Cody
El sonido del trastabille de los patines deslizándose con rapidez sobre el hielo resuena de manera estrepitosa, al mismo tiempo que, el aroma a granizo se filtra en el aire.
Mi mirada permanece en lo que se está desarrollando frente a mí. Un entrenamiento de hockey. Y, muchos pensamientos aparecen en mi mente, y los dejo ser porque esta vez no son dañinos. Más bien se sienten como despedidas para un deporte que me estuvo acompañando por mucho tiempo.
—Entonces, ¿no vas a volver más? —la voz de Phineas es tenue y se esparce en el ambiente.
Suelto un suspiro, en tanto, intento que mi mirada marrón permanezca en el hielo, pero, no dura mucho porque termino desviándola hacia mi amigo, lo que me lleva a cruzar mis brazos sobre mi pecho en un intento de protegerme a mí mismo de mi respuesta.
—No lo haré porque sigue en mí sentir el inevitable montón de presión si llego a colocarme los patines ahora y subir al hielo. —murmuro, mientras las comisuras de mis labios caen. —Quizás, es algo que Dyrus jodio mucho para mí, y por el momento, no quiero regresar y que me haga sentir un poco miserable.
—Estaría bien si no quisieras hacerlo nunca más. —me dice, Phi con fineza, lo cual no me impresiona. Observo como sus manos están juntas sobre sus muslos, en tanto, se reclina aún más en el respaldar de su asiento. —El hockey es un deporte con muchos recuerdos amargos para ti cuando se trata de ponerte los patines, así que, si decidieras jamás pisar el hielo de esa forma, sería entendible. Igual, y no te presiones, Cody. Eres fuerte, y podrás reconectar con todas las cosas que odiabas, y será de una manera indolora en algún momento.
Me fijo en su expresión apacible por un instante, aun así, no hay nada saliendo de mí, sino que, busco un refugio hacia el entrenamiento de hockey que sigue en proceso, por ello, dirijo mi mirada nuevamente al hielo, un segundo después, un clic se activa en mi mente.
Supongo que no es posible reconectar en este instante, pero, sí que lo es el proceso de «reconectando». O, al menos el intentarlo al hacer memoria.
La primera vez que sostuve el stick era muy joven, aun así, la sensación que sentí está muy nítida en mis memorias. Fue adrenalina mezclada con un poco de libertad. Estar en el hielo deslizándome era como volar sin tener alas, y se sentía genial.
Sabía que era bueno para el deporte en el segundo en que anote mi primer disco esquivando a la línea defensiva y burlando al portero. Me había sentido alegre por ello, tanto que cuando llegué a casa se lo conté a Dyrus, entonces, fue la primera vez que me prestó atención, por fin era alguien a sus ojos, y creí que se convertiría en el padre que deseaba por ello, no obstante, aquello nos alejó aún más.
Dyrus empezó a llevarme a los entrenamientos de manera personal, me inscribió en el equipo para las pruebas, y estuvo en mi primer juego oficial. Ese día gané junto al equipo, pero él no lo vio así, ya no era un niño inútil según sus palabras, aun así, seguía siendo imperfecto, y debía mejorarme, así que, se quedó en el terreno siendo un enemigo disfrazado de padre.
Las frases de mierda sobre esforzarme más llegaron con rapidez, los golpes se intensificaron, y sacrifique mis propias convicciones por un poco de amor paterno que nunca entró en los planes de Dyrus para ofrecer.
—¿Cómo vas con el trámite para el cambio de carrera? —pregunta, Phi haciendo que regrese a la realidad, y justo a tiempo para visualizar el bonito gol que Neal Cameron inserta en la portería de Bart sin esfuerzo.
—Estaba decidiendo que seguiría, no había tenido tiempo de pensar siquiera si algún día podría ser capaz de hacer lo que me gusta. —pronuncio dando un respiro largo y fuerte. Los orbes mieles de Phi se incrustan en mí. —He optado por diseño multimedia y arte digital. Me gustó muchísimo la malla curricular. Sin duda, es muy yo. —agrego con una sonrisa.
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«Susúrrame lo que quieras» (GC #2.5)✔©
RomanceTodos contamos con alguna debilidad. Para Cody Coleman es una chica, pero, no cualquiera, sino la hermana de su mejor amigo. Ada Floyd detesta a los playboys, detesta a los idiotas, y en su pirámide de odio, Cody Coleman tiene el primer puesto. ¿Qué...