Capítulo 28

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"Aquel lugar que conocen como nido de cuervos es a simple vista el culmen de la fantasía"

Ciudades del mundo mágico – Gregor Kariasto

Michelle Smith–

Un saco lleno de chatarra.

Podría describir muchas cosas de ese breve trayecto en tren hacia Krähenest, el último trecho instantes antes de que cerrasen las rutas comerciales.

La tensión y la angustia de no saber si un Cuervo nos estaba vigilando , la certeza de saber que nos esperaban y la incertidumbre de saber cómo iba a actuar y ,como esto, el saber que actuarían pero sin saber cómo o cuando provocaba una incomodidad indescriptible.

El silencio sepulcral de todos, interrumpido únicamente por el traqueteo del tren, provocaba que aquellos frondosos bosques en los que  hacia difícil el orientarse fuesen algo más perturbadores.

Sin embargo, solo podía fijarme en una cosa a primera vista sin importancia.

Una bolsa llena de chatarra.

Antes de marchar, Feanor le compró a mi madre una bolsa llena de chatarra, lo que obviamente la pilló de sorpresa. Tanto o más que a mí, aún así se la vendió y Feanor la trajo consigo. Pese a mi insistencia, Feanor se mantuvo receloso. Lo que únicamente aumento mi interés por ella, pero sabía que insistir más no me llevaría a nada.

– Llegaremos en dos minutos. – Anunció Marshall.

– ¿Deberíamos ir en tren? Saben que es suyo...– Dije.

– Tranqui, herrera. Esta monada tiene una capa nueva de pintura y Feanor se ha encargado de todo localizador mágico. Para ellos es solo un tren de mercancías. – Explicó Marshall

– Pero no tenemos papeles para esto...F, más vale que hayas planeado bien esto. – Dijo Fernand.

Feanor se mantuvo en silencio con la mirada perdida en el horizonte.

– Ari, ponte tú collar. Ahora. – Ordenó

– ¡Si! – Ari se puso su collar y adoptó su forma humana

– Vale... Cuando lleguemos actuad de forma natural. Yo me encargo del resto. ¿Entendido? – Preguntó Feanor, más receloso de lo normal.

Kail-un salió del colgante y se posó en una barandilla.

– Ya está el elfo haciéndose el importante...– Se burló.

– ¿Tienes algo que decir? – Lo encaró Feanor. – Porque si no es así, será mejor que cierres el pico

Kail-un estirazó sus alas y se alisó su plumaje, si podía llamarse “plumaje a las lenguas de fuego que recorrían su cuerpo.

– ¿Que formas son esas? ¿Acaso un dios no puede salir a estirar las alas? Solo me interesaba por vuestra conversación.
Me parece interesante, cuánto menos.
Me fascina que vayáis de frente, siendo que esos Cuervos van tanto a por tí, y lo más importante, a mi Portadora, por ende, a mí...

– Lo tengo previsto...Michelle, tengo que recordarte que si entramos en Krähennest no habrá vuelta atrás. Puede que entres a una vida que no quieres, de la que luego no podrás huir.¿Quieres seguir? Aún estamos a tiempo de echarnos para atrás... – Me preguntó, pese a que se mantuvo más firme de lo normal pude notar cierta preocupación en su voz.

– Bueno. El templo de Kail-un está en los alrededores de la ciudad. Si eso me permite curar a mi abuelo...quiero hacerlo. Además, creo que ya estoy metida hasta el fondo, en lo que sea que vaya el tema de Cuervos y Lobos.

Fairy Luck : La marca del Fénix || Libro 1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora