Fairy Luck : La marca del Fénix || Libro 1||

Capítulo 19

“Al final, siempre volvemos a la misma monotonía”

Compás – Clarise Lyn

–Michelle Smith–

Caída la noche volví a la herrería a través de la puerta de Biffrost de Fairy Luck,  con la mente aún perdida en el encuentro con Rin. El descubrimiento de que podía haber más portadores, y que uno de ellos era el mismísimo Vortrex, el enemigo de Kail-un, me había dejado trastocada.

Feanor y el resto, por suerte, habían salido bien parados, únicamente tenían algunos moratones. En el caso de Ari una grieta en su caparazón pero que ya estaba sanando.

Había querido quedarme a ayudar, pero Feanor insistió en que volviese a casa, que ellos se encargarían del trayecto nocturno.

Pasé todo el día intentando contactar de nuevo con Kail-un, pero como de costumbre no respondía.

Si no fuese porque se había manifestado en mis poderes pensaría que me estaría volviendo loca.

Le daba vueltas a todo lo que había ocurrido en esos pocos días. Siempre había soñado con el mundo mágico, con explorarlo y conocer sus secretos. Había soñado con la aventura, y con el hecho de hacer mágia. Pero, la cosa no era tan fantástica como se narraba en las épicas.

Las criaturas mágicas no eran criaturas dóciles y amables que desprendían una belleza inconmensurable, como describían algunas historias, pero tampoco eran criaturas malignas sedientas de sangre, como decían otras. Simplemente, y al igual que en el mundo humano, las cosa era tan simple como entender que todo es complicado.

Pensaba que cuando pudiese hacer magia podría ayudar a los demás, como hacían los héroes de las novelas. Pero este poder únicamente me había servido para casi quemar vivos a personas que quizás no lo merecían, y  para que un dios de la muerte junto con un ejército de elfos con trajes ridículos me diesen caza, hasta tal punto de casi morir en distintas situaciones. Bueno, al menos le había salvado la vida a Feanor... Pero, Nath habló de algo de que tenía que pagar por sus crímenes. ¿A qué crímenes se refería?¿Y si Feanor era igual que el resto y solo quería el poder de Kail-un para si mis lo y mientras me utilizaba? ¿De verdad podría mentirme y que no lo notase? Recordé que Kail-un no se fiaba del todo de él, y en el fondo, notaba lo que Kail-un sentía, pues en cierta forma estábamos conectados.

Era como si Feanor ocultase mucho más de lo que mostraba a simple vista, algo oscuro que no quería dejar salir, pero que ahí estaba, latente.

Sólo podía responder a una única pregunta, y es que sí. Feanor podría mentirme, ya lo había hecho antes. Utilizaba máscaras, Fenrir era una. Y la más obvia. Y Francis, ese chico tímido y que evitaba los problemas, también era una.

Por lo tanto, Feanor, o el Feanor que conocía, ese alegre elfo que siempre sabía que decir con una sonrisa en la cara, y un excelente maestro,  también podría serlo. Y si era así...¿Quién era el verdadero hombre bajo la máscara?

Tampoco sabía se podía confiar en Kail-un, parecía errático, y creo que él fue el que me llevó a realizar aquella tragedia en el circo, sentía su furia y emoción, pero a su vez...me había salvado. Actuó en el momento adecuado para salvarnos a todos. Un segundo antes, y Vortrex habría absorbido mi alma. Uno después, y habríamos muerto todos.

La cosa estaba clara, el mundo era complejo, y confiar en los demás podía ser difícil, pero tenía que hacerlo, yo sola no podría llegar a Telos, tampoco podría salvar a mi abuelo. Y si quería ser la mejor maga de la historia...no podía hacer ese camino en solitario, aunque las compañías fuesen engañosas, era mejor que estar sola..