Capítulo 35: ¿Dolor e intensidad?, así es el amor, Bennie.

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Cody

El sudor perla por mi frente mientras respiro con fuerza, y alzo por vigésima vez las pesas sobre mi pecho, y finalmente las dejo en su lugar estático colgando. Sin duda, hacer ejercicio está ayudando a que mi mente se mantenga en calma y haciendo control de daño.

Sostengo la toalla a mi lado, y comienzo a secarme el rostro, y finalmente, bebo un sorbo de agua refrescando mi garganta. Un segundo después, siento que puedo respirar correctamente sin sentir que me estoy ahogando en mi miseria, así que, lanzo una sonrisa suave que por primera vez después de casi veinte horas desde que Ada me dejó no se quiebra. O al menos, dura un par de segundos.

No tengo esperanzas, pero, tampoco me estoy rompiendo. Todo se siente confuso, y duele un poco, no obstante, no es desgarrador como creí que lo sería, y estoy dudando de por qué me siento así, pero, omito todo ello, y me concentro en la melodía que está sonando en la sala de ejercicios de la arena.

—¡Fuera de mi camino! —exclama Skipper en un grito, y pronto, frunzo mi ceño. Lo observo tronar su cuello. —Llegó por quién lloraban. —sonríe de lado y divertido.

Bart comienza a agitar sus caderas, y a tronar sus dedos para luego, posicionarse en medio del lugar. Sus manos se ubican sobre sus caderas. En consecuencia, de ello, nuestro alero izquierdo y derecho, también, aparecen, y cuando ponen atención a la canción, enseguida, están detrás del guardameta rubio.

—Pero ¿qué diablos está pasando? —escucho la voz de Phi detrás de mí, y giro por sobre mi hombro viendo el momento exacto en que deja la mancuerna que estaba usando en el suelo.

—No sé porque tengo miedo de preguntar. —menciono, y le doy una sonrisa a medias. —Sobre todo al rubio con aires de diva en escena. —suelto una risa por lo bajo.

Phi está por decir algo, no obstante, no logra hacerlo porque la voz de Jay Z ya está entornando los primeros versos junto a Beyoncé.

¡Muestren su talento, chicas! —grita el rubio en el centro.

Esa frase hace clic en mi mente como si estuviera tratando de recordar algo que ya sé, pero, entonces, soy interrumpido de mis pensamientos cuando casi llego a mi conclusión, y de repente, todo sucede.

Observo caderas moverse con agilidad entornando un ritmo animado, y en coordinación a ello, los tres chicos más escandalosos del equipo de hockey están levantando sus manos hacia arriba y balanceando sus traseros hacia afuera. En última instancia golpean sus retaguardias haciendo que suelte una risa junto a Phineas por lo que sea que está pasando delante de nosotros.

Y sí, en medio de la sala de entrenamiento tenemos a Jonas Crashmell, Bart Dryvitin y Zedd Starving bailando, como jodidamente haciéndolo mientras suena «Crazy in Love» de Beyónce & Jay Z.

—No me jodas. —chilla Phineas parpadeando varias veces, y soltando una risa algo fuerte, mientras, toma asiento a mi lado, y comienza a aplaudir y gritar en apoyo hacia los chicos.

—Esto es un total deja vú de «¿Y dónde están las rubias?». —murmuro por la bajo, casi expectante.

—Bueno, la probabilidad coincidente de que un suceso como ese se vuelva un evento espontaneo puede ser de un 70%. Dado que, más de la mitad del equipo se encuentra en el lugar. —menciona Neal Cameron desde la caminadora.

Ese chico no ha parpadeado ni un poco desde que todo está sucediendo. Y, ahora, me está dando clases de estadística, sin duda, Cameron es algo.

—Porque no bajas de allí, niño genio. —menciono. —Tengo la ligera impresión de que seremos los únicos cuerdos antes de que el desastre dé marcha. —río.

«Susúrrame lo que quieras» (GC #2.5)✔©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora