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Sofía

Cuando llegamos a una pieza aún no podía verle la cara al mino, ya que estaba todo oscuro, estaba pensando quien podría ser hasta que mis pensamientos fueron interrumpidos.

—Toma, yo creo que está este polerón te servirá—me dice mientras me lo pasaba, dudando lo tome.

—¿Estás seguro que lo puedo ocupar? O sea digo no se enojará el dueño de casa —dije suponiendo que esto era de él dueño de casa.

—No, no se enojara, tú ocúpalo tranquila —soltó una risita.

—¿Cómo estás tan seguro? —le dije mientras veo que se da vuelta para encender la luz de la pieza.

—Porque yo soy el dueño de casa, así que ocúpalo tranquila —dice mientras se gira donde mi hasta que por fin logro verlo y de todas las personas que pude esperar, era el ahueonao que me botó el otro día.

—¿Otra vez tú? —mi tono de voz fue un poco sorprendida pero pesada. Es evidentemente que me cae mal, si me dejo en vergüenza después de botarme ese día.

—La antipática que bote, creo que tenemos algo con chocar —dice riéndose con un tono burlesco.

—No me da risa y toma, no necesito tu ropa, me iré así no mas —le dije mientras le pasaba el polerón, para poder salir de ahí.

—Oye —dice mientras me agarra mi brazo.— No seai orgullosa y ocupa el polerón, antes de que te enfermes.

—No gracias.

—Toma, póntelo y deja de ser cabra chica por algo que ya paso —habló pasándome el polerón.

—Por lo menos podrías salir un poco para ponérmelo —dije algo incomoda, la verdad no me agradaba mucho la idea de estar ahí con el.

—Si si obvio, estaré a fuera cualquier cosa.

Puta que tengo mala cuea hueon, primero esta hueona de la Francisca me deja sola, después choco con alguien y me moja, y para rematar ese alguien es ese saco huea del otro día. Lo menos que quiero es volver hablar con el pero tenia que salir de esa pieza para poder irme a mi casa.

—Ehh gracias por el polerón, no hacía falta —dije saliendo de la pieza.

—Tranquila, es lo mínimo que podía hacer por chocar contigo.

—Bueno yo ya me voy, es tarde ya, el lunes te devuelvo tu polerón en el liceo —le dije, no tenía ninguna intención con quedármelo.

—Tranqui ocúpalo no mas —dice mirándome fijamente. Sin decirle nada avanzo para poder bajar la escalera, para salir de ahí. —¿Oye antipática cuál es tu nombre? —lo escuché reírse, me volteo a donde estaba para contestarle.

—Deja de decirme así y me llamo Sofia, no antipática —mi tono fue un poco pesado, lo menos que quería era ser "amigos".

—Bueno Sofia dejó decirte así ahora que se tu nombre.

No le dije nada solo salí de ahí y me fui a buscar a la Francisca. Para mi buena suerte la encontré altiro, le dije que los fuéramos porque ya no quería estar ahí. En menos de 30 minutos ya estábamos en mi casa acostaditas gracias a mi papá que nos fue a buscar, después de todo si la pase bien cuando estuve con los chiquillos, excepto cuando me pille al ahueonao ese.

|•••|


Al otro día cuando desperté vi que la Francisca aún estaba acostada en mi cama al lado mío, pensé que se iba a ir temprano pero no fue así. Después de una hora esta se despertó quejándose.

—Uh hueon, no tomó nunca más, cabeza culia que me duele —decía mientras se tapaba toda la cara con el cobertor.

—Siempre te escucho decir lo mismo, dudo que no vuelvas a tomar —le dije mientras me reía, ambas sabíamos que el próximo fin de semana ya estaría tomando probablemente.

Esta se destapó para mirarme indignada.

—Que soy mentirosa fea culia, casi nunca tomo—esa no se la creía ni ella misma.

—Claro —dije mientras me cagaba de la risa, esta hueona que es cuentera.

—Ya cállate —dijo acomodándose en mi cama.— Oye. ¿Ayer no te encontré en un buen rato en el carrete, donde estabas?

—Hueona. ¿Enserio me preguntai esa huea? —dije mirándola obvia.

—Si po, si el Mateo me dijo que te ibas, pensé que te habías ido sin mi.

—Te andaba buscando tonta culia, no me quería ir sin ti, pero cuando estaba buscando un culiao se le cayó en vaso sobre mi —dije un poco enojada.

—¿Enserio? —dijo mientras estaba caga de la risa.— Pero Sofi te pasa cada huea y ¿Quien era el mino? ¿Lo conocías?

—No, ni siquiera se su nombre, solo sabía que era el hueón que prestó la casa o eso me dijo el.

—¿Me estai weando que chocaste con el Amaro? —así que se llamaba así, bueno tampoco me interesaba saber su nombre.

—Supongo que se llama así, no me sé su nombre Fran. ¿Por qué? ¿Lo conoces? —pregunté.

—Ah si, es amigo del Benja —sonaba algo nerviosa, esta zorra algo no me estaba contando.— ¿Supongo que hablaron algo o que? Cuéntame po.

—No mucho, pero me presto un poleron de él para que nos me fuera toda mojada.

—¿Y nada más? —negué con la cabeza.— ¿Ni si quiera te pelaste con el?

—Ah Francisca, si sabes que no soy de andar pelándome, mucho menos con alguien que recién conozco —mencione.— Además que me iba a querer pelar con el si era el mismo hueón que me botó el otro día en el liceo.

—¿Me estas huebiando? —negué con la cabeza. —Esto no fue un accidente, es el destino, que sabes tú si tal vez es el amor de tu vida.

—Aah ya te pusiste hablar hueas, mejor cállate un rato.

—Ya pesa mejor no te huebeo —dijo mientras se cruzaba de brazos.— Y... ¿Oye ayer pasó algo con el Mateo? —pregunto algo nerviosa.

¿Por qué me preguntaría qué pasó con el?

—Nada. ¿Qué va pasar con el Mateo? Solo hablamos como siempre —dije mirándola dudosa.

—Ah pensé que no se po pudo haber pasado algo entre ustedes o no se —murmuró pero aún así la escuché.

—¿Algo entre nosotros? —pregunte confundida.— No entiendo que tratas de decir Fran.

—Uy hueona que eres lenta, me refiero a comerse o alguna huea así. Al final estaban los dos solos ahí y no se...

—¿Que? —dije algo incomoda.— Francisca no, con el Mateo somos amigos y no lo veo de esa manera.

—Pero hueona el Mateo es el medio mino, debiste aprovechar —dijo mientras ponía una cara de coqueta.

—Ya córtala hueona, solo somos amigos y no pasó nada —me preguntaba porque la Francisca pensaría que había pasado algo entre el Mateo y yo, admito que el Mateo es lindo y todo, pero no lo veo de esa manera. Sentía que me estaba escondiendo algo esta hueona, pero bueno lo dejaré así.

¿Otra vez tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora