Capítulo 61: Este amor lo es todo.

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Ada

Nunca he organizado nada sorpresa en mi vida, es decir, no contaba con suficientes amigos, además de Nick, por lo que, nunca vi que fuese necesario planear algo para él, ambos somos fieles pensadores de que no es necesario hacer una gran fiesta, no obstante, mi cuñada, Josephine Wilson ama hacer sentir especiales a los demás, y que puedo decir, me gusta eso de ella, sin duda, mantiene vivo el ánimo de las cosas fáciles para todos.

Por ende, no sería extraño saber que ella se está haciendo cargo de la despedida de soltera de Stevie Beer a la que fuimos invitadas, al parecer, la festejada no tiene muchas amigas, y necesita llenar algunos asientos de su lado el día de la boda en la iglesia.

—Deberías respirar un poco, dulzura. —escucho decir a mi hermano desde mi asiento en la sala de estar de nuestra casa.

Detengo mi momento de corrección en la página doscientos de mi manuscrito, y alzo mi mirada sintiendo la diversión brotar de mí por saber que contestará la rubia.

—No, no me acabas de decir eso, Theodore Floyd. —gruñe la rubia, y alza su mentón.

»Tú estás tranquilo porque ustedes son tan hombres que tendrán la despedida de soltero en una cabaña, jugando lo que sea que hagan los niños en campamento, pero nosotras la mujeres no. Necesito que me confirmen si el local está disponible como se acordó, y si el ramo ya llegó, y si... simplemente no funciona respirar.

Josephine Wilson suelta un suspiro agotador, y se deja caer a mi lado, enseguida recuesto mi cabeza sobre su hombro de manera suave en señal de apoyo a su frustración.

Mi hermano sube el cierre de su mochila finalmente, y luego, se levanta de los escalones de la escalera dónde se encontraba sentado, y camina en dirección hacia su novia.

Una vez que está frente a ella, yo retiro mi cabeza del hombro de Wilson y me enderezo.

—Si, lo lamento, no debí decir nada. —Wilson lo mira, y sonríe a modo de disculpa, entonces, coloca sus manos sobre las mejillas de mi hermano.

Oh, no, momento incómodo.

Justo a tiempo, suena el claxon familiar de la Range Rover de Sídney Doyle.

—Yo tampoco debí decir nada, es solo que... estaba muy estresada. Tú solo querías ayudar. —susurra ella. —Ve y diviértete en esa cabaña, estaré bien. —mi hermano mantiene sus ojos sobre su novia. —Oh, enserio, vete tranquilo, puedo hacerlo. —él asiente y sonríe.

—Lo sé porque tú eres la mejor. —susurra, Theo, y así sin más, me levanto del sofá con la última vista de ellos dos besándose.

Es mejor correr cuando eso sucede porque malditamente es incómodo.

Me encamino hacia afuera, encontrando a mi chico artístico justo en el pórtico, y mi corazón se emociona solo con verlo aquí, pronto, estamos acercándonos, y Cody coloca sus manos sobre mi cintura, y yo sonrío felizmente hacia él.

—Voy a extrañarte. —río ante ello, y él enarca una ceja hacia mí. —No es para nada gracioso, Ada Bombshell.

—Eres un dramático al igual que todos aquí. No se irán para siempre, solo por unas cuántas horas. —pronuncio, y dejo mis manos sobre su nuca, acariciando las puntas de sus cabellos. —Cuídate mucho, y por amor a satán, no intenten pelear con ningún oso o cualquier animal salvaje que esté allí en el lugar remoto al que hayan escogido ir. —añado.

—Lo prometo. —sonríe, y sus labios se plasman sobre los míos, y recibo gustosa el beso, sintiendo como mis latidos incrementan, y la felicidad me nubla. —Ada. Si pasa algo, lo que sea, llámame por teléfono o por alguna frecuencia de radio que llegue al High Rock Park. Lo que sea, pero intenta contactarme si necesitas algo.

«Susúrrame lo que quieras» (GC #2.5)✔©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora