Monkey King: Hero Is Back #4

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Espero que les guste~

Nota: Me acaba de entrar una crisis. Me di cuenta de que he estado escribiendo mal el titulo de Wukong. Es "Monkey King" pero lo he estado escribiendo todo el tiempo como "Monkie King". Me siento super avergonzada ahora mismo

Nota-2: Daré todo de mi para escribirlo bien a partir de aquí pero no prometo nada xD

Nota-3: No lo corregiré de todo lo que escribir, eso llevaría mucho tiempo. Simplemente hagan como que no vieron nada :3

La guardia es enorme y escalofriante, llena de cuevas y vueltas que hacen que te pierdas con facilidad, llena hasta el tope de demonios, con ese ser de extraño rostro hablando de algo a lo que no prestan atención. Están recorriendo el lugar con pasos silenciosos cuando se encuentran con un anciano, MK levantando su mano libre para detener justo a tiempo el bastonazo que el mayor casi le da.

-¡Maestro!- el niño se baja para correr hacia el hombre mayor, quien suelta su bastón a favor de rodearlo con sus brazos, luciendo aliviado y cariñoso mientras lo abraza, susurrando lo aliviado que esta de haberlo encontrado. El sucesor se siente como un intruso por un momento, así que les dio la espada a favor de activar su visión dorada y mirar a su alrededor, buscando con ojos atentos mientras ignora como el par susurra tras suyo. Recorre el espantoso y gran lugar con la vista, acercándose con pasos cautelosos hacia la entrada de la cueva en la que están escondidos de los demonios, y ahí es cuando los ve.

-¡Los encontré!- sonrío, aliviado de ver al pequeño grupo de niños pero no le gusta nada la posición en la que están, colgados en medio de aquel extraño y profundo lugar, encerrados en lo que parece ser una esfera hecha de ramas. El anciano y el niño se paran a su lado, haciendo una mueca mientras miran la altura.

-Esta muy alto...- murmuro el niño, retorciendo sus dedos.

-...demasiado- asintió el mayor, sus pequeños ojos abiertos por la incomodidad y de repente, un crujido llama su atención. Gritan cuando el piso de madera bajo sus pies se rompe de repente, MK usando su bastón para atraerlos un poco y así logran aferrarse a la esfera, la cual se mueve por el repentino peso, girando y golpeando a unos cuantos demonios presentes, incluyendo al de cara rara, antes de que la liana que lo sujeta se rompa y salgan expulsados hacia una de las tantas cuevas, aferrándose a las ramas con fuerza mientras rueda sin control.

-Eso...fue horrible...- murmuro, cayendo de espaldas al suelo apenas se detiene, sintiéndose mareado. Se tambalea mientras se pone de pie, viendo como Liuer ayuda a su maestro a levantarse, haciendo girar rápidamente su bastón y golpeando la jaula, rompiéndola y dejando a los niños libres, alzando la vista al escuchar una voz llena de furia y enojo, abriendo los ojos con asombro cuando aquel raro se movió, acortando la distancia rápidamente. No duda en empujar al niño lejos, jadeando cuando una mano grande y de largos dedos rodea su cuello, haciendo una mueca mientras ahora cuelga sobre el borde de la plataforma en la que están, notando de reojo el eclipse que esta empezando.

-Dime...- hablo el raro, serio y con el ceño fruncido, su agarre apretándose hasta el punto en el que el aire cuesta entrar. -...¿Dónde esta el cobarde de Sun Wukong?- exige una respuesta y la simple palabra "cobarde" lo enfurece. Su maestro no es un cobarde, sin importar de que dimensión fuera.

-¡No es un cobarde!- golpea la cara ajena con su bastón, logrando hacerlo retroceder y gritar, soltándolo en el proceso, tosiendo mientras se endereza lentamente, haciendo una mueca ante su adolorida garganta. Tendrá moretones en su cuello, de eso esta seguro. -¡Y en este momento, yo soy tu problema!- esta temblando ligeramente, aterrorizado, porque sabe que aquel ser es poderoso, porque sabe que no es contrincante para él, porque sabe morirá si se descuida pero esta dispuesto a lo que sea porque ese es su deber, proteger a quien lo necesita. -¡Mi nombre es Monkie Kid!- hizo girar su bastón, colocándose en posición de batalla, mirando fijamente a su oponente. -¡Y no dejare que les hagas daño a los niños!- y es entonces que siente una repentina corriente de aire que viene desde atrás, alzando la vista con asombro justo a tiempo para ver al dragón de tonos azulados volar por encima de donde están, moviéndose con agilidad antes de lanzarse hacia donde están, golpeando al raro de frente y mordiendo a unos cuantos demonios antes de alejarse con la misma elegancia con la que apareció.

-¡Gran sabio!- sonrío Liuer cuando, de entre todo el polvo que el dragón levanto con sus movimientos, apareció el mono de expresión seria y decidida, una expresión que le queda mucho mejor que la derrotada de la última vez.

-Monkey King...- no puede luchar contra la ola de alivio que lo inunda, riendo ligeramente cuando el cerdo corta su dramática entrada y crece para lanzarse a la batalla, solo para ser golpeado con un poder azul y caer al suelo como un pequeño cerdo de aspecto confundido. Y ahí es cuando empieza la lucha entre el raro lleno de ira y el mono sin poderes que se esfuerza con todo lo que tiene. -¡Tenemos que irnos!- porque su presencia podría ser una distracción o ese raro podría atacarlos pero ninguno de los dos es bueno, Monkey King necesita todo la concentración posible. El anciano y el niño se apresuran de alzar a todos los niños que pueden, corriendo para alejarse, MK volteándose al escuchar un grito justo a tiempo para ver caer al raro al vacío pero no esta aliviado, no cuando el eclipse se completa en esos momentos y el suelo bajo sus pies empieza a temblar. -Eso no es una buena señal...- murmuro para si mismo cuando vio al gran monstruo que emergió del vacío, largo como un gusano y gordo, sin ojos al parecer pero con una gran boca llena de dientes y largas extremidades que usa para moverse mientras ruge. -¡No!- va tras los niños, puede verlo, así hace crecer todo lo que puede su bastón y lo golpea con toda la fuerza que puede, aliviado de hacerlo perder el equilibrio, corriendo hacia los niños al ver que el mono se acerca para encargarse del monstruo. -¡Vamos!- los empuja hasta la cueva más cercana que encuentra, jadeando con esfuerzo. Esta cansado, quiere dormir.

-¡El gran sabio!- jadeo Liuer al ver como aquella gran cosa golpea al mono, haciendo que desapareciera de sus vistas. -¡Tenemos que ayudarlo!- hace el amague de avanzar, dispuesto a ir ayudar al mono, pero MK lo detiene en seco.

-Iré yo- no duda, él es más resistente que el niño, tiene más oportunidad. -Quédense aquí...- empujo suavemente al Liuer hacia su maestro, quien de alguna manera tiene una mano libre para agarrar el brazo del niño. Sonrío ligeramente, esta aterrado pero eso no va a frenarlo. -...y cuídense- hace girar su bastón y se aleja a paso veloz, esperando que todo el entrenamiento que tiene lo ayude de alguna manera.

~Monkie Kid~ 3️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora