Capítulo 27: Siento que puedo tocar las estrellas contigo.

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Cody

Solía pensar que tenía un filtro para mi boca y mi mente porque siempre he sido de las personas que analizan una situación, y luego, piensan muy bien lo que van a decir, pero, con Ada es diferente, muy jodidamente diferente.

No esperaba confesarle que me gustaba desde primer año, pero, lo hice, y la sensación de libertad que sentí al dejar escapar aquello fue fantástica. No obstante, el saber que Ada tiene miedo de perderme me hace sentir emociones diversas y molestas dentro de mí porque no hay manera en que yo me alejé de esa mujer, no hay cosa en la tierra que me pueda apartar de ella.

Y se lo deje muy en claro en cuanto corrí por ella, y volvería a hacerlo todo una y otra vez porque ella es el tipo de chica con la cual te arriesgas a todo; es a quién corres por refugio en la lluvia, y a quién besas bajo ello, y sin duda, es tu llamada de emergencia, y podría decir aquello toda una vida porque es así.

—Eh, Cody, ¿me estás escuchando, hombre? —preguntan a mi lado, y agito mi cabeza en negación.

—Lo lamento, ¿qué decías? —pronuncio, y echo mi cabeza hacia atrás para encontrar a Theo sentado a mi lado.

—Está bien, es sobre el novato, y cómo pienso que sería bueno que lo deje a tu cargo, sé que le enseñarás cosas grandiosas, puedes ser el Allen de tu Cody. —habla mi amigo.

—Uhm, no sé si eso sea buena idea, sabes que tengo muchas responsabilidades. —menciono, y alzo mi mirada hacia él.

—Oh, claro está bien, amigo, lo entiendo. —sonríe, Theo. —Sí, eso ha sido tonto de mi parte, lo lamento, Cody, no pensé mucho en ello, es solo que eres mucho mejor en esto que yo.

—¿De qué hablas? —le pregunto, enarcando una ceja.

—Por Raziel, claro que lo sabes. —ríe, Theo y me da una mirada llena de obviedad. —Eres bueno en enseñar, y me hiciste el favor de enseñarme muchas cosas que aprendiste de Allen.

Me fijo en mi mejor amigo, y una punzada de dolor se clava en mi estómago y la culpabilidad me rodea por completo, y entonces, temo por todo lo que podré arruinar una vez que todo estalle.

—Quería caerte bien. —me sincero, y Theo parpadea. —Era primer año. Todos están tratando de impresionar a las personas, y tú parecías ser un buen tipo con una vibra rara de anciano, pero, genial. —añado.

—¿Tú impresionarme a mí? —ríe Theo durante la pregunta. —Por dios, pero, sí, soy el tipo que entro a la clase equivocada en el primer día, y no lo supe hasta después de que el profesor se fue y dejo tarea.

—Mierda, recuerdo totalmente eso. —suelto una carcajada por lo bajo, y niego con diversión. —Me pediste un lápiz prestado para literalmente hacer nada, y pasamos los últimos cinco minutos de la clase jugando tres en raya.

—Sí, y desde entonces, me caíste bien. —me dice Theo. —No necesite nada más que pedirte prestado un lápiz para saber que seríamos grandes amigos, Cody. Y cuando nos vimos en las pruebas para el equipo, solo pensé: «Por el ángel, esto es el destino».

—Estaba aterrado, ¿sabes? —le cuento, y bajo mi mirada totalmente avergonzado. —Primer día del primer año y pensé que sería igual a la secundaria. Creí que tendría que vivir de nuevo toda esa mierda del racismo dentro de mi equipo como aquella época. —suelto un suspiro entre una risa amarga.

—Lamento que tuvieras que pasar por eso, Cody. —me dice, Theo y se acerca aún más para dejar su mano sobre mi hombro.

—Sobreviví a ello, Theo. —admito. —Fue difícil, pero, lo hice, y no estoy contento con ello. No cuando tuve que renunciar a muchas cosas para llegar en pie hasta aquí.

«Susúrrame lo que quieras» (GC #2.5)✔©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora