Capítulo 36: Entonces, siempre te he amado, Jets.

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Ada

El aire me da en el rostro, y mis mejillas se enfrían mientras continúo con mi mirada fija en mi cuaderno de notas con el cuál no he avanzado nada, y la frustración me atrapa intentando escapar de mis propios y ruidosos pensamientos.

No quiero recordar su mirada impasible esperando que salte hacia él. Y, no quiero escuchar su voz susurrando, y riendo.

Jodido satanás, mis labios tiemblan cuando la sensación anhelante de ese beso me envuelve, y la respiración me falla. Entonces, suelto una exhalación de prisa, y parpadeo con fuerza aferrándome a la realidad.

—¿Por qué tienes esa mirada perdida en tus ojos? —la voz de Nick invade mi ambiente, y, por consiguiente, alzo mi mirada hacia él que enseguida se encuentra tomando asiento a mi lado. —¿Es que tienes problemas en el paraíso o qué?

Oh, maldito adivinador.

—No sucede nada de eso, Nick. —hablo rápidamente rasgando los decibelios de mi voz con furia mientras batos mis pestañas y arrugo mi nariz. —Y no seas un entrometido. —añado, casi en un gruñido.

—Bueno, ese tono en tu voz, si me dice que si está pasando algo. —anuncia, Devon, y muerde su labio inferior. —Además el hecho de que Cody Coleman no esté aquí blandeando su brazo sobre ti y gruñéndome como un buldog con rabia, quiere decir que algo está sucediendo, y me temo que sea malo.

—No sabes nada, así que, simplemente podrías callarte y no decir nada, ¿sí? —enuncio con la voz casi temblándome.

—Bien, si no quieres que diga nada. —canturrea, y ruedo mis ojos.

—Nick, es enserio. —sentencia.

—Oh, vamos, Ada solo dime malditamente lo que está ocurriendo. —suspira, Nick y sus orbes verdes permanecen en mí transmitiendo preocupación absoluta. —Siempre has tenido esa manera tuya de hacer el mundo más movido y colorido, y ahora solo estás aquí jodidamente apagada, y sin él, así que, sí, me preocupo, y está bien si no me lo dices ahora. Yo solo quiero creer que enserio estarás bien.

—Lo aleje. —susurro tratando de no llorar. —No estamos más juntos.

—¿Por qué?, ¿Por lo que puso Gossip Lips en su carroñera página de chismes?, ¿Por la jodida foto? —lanza interrogantes casi con burla, y eso me hace fruncir el ceño. —Vamos, Ada, no puedes simplemente terminar algo solo por miedo.

—Lo hice por Theo, ¿sí? —puntualizo.

—Y ahora, te estás escudando detrás de tu hermano. —proclama Nick Devon sacudiendo su cabello con diversión, y lanzando unos cuántos aplausos de manera burlona.

—¡No me estoy escudando! —prácticamente grito hacia él. —Solo estoy siguiendo la lógica por una vez en mi vida.

—A ver si lo he entendido, nena. ¿Has terminado con Coleman porque eso va a herir a tu hermano?, pero, lo que no has colocado en el punto más alto es que también hieres a Cody en el proceso de salvaguardar el corazón de tu hermano el santo. —enuncia, Devon.

—Solo cállate. Porque estoy intentando que esto no se vuelva un caos. —suspiro y mantengo mis manos sobre el cuaderno mientras siento algunas miradas curiosas en mí de parte de los estudiantes del campus. —¡Oh, satán!, tú no viste su rostro, ¿sí?, ¡no viste la expresión de Theo cuándo estaba leyendo lo que la perra loca chismosa puso en el maldito blog!

—No sabía que eras tú. —me recuerda, Nick.

—Bueno, gracias por hacer notorio eso porque no ayuda en malditamente nada. —bramo. —¿Sabes?, le pregunte que cosa en el mundo no podría perdonarme jamás. —la voz se me quiebra.

«Susúrrame lo que quieras» (GC #2.5)✔©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora