Capítulo 08: You came, You called.

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Ada

Siempre tomo malas decisiones, y eso es obvio; muy obvio. 

Aún recuerdo la vez en que decidí traerme de mascota a un cerdo al que llamé «Pollo». Me agradaba mucho ese cerdito, pero, la abuela dijo que no podía tenerlo, y realmente lo traje a casa porque me dio mucha pena que lo fueran a sacrificar en esa granja, si no le conseguían un dueño. Por tanto, esa fue mi primera super que mala decisión, al final, se llevaron a «Pollo», y lloré mucho. 

Siempre te recordaré, mi querido «Pollo».

Pero, como decía, sí que tomo malas decisiones, así que, soy consciente de que debí haberme alejado de Cody Coleman esa noche y no lo hice. 

Me sentí como una criminal después de eso; como si hubiera robado algo de él cuando no fue así, —o al menos creo eso—, y su toque, ¡Jodidos infiernos! su toque fue cosa de otro mundo, pero, debo apartar esos pensamientos de mí porque es el maldito mejor amigo de mi hermano. 

No hago esas cosas. No soy de las que sigue el rollo cliché.

Sin embargo, no había conseguido dormir nada en esa noche porque me encontraba soñando con sus labios sobre los míos, y luego, a la mañana siguiente, al ver a mi hermano en la isla de la cocina preguntándome si Cody me había traído a casa —solo puedo decir que eso hizo que me espantara mucho—, así que, temblé un poco mientras le decía que había sido Phineas quién me había traído. 

Entonces, después de aquello, había considerado darle un día y medio a Cody Coleman en mis pensamientos, a pesar de que, no quería seguir atormentándome. 

No obstante, al final, pude desvanecer todo aquello, lo mejor que pude. O al menos, Nick hizo la mayor parte del trabajo entregándome un borrador de su novela casi completo con los tres primeros capítulos. 

Y puedo decir que estaré eternamente agradecida con mi amigo, debido a eso, porque sus letras estaban logrando mantenerme alejada de problemas severos. 

—Entonces, ¿tienes críticas? —me pregunta Nick batiendo esos orbes verdes brillantes hacia mí.

Su mano se encuentra sobre su cabellera negra, y sigue tirando de sus mechones por todos lados, desordenando su peinado hacia un lado, pero, dejando algunos cabellos estorbando visiblemente su frente.

Suelto una respiración larga, y los labios rosados de Nick tiemblan ante mi expresión. Entonces, regreso mi mirada hacia el manuscrito digital, y sonrío de medio lado. 

—Ninguna por el momento. —pronuncio, divertida.

—Joder, me das tremendo susto con ese suspiro, y todo, que creí que estaba escribiendo mierda. —se queja.

—Pongo en duda que tú alguna vez puedas escribir mierda. —menciono. —Con respecto a tu manuscrito. Has iniciado muy bien introduciendo a los personajes y me he encantado. Mi personaje favorito en este momento está siendo Jason. —agrego soltando un suspiro hacia él. 

Lanzo un sorbo hacia mi té helado, y tarareo con suavidad porque es refrescante.

—Enserio, ¿ningún error? —pregunta. 

Soy capaz de receptar una mirada llena de angustia, de parte de Nick, y sé que él debería darse un poco más de crédito en sus creaciones, pero, no lo hace, por ello, cada vez que tengo una oportunidad de hacerlo por él, lo hago.

Por tanto, las ideas de Nick y sus manuscritos en comparación a mis borradores son algo increíble de leer, por lo general, los míos son una mierda llena de palabras revoloteando y desordenadas en contraste a su habilidad de estructuración.

«Susúrrame lo que quieras» (GC #2.5)✔©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora