Capítulo 21

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"En las profundidades de la tierra se encontraba un mundo hasta entonces inexplorado"

El mundo de roca y metal – Iron Riordan

Michelle Smith–

El tren se detuvo en lo que parecía ser el medio de la nada.

– No entiendo... – Dije. – ¿Qué buscamos aquí?

– Yo tampoco entiendo nada, pero aquí el jefe es el que manda y dijo que nos parásemos aquí. – Comentó Marshall.

– No sea impaciente, señorita Smith. – Dijo Feanor

Fernand y Ari atravesaron la puerta del Biffrost y llegaron al tren con nosotros.

– ¿Oléis eso? Sí, es el olor de la gloria. – Dijo Fernand con el pecho lleno de orgullo.

– Oler a cobre... ¿Cobre ser gloria? – Preguntó Ari.

– La gloria toma muchos aspectos, Ari. – Dijo Feanor mientras bajaba del tren. El resto les siguió.

Yo no olía nada y no tenía ni idea de que hablaban. Pero los seguí por curiosidad.

Fernand se acercó a la pared de una de las montañas y acarició la roca.

– Vaya...tras tanto tiempo. Nunca pensé regresar. – Las palabras de Fernand resonaron con cierta melancolía.

– Se lo que sientes, viejo amigo. Bueno, más te vale que sean tan agradables como en las historias que me has contado. – Dijo Feanor.

– Ja, Ihalisten es el mejor asentamiento enano del mundo. Nos recibirán con una jarra de cerveza bien fría y un jugoso jabato cocido a fuego lento. – Explicó con orgullo.

– ¿Y dónde está el asentamiento? – Pregunté.

– Justo delante de nuestras narices. – Fernand golpeó la roca y un eco metálico resonó por toda la montaña.

Luego lanzó un chillido, parecido a un aullido cantarín al aire. Había oído chillidos así antes, cuando era niña.

Según las historias, si seguías el sonido de esos chillidos llegarías a una fuente de riquezas inimaginables. Aunque otros decían que solo era un animal.

Ahora ,tras tanto tiempo había descubierto de que se trataba.

La roca se sacudió, algunas piedras pequeñas cayeron al suelo, el chirriar de unas cadenas tronó por el lugar.

De repente , lo que parecía un poderoso rugido hizo temblar el lugar, Ari se asustó y se escondió tras mi espalda. Yo estaba asustada, pero estaba tan intrigada que me quedé mirando.

Ante mí vista la montaña se empezó a abrir, como si se tratase una puerta metálica que movía toneladas de tierra sin inmutarse , hasta que la pared de roca maciza se abrió del todo, mostrando una puerta cavada en la tierra.

Una escalera de piedra se adentraba en la montaña, de la que salía un brillo verdoso y azulado.

– Gente, ¡He vuelto! – Exclamó Fernand lleno de alegría.

Pero nadie salió a recibirnos.

– ¿Costumbres enanas? – Pregunté.

– Los enanos no se caracterizan por ser silenciosos. – Dijo Feanor,parecía más serio de lo normal.

– E Ihalisten era un pueblo animado. Cuando era joven siempre que venía alguien nuevo todo el pueblo iba a recibirlo. – Fernand estaba bastante nervioso y se apresuró a entrar.

Fairy Luck : La marca del Fénix || Libro 1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora