Capítulo 63

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“La muerte es imparable, es por ello que enfrentarse a Vortrex es prácticamente un suicidio”

Huida del Reino de Vortrex – Gunther Davies

–Rin–

¡Era imposible! ¡No tenía sentido!

Michelle atacaba a una velocidad imposible de predecir, y cada golpe impactaba con la fuerza de un titán, rompiendo el aire con cada impacto.

Varias veces, esquivé su afilada lanza en el último segundo, y más de una ocasión rasgó mi carne.

Le ataqué de vuelta para liberarme, el impacto me lanzó para atrás, acabé chocando con una de las piedras flotantes, Michelle se alzaba imponente, su brillo dorado resplandecía entre la oscuridad, su llama crecía hasta parecer que el sol traspasaba la oscuridad del cielo, y su lanza, se dirigía hacia mi de forma amenazante.

Se impulsó hacia mí con la velocidad de una bala y dejando una estela tras de sí, a su alrededor aparecieron círculos de invocación, y múltiples espíritus de fuego se formaron a su alrededor.

Acúmule toda la energía que me dio tiempo, el dolor y la agonía se apoderaron de mi ser, destrozando mi carne y mutándo mi aspecto, mi hocico se alargó, y algunos huesos atravesaron mi carne, destrozando cada músculo.

Con agoníá, salté contra ella, chocamos, ahora parecía que estábamos más igualados, era tan emocionante...

Claro que la iba a derrotar, contaba con el apoyo de Dios, nadie podía conmigo...

Lancé una serie de ataques de energía a cada espíritu que me acechaba, rompiendo el ambiente con resplandores púrpuras.

Michelle atacó con su lanza, la esquivé echándome un lado, la lanza cortó mi mejilla, la agarré y tiré de ella, una sensación de ardor invadió mi brazo, pero seguí a mi quehacer, ignorando el dolor, y lancé a Michelle contra la pirámide.

Ella se estrelló levantando una gran cantidad de polvo y escombros. Analicé mi mano derecha, una intensa quemadura recorría mi palma, pronto se oscureció, por el poder de Vortrex.

No esperé a que Michelle se recuperase, cargué una gran cantidad de energía, y la lancé contra Michelle, la iba a desintegrar, junto con su templo.

Pero algo partió el rayo de energía a la mitad, desviandolo a los laterales de la pirámide, un chirrido eléctrico lo siguió.

Michelle atravesó el plasma como cualquier cosa, utilizando su arma como conductor de su energía, se dirigió hacia mí a gran velocidad, clavandome una ardiente mirada de puro odio y determinación.

Desesperado cargué mi energía en mis manos, iluminándose con aquel brillo púrpura, y comencé a lanzar una serie de hechizos explosivos que, con suerte, la debilitarían o distraería.

Pero Michelle las atravesó sin pensar, las que no le dieron, explotaron a su alrededor, y las que iban directas hacia ella, las desvió con un  simple golpe de lanza. Iba directa hacia mí, y nada la iba a detener.

Me preparé para el inminente impacto, pero Michelle se desvaneció en el acto, me quedé confundido, cuando noté una presencia a mi espalda, reaccioné demasiado tarde, Michelle me lanzó una patada en todo el rostro cuando me giré.

No tenía sentido, no tendría que sentir dolor, y aún así...

Traté de golpearla, pero volvió a desvanecerse. Nervioso, la busqué rápidamente, para llevarme otro impacto directo que me cortó la respiración.

Michelle se volvió a desvanecer, la vi en una de las rocas, impulsandose a la velocidad de la luz para impactarme, con cada impacto repetía este proceso, hasta que iba tan rápido que me daba varios cientos de golpes por segundo, su brillo se intensificó.

Fairy Luck : La marca del Fénix || Libro 1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora