Nadie ha conseguido nada sin pagar por ello.
El precio de los sueños. – Damian Wayne
–Feanor Lake–
– Date más brío, quiero ese movimiento de manos más rápido. La precisión no es lo único importante. – Mis palabras sonaban con firmeza en aquel vagón de tren.
Me sorprendía la fuerza de voluntad que poseía Michelle, llevamos practicando los hechizos básicos, basados en los símbolos de la alquimia, por dos horas seguidas, sin tomar ninguna descanso.
Y, pese a no haber conseguido realizar ninguno con éxito, no se rendía y volvía a intentarlo en un estado de concentración que no parecía ser propio de la chica distraída y soñadora que conocía.No podía decir que no se lo tomaba en serio y en pocos días había conseguido unos avances increíbles. La técnica la tenía bastante dominada, pero le faltaba poder.
En un momento dado se dejó caer al suelo del cansancio.
– ¡Descanso! No puedo más, se me cansan los brazos...y el maná quema – Dijo agotada
– Me sorprende que hayas aguantado tanto. – Abrí una petaca llena de agua y se la ofrecí. –!Menos mal que Fernand y Ari nos cubren las espaldas, porque estoy desatendiendo por completo la tienda.
– Feanor...– Dijo Michelle tras dar un largo sorbo de agua.
– ¿Si?
– Kail-un dice que deberías de dejar de ser tan tacaño y centrarte en darme poder. – Dijo.
– No soy tacaño, aprender magia requiere de mucho aprendizaje, más para una criatura no mágica como tú. Puede llegar a ser muy peligroso.
– Pero creo que tiene razón. La técnica de estos hechizos la he repasado una y otra vez, es casi inmejorable, pero me falta maná para controlar las hebras...sin magia no puedo hacer magia. Y esto no es suficiente. – Michelle se revisó el anillo de poder que le había dado antes del entrenamiento.
A simple vista un anillo normal pero con un pequeño cristal amarillo. Ese anillo permitía multiplicar en un pequeño porcentaje el maná del individuo.
Todo ser vivo produce maná, la sustancia capaz de controlar a las hebras. Sin embargo, los humanos generan muy poco y sus cuerpos están adaptados a ese poco.
Pensé en darle una pequeña ayuda a Michelle para el entrenamiento y de paso que su cuerpo se adaptase al maná.
– Pensé que con este anillo sería más fácil...pero creo que no es una cantidad adecuada. ¿No podrías darme algo más potente? – Preguntó – Estoy segura de poder soportarlo...y seguro que así vamos más rápido.
– ¿Qué? Ni hablar. – Respondí casi regañándola.
– ¿Por qué? -Preguntó intrigada.
-Mira, eres humana. Nunca producirás maná como para controlar las hebras, de modo natural. Lo único que podemos hacer es darte artilugios que faciliten la generación de maná de tu cuerpo.
Pero hay un problema, cada cuerpo tiene un límite, si se supera ese límite, el maná empieza a reaccionar con las hebras de tu organismo y podría generar estragos, es tóxico, tú misma te has dado cuenta, “el maná quema”...claro que quema, es energía pura.– Pero... Es muy poco...si pongo hasta llegar casi a mi límite...creo que haríamos progresos increíbles.
– Mira...soportar maná es complicado, requiere una actitud física preparada para ello. Es como...hacer pesas. Pyedo darte pesas muy por encima de tu nivel, aumentarías más rápido tu fuerza...0ero es muy probable que te lesiones, solo que el maná puede matarte.
Primero tienes que adaptarte y aún así, sigue siendo peligros.
Es el motivo por el que pocos elfos utilizan dichas gemas. Menos en grandes cantidades.
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Fairy Luck : La marca del Fénix || Libro 1||
Fantasy"¡Sean todos bienvenidos a Fairy Luck! Tu tienda de antigüedades y artículos mágicos de confianza." ★ Situada en el corazón de Brinchexter, ciudad inglesa en plena Revolución Industrial de un mundo donde existe la magia, se encuentra la tienda de Fa...