esa ciudad. Pero aquellas palabras eran las que me habían sacado de mi sueño y las que escuchaba,levemente, llegar a través de mi ventana. Como un murmullo lejano.

La luz de los primeros rayos del alba acariciaban mi rostro. Recordándome que teníamos que partir cuanto antes. Me había quedado dormido, si que debía haber estado agotado.

Me incorporé y me propuse apartar la sábana que me cubría cuando noté algo pesado sobre ella.

Aquella chica, Kara, se había quedado dormida sobre mi cama y dormía plácidamente. Es cierto... Creo que se había acercado a altas horas de la noche. Asustada por alguna pesadilla, la historia de que un Cuervo la perseguía en la oscuridad.

Me había comentado el como más de una vez la habían perseguido durante los toque de queda, al no tener hogar incumplía la ley de Odín...la simple idea de que habían Cuervos allí fuera la atemorizaban.

¿Qué Odín protege al pueblo? Puede. Pero a que costo.

La verdad es que sólo recordaba fragmentos sueltos, pero creo que apenas estaba despierto cuando eso sucedió.

La dejé quedarse conmigo casi por inercia.

Pobre, se había conformodado con dormir encima de la manta. Normal para alguien que había vivido en la calle, y aún así, seguía siendo algo doloroso.  Es fácil olvidar eso cuando ya no tienes esa vida.

Me levanté evitando hacer ruido, la cogí en brazos y la metí dentro de la cama con cuidado para luego taparla. Tuvo un pequeño espamo y temí despertarla.

Por suerte siguió durmiendo, por un segundo, pensé en dejar esa tortuosa aventura, y quizás vivir una vida normal junto a mi hermano, en aquel orfanato.

Céntrate Feanor... Ya es tarde para pensar siquiera en una vida normal.

Salí de mi habitación. Dolby ya estaba levantado y se encontraba haciendo el desayuno.

– Buenos días, bello durmiente. Aún queda una hora para que sean las siete. Has dormido cuatro horas.

– Pfff...duermo poco... Y debería haber partido hace una hora...¿También cocinas? Con razón los niños están tan famélicos, pensé que sería por el desabastecimiento del tercer círculo. Pero no, esto tiene más sentido. – Me burlé.

– Ja ja...muy gracioso. Quemé la cocina la primera vez que cociné. Sí...¿Pero me lo vas a recordar siempre?

– Hasta que te mueras, hermanito. Tenemos que irnos.

– Has escuchado lo que dicen por ahí. Tienes buen oído.

– Sí.

– ¿Lo has hecho? ¿Has vuelto a...?

Fairy Luck : La marca del Fénix || Libro 1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora