Ada
La paz nunca ha formado parte de mí. Aun así, mi silenciosa tregua con Cody podría ser considerada como eso, además, de una locura para la parte de mi personalidad que se refugia en ser una capulla todo el tiempo.
Cabe decir que me siento mucho mejor con todo lo que ha ocurrido, y no me lo esperaba. Pero, tampoco puedo decir que Cody y yo, somos grandes amigos si a eso te refieres porque no es así, a pesar de ello, sí que somos más civilizados que antes.
Parpadeo lentamente al mismo tiempo en que mis pensamientos se ven interrumpidos por un carraspeo varonil que se cuela por mis oídos, en tanto, mi campo de visión se sacude con los orbes verdes encantadores de Nick que aparecen frente a mí.
Él está lanzando su sonrisa de jugador y espera algo de mí.
¿Me habrá preguntado algo?
—Espera, dijiste algo. —inquiero mientras empino un sorbo de mi malteada de chocolate.
Nick suelta un bufido gracioso, pero, niega con diversión antes de entablar palabras para mí.
—Estaba pidiendo tu opinión sobre el nombre para la universidad en la que se va a desarrollar mi libro. Ya sabes, el de los cerdos elitistas. —menciona haciendo que asienta enseguida, entonces, me deja su libreta sagrada en mis manos para observar los indicios de un desastre.
—¿Por qué no usas algo como Academia Dalton? —le pregunto y mi mirada se desplaza sobre la hoja y declino mi elección de los garabatos plasmados.
—Porque quiero algo refrescante y no trillado. —me asegura.
Pronto, estira sus manos sobre la superficie azul de la mesa de descanso, en señal de que está algo estresado. Por tanto, llevo mi mano libre hacia su cabello danzando un par de sacudidas ligeras a su cabellera pelinegra.
—Está bien, comprendo el rollo chungo. —murmuro haciendo que Nick me muestre una mueca infantil.
—Claro que es chungo. Son sacrificios trascendentales y puede que incluya la parte de vampiros, lobos y demás seres sobrenaturales a los que les inventaré una historia aún más chunga, si todo sale bien. —me cuenta haciendo que sea difícil no apresurarlo a escribir con velocidad la trama para poder leerlo.
Por lo general, o más bien, para no decir siempre; las novelas que escribe Nick son un rollazo de éxito que me terminan encantando, aunque odie los finales abiertos y tristes.
—¿Y si pones algo como WolfMouth College? —pruebo, y sostengo mi lápiz de papel sin usar sobre la mesa para escribir las letras en su libreta.
—¿Boca de lobo? —me dice. —Literal eso es lo que significa, nena. —ríe.
—No sé, me pareció que sonaba algo increíble. ¡No te burles de mí! —chillo, y dejo su libreta caer sobre su regazo para tomar mi hamburguesa y darle un mordisco. —Escucha genio, podría ser una burla para decir que se meten a la boca del lobo de manera indirecta. —añado.
—Oh, sí, tienes razón. —me asegura, entendiendo mi idea.
Nick reclina la pantalla de su laptop suspendida y cuando ingresa a la pestaña de su documento de Word, puedo visualizar un bosquejo de «Capítulo 01». Inclusive hay más de la mitad de una hoja escrita, y tengo curiosidad sobre ello, pero, Nick evita darme detalles y me pide que espere.
—Eres un odioso, Nick. —me quejo, pero, el pelinegro solo sonríe divertido.
—Cuándo tenga algo más avanzado que un borrador a medio terminar, juró que te lo enseñaré, nena. —me calma con esas palabras, y roba mis papas fritas, pero, aun así, suelto un resoplido hacia mi amigo.
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«Susúrrame lo que quieras» (GC #2.5)✔©
RomanceTodos contamos con alguna debilidad. Para Cody Coleman es una chica, pero, no cualquiera, sino la hermana de su mejor amigo. Ada Floyd detesta a los playboys, detesta a los idiotas, y en su pirámide de odio, Cody Coleman tiene el primer puesto. ¿Qué...