Capítulo 39: Los Diamantes + Cerdo robado = ¿Escapando de la policía?

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Cody

En este preciso instante puedo marcar la casilla de «Vive tu vida al máximo» porque joder si me hubieras dicho que a tan solo tres horas después de Año Nuevo la pasaría en un auto corriendo en llamas para escapar de la policía no te lo creería. No obstante, tal vez, dudaría de ello porque jodidamente mis amigos están locos a un nivel superior que te acojonarías de la cantidad de problemas en la que te metes gracias a ellos, aunque, podría decir que cada uno de nosotros tiene su nivel de controversia regulado, y activado.

Eso me recuerda a la vez que estaba huyendo de un ex novio celoso que quería golpearme. Recuerdo haber llamado a Theo para que me ayudará, eso, no termino muy bien porque él estaba en la habitación del frente, así que, el ex novio celoso nos atrapó tratando de salir de la casa en solo ropa interior porque no había tiempo de ponerse el resto, a menos que quisieras que te revienten la cara.

Terminamos separándonos en una intersección, y el tipo celoso siguió la dirección de mi mejor amigo.

—¡Jodidamente pisa el acelerador, Jonas! —chilla Bart a mi lado. Sus ojos están fijos en la ventanilla trasera, y no hace más que saltar cada tanto. —¡Por mi dios pagano, nos van a atrapar! ¡Y ni siquiera he podido conocer a Avery Sparks!

Ruedo mis ojos por su dramatismo, y solo puedo soltar una risa por lo bajo.

—¿Por qué no has salido con ella todavía? —pregunta, Zedd en un grito, dado que, tiene su cabeza fuera de la ventanilla notificándonos si la patrulla ha desistido la persecución.

—¡Porque soy un jodido cobarde de mierda! ¡Me aterra creer que no le gustaré! ¡O qué este tan oxidado que haré algo que la cabree! ¡Y enserio me gusta! No debí darle una personalidad en mi mente, pero, me gusta cómo me la imagino, ¡joder!

Sídney lanza un silbido, y Theo le suelta un manotazo en el hombro para que se calle. Entonces, Phineas solo le da una mirada casi compasiva desde su asiento en la segunda fila.

—Escucha, saldremos de esto, y podrás ir a la maldita cita. —habla, Phineas. —Y le volarás tanto la cabeza que terminarás gustándole muchísimo.

—Pero. ¿Y si no es así?, no quiero morir sin haber podido hablar con ella. O sin despedirme de mi mamá. ¡Debo regresar a Tampa! ¡Déjenme salir! —enloquece, e intenta pasar sobre Zedd para salir del auto en movimiento.

—¡Maldita sea, Skipper! —exclama Sídney desde el asiento de adelante, así que, se gira lo suficiente para alargar su mano y tomar la chaqueta de Bart. El rubio gira hacia Doyle. —¡Contrólate de una maldita vez, y traza el plan!

Bart asiente de prisa, y suelta un resoplido, en tanto, sacude su cabello, y justo allí, su mirada cambia.

—Jonas. Dame el tiempo estimado de llegada. —habla Bart con la mirada hacia adelante y totalmente concentrada.

—Siete minutos, diez segundos. —sentencia, Jonas. —Debo hacer un cambio, de volante. Soy el que conduce más rápido, pero, no tengo licencia de esta Range Rover. —y así sin más suelta el volante, y la camioneta patina sobre el asfalto.

Jonas salta al asiento de la segunda fila sobre Zedd.

—¡Madre santísima! —suelta un grito Neal Cameron desde el suelo, y alza su mirada. —¡Qué alguien tome el volante! ¡Tomen el jodido volante, ya! —añade con desesperación.

Enseguida, Doyle salta al asiento del piloto tomando el volante en sus manos.

—¡Por la mierda, Jonas! ¡No debías simplemente soltarlo! ¡Pudiste matarnos! —le grita, Sídney.

—¡Me asusté! ¡Debo llamar a Ally, si no salgo con vida debe saber que fui yo quien se comió sus chocolates suizos hace dos años! ¡No puedo irme con eso en mi conciencia! ¡Ella estaba muy molesta! —grita Jonas, y comienza a teclear números en su teléfono, mientras, se pasa hacia el asiento del copiloto.

«Susúrrame lo que quieras» (GC #2.5)✔©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora