Ada
La cocina siempre es un como un gran fuerte de almohadas para mí, de esos que probablemente algunos solían construir cuando eran niños para evitar sentirse asustados por el coco. Recuerdo mucho que la abuela Monique colocaba estas luces brillantes para que no tuviera miedo de la oscuridad.
Así que, sentir de nuevo el aroma de la harina en mi nariz me hace relajarme en mi propia piel, y es aún más ameno hacerlo, mientras cantó una melodía de Natalie Cole, y comienzo a batir mi mezcla, al mismo tiempo, en que, roto mis caderas al ritmo de mi murmullo, y sonrío divertida. Esto es lo más cercano a felicidad después de todo lo que ha ocurrido sobre todo porque mi hermano se encuentra a unos metros de mí mirándome con cariño en sus ojos.
Suelto una risita por lo bajo y sostengo la espátula batidora a unos centímetros considerables de mi boca, en tanto, canto sin emitir sonido, solo modulando mis labios, luego, señalo a Theo para que continúe, y él niega divertido, y un segundo después, también, está haciendo mímicas, y todo es bueno así.
Sobre todo, cuando una cabellera rubia gira sobre su hombro hacia mí y sonríe con suavidad. La novia de mi hermano me da una señal de pulgar arriba y rueda los ojos divertida cuando se da cuenta de que mi hermano sigue cantando.
Ella le da un golpecito suave sobre su pecho haciendo que él suelte una risa por lo bajo, y se acerque a besar su mejilla.
Un momento después ambos regresan a lo que estaban haciendo, y desde dónde me encuentro tienen un ángulo muy hogareño.
Mi hermano está recostado sobre el sofá en toda su extensión, mientras, Josephine está sobre su regazo con la espalda apoyada en el pecho de mi mellizo, y su cabello está casi en el rostro de Theo, pero, eso no parece ni importarle, es más parece que realmente le gusta aquello.
Hay un cómic siendo sostenido por Wilson. Ambos están leyendo aquello, en tanto, Peaches está recostada sobre las piernas de Jo.
Esa bola de pelos es una cosita consentida por sus papis humanos.
Cuando mi mezcla está terminada después de batir mucho, la dejo reposar en un bol de cristal, y la cubro con un papel film. Luego, me lavo mis manos, y me quedo sentada en una de las tantas sillas cercanas a la isla de la cocina.
Finalmente, vuelvo a clavar mis ojos en la parejita a unos metros de mí.
—Son tan pegajosos, y dulces que dan exceso de azúcar para cualquiera. —bromeo, divertida. —Me parece casi cómico que ustedes no se estén mudando pronto.
Entonces, Josephine alza su cabeza y me da una mirada con un sonrisa.
—Uhm, eres muy curiosa. —enuncia JoJo.
Y, Theo asiente, aunque sus orbes avellanas me hacen notar que está escondiendo algo, y sin duda, su novia lo sabe porque cuando deja de hablar se gira hacia él y le hinca una costilla.
—Estamos reuniendo para mudarnos juntos en algún momento en el futuro. —cuenta, Theo.
—Dioses, Theo, enserio que no te quedas cortito con nada, ¿no? —ríe su novia, y él la mira.
Esa mirada es tan bonita, y se clava en mi pecho recordándome que antes tenía a alguien que me miraba así.
Decido obviar aquello.
—Vaya, todavía me sorprende que no estén siguiendo los pasos de Maya y Ross. —comento.
—Nosotros nos estamos tomando el tiempo. —habla, mi hermano, colocando su mano derecha sobre el hombro de su novia, y ella sonríe.
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«Susúrrame lo que quieras» (GC #2.5)✔©
RomanceTodos contamos con alguna debilidad. Para Cody Coleman es una chica, pero, no cualquiera, sino la hermana de su mejor amigo. Ada Floyd detesta a los playboys, detesta a los idiotas, y en su pirámide de odio, Cody Coleman tiene el primer puesto. ¿Qué...