Fairy Luck : La marca del Fénix || Libro 1||

Capítulo 30

“Aprende del pasado, es el maestro más severo y cruel. Pero no hay ninguno mejor"

Pasado maestro – Liun Sei

–Michelle Smith–

Muy bien, recapitulemos.

Hace tres años abrió en Brinchexter una tienda llamada Fairy Luck de la que rápidamente me enamoré y, cuando tuve edad para trabajar, entre allí.

Un día, mi jefe me entrega una gema en la que en su interior se encuentra un dios...

¡Y menudo dios! El todopoderoso Kail-un para tí, portadora.

¿De verdad tienes que interrumpirme con mis pensamientos? Por lo menos diferenciate de los míos, es confuso.

– Vale...lo haré por ti. – Kail-un se comunicó mentalmente de modo juguetón. – Bueno...debería darte vidilla con tus pensamientos. La gente no quiere perder su tiempo con una recopilación de lo que ya sabe, es el relleno más aburrido de todos...y no te pongas dramas, por favor.

¡¡¡¿DE QUE HABLAS?!!! ¡¡¡ SON MIS PENSAMIENTOS!!!

– Mortales... No entendéis lo compleja que es la realidad y os aventurais a pensar cuáles son y cuáles no vuestros pensamientos. Por favor...

Mira no sé de qué hablas...¿Me dejas continuar?

– Sí, claro.

¿Por donde iba? Vale...mi jefe resulta ser un tipo enmascarado, buscado por un gobierno de elfos. Pero logra curar a mi abuelo temporalmente...
Entonces decidimos partir en búsqueda del templo de Telos, que puede ser una pista para encontrar la Divina Fuente y pedir un deseo. Intentar curar a mi abuelo... Pero resulta que un portador de Vortrex nos persigue y he acabado metida en un embrollo de corrupción, engaños y asesinatos...

Feanor está metido en un lío gordo, yo estoy metida en un lío gordo y, no se que puedo esperar de él...ni de esta ciudad, ni de que tengo que hacer....

¿Me he perdido de algo?

– ¿Me lo preguntas a mi?

Entonces dime...

¿En qué momento eso se relaciona con tener que cuidar de un puñado de niños ruidosos?

Los chillidos de los niños que corrían por el pequeño jardín que se encontraba en un patio interior de la casa empezaban a agotarme...¡Son elfos! ¿Es que no les molesta el ruido?

– Je, ese es tu problema, Portadora...yo voy a echarme tremenda siesta en tus memorias...que te lo pases bien con los niños...¡Anda, ese tiene mocos!

Gracias Kail-un, tan útil como siempre... 

Le limpié los mocos al crío con un pañuelo, y lo dejé volver a lo que parecía un campo de guerra en miniatura.

¡No se estaban quietos ni un segundo!

Tenía que estar vigilando que no se escapasen a la cocina o se hiciesen daño mientras Dolby terminaba la comida. Mis riñones me estaban matando.

Khara, la chica del pelo rojo se acercó a mí con un grupo de amigos que acababa de hacer.  Pues si que se adaptaban rápido

– ¡Señora!

– Tengo dieciséis...no soy tan mayor... – Protesté.

– Pero no va tan bien vestida como para llamarse señorita. – Me respondió la niña con picardía, lo que me hundió por completo, y me lo decía una niña que parecía que vestía un saco de patatas. – Por otro lado...Usted es una noble que hace magia. ¡Enséñaselo! – Parecía bastante emocionada.