~Monkie Kid~ 3️⃣

Femenina

Espero que les guste~

Nota: En este, MK es una chica :3

Nota-2: No me acuerdo cual es el termino para cuando es el genero opuesto xD

MK siempre se había vestido, según las propias palabras de muchos, como un niño. No era realmente su intención pero los pantalones largos son cómodos y las zapatilla eran lo mejor a la hora de tener que estar moviéndose todo el tiempo como cuando estaba en horas de trabajo, las remeras manga corta y holgadas le hacía sentir segura de que no se veían sus pechos o su corpiño, y su campera era su prenda favorita. Todo eso era cómodo teniendo en cuenta su trabajo y su nueva tarea de proteger la ciudad pero eso no significaba que no le gustara vestirse de forma diferente.

Ese día en particular, había algo diferente y se despertó queriendo verse linda por alguna razón. No lo pensó mucho y aprovechando que es su día libre, decidió arreglarse un poco. Se levantó con ánimo y se dio una ducha antes de decidir que ponerse mientras tarareaba una tonada. Se decidió por algo que le habían regalado y aun no había estrenado. Una remera sin mangas blancas y con ligeros dibujos en negro, cómoda y suave contra su piel, junto con una pollera tableada completamente negra que iba en su cintura y le llegaba poco más arriba de la rodilla, colocándose medias blancas para ponerse sus zapatillas. No le gustaba mucho el maquillaje, así dejo eso de lado y agarro su cepillo, peinando suavemente sus rebelde cabello castaño, decidido a usar su fiel bandana como vincha por esta vez. Se paro frente al espejo y una gran sonrisa se dibujo en su rostro, dando una pequeña vuelta solo para asegurarse de no haber perdido ningún detalle, su alegría creciendo con los segundos. Le gustaba mucho como se veía.

-¡Ha empezar el día!- canturreo, tarareando mientras daba pequeños saltitos en su camino hacia la tienda de abajo, su sonrisa en aumento al ver a su jefe allí, ya peleando con su cliente frecuente y algo abusivo. -¡Hola Pigsy! ¡Hola Tang!- saludo con todo el entusiasmo del día, llevando las manos tras la espalda para que no notaran que estaba retorciendo sus dedos, mirándolos fijamente y esperando, nerviosa. Estaba buscando cumplidos, aunque no lo diría en voz alta.

-MK, tu...- Pigsy cerró la boca, sin saber cómo continuar.

-...¿Qué haces vestida así?- continuó Tang, frunciendo ligeramente el ceño. Ambos se veían extrañamente confundidos pero mirando su falda como si fuera una especie de extraterrestre o algo así.

-Mei me la regalo...- estaba algo ofendida ante sus miradas desconcertadas, no era la primera ni la última vez que usaba falda. -...y es mi día libre- agrego, aunque eso no era realmente la razón de su vestimenta.

-Estas un poco...descubierta- el de anteojos hizo un gesto, refiriéndose obviamente a sus hombros desnudos y sus piernas descubiertas.

-¿No quieres...cambiarte?- preguntó el demonio con una sonrisa nerviosa y casi incomoda. Eso no era lo que ella esperaba si era sincera.

-¿Cambiarme?- MK frunció lentamente el ceño, molesta. Entendía a sus amigos, quienes querían mantenerla lo más segura posible y lejos de todos los problemas, pero escuchar sus órdenes disfrazadas de peticiones, luciendo incómodos ante su apariencia, le dolía. -No quiero- se veía bien y se sentía cómoda, negándose a dejar que ellos arruinaran su buen humor -Me voy- aviso y les dio la espalda, alejándose con paso firme, ignorando las llamadas del par. No quería sermones ni órdenes, solo quería un día tranquilo y algún cumplido. No sentía que fuera mucho pedir.

Fue directamente a la casa de Sandy, quien la recibió con una sonrisa amable y bocadillos, sus ojos brillando cuando la vieron.

-Te ves hermosa, MK- comento mientras le ofrecía un plato lleno de galletas que había ornado el día anterior.

-Gracias, Sandy- se acerco para abrazarlo con fuerza, agradecido por la sinceridad ajena y la falta de miradas raras, sintiendo la gran mano de él apoyándose con sumo cuidado en su espalda y sin hacer amague de apartarla. Amaba al grandote azul.

Se quedo un rato, relajándose y con su alegría creciendo, yéndose solo cuando recibió un mensaje de su mejor amiga para reunirse en el centro, una oportunidad de recibir los abrazos de ella que no iba a desperdiciar. Así que se despidió de su amable amigo, caminando a paso lento y tranquilo, sonriendo con amabilidad hacia los chicos que la miraba, sin entender muy bien.

-¡MK!- sonrió ante la voz, abriendo los brazos al ver a su mejor amiga corriendo hacia ella. -¡Te vez asombrosa!- fue lo primero que dijo mientras la abrazaba y MK no pudo evitar aferrarse, un poco más tranquila. Su mejor amiga siempre sabía que decir y sus cumplidos siempre eran sinceros. -Sabia que esa falda era para ti, lo presentí- comentó con diversión, separándose solo para verla un poco mejor.

Pasaron el resto de la tarde juntas, mirando vidrieras y jugando videojuegos, hasta que se cansaron y decidieron volver a la tienda, algo sorprendidas al notar que ya tenía el cartel de cerrado y todos estaban allí dentro, hablando de algo que seguro se perdieron.

-¿Todo bien?- enarco una ceja ante la mirada fija de su maestro y el príncipe.

-Hay mucha...piel expuesta- murmuro Nezha, luciendo nervioso y algo incomodo pero MK se lo iba a dejar pasar porque él no era humano, no estaba acostumbrado a ver ese estilo de ropa y era la primera vez desde que se conocían que la veía así, por lo que iba a disculparlo por esta vez.

-Demasiada- Wukong asintió, ya sacándose su capa y acercándose a ella con obvias intenciones, ella apresurándose para esquivarlo. MK también iba a disculparlo porque...bueno...era un ser de muchos años y que había vivido la mayor parte de eso aislado, así que se lo iba a dejar pasar. 

-Mmmmm...- Macaque era un experto en expresiones faciales y podía ver la molestia en el rostro ajeno ante la reacción de alguno de sus amigos, su frustración en crecimiento mientras el dios intentaba taparla con su capa. Él había estado mucho más tiempo entre humanos, se había acostumbrado a los múltiples cambios que los humanos habían hecho a lo largo de la historia y entre todo ello, el estilo ya no lo molestaba. -¡Hey, Kid!- llamo, logrando llamar la atención de todos, aunque mantuvo sus ojos dorados en los castaños de ella. -Te ves linda- puso cada onza de sinceridad que tenía en su manipulador cuerpo y aunque se sentía avergonzado de hacerlo enfrente de tanta gente, eso valió la pena ante la gran sonrisa que se estaba dibujando en el rostro ajeno.

-¡Gracias, Macaque!- MK se acerco para lanzarse y abrazarlo con fuerza, alegre de que al menos uno de sus amigos mayores pudiera darle un cumplido, ignorando el cambio repentino de vestimenta. El mono de la sombras tarareo, ignorando la mala mirada que le daba la mayoría y fulminando con la mirada a la chica dragón que estaba sacando fotos, apoyando ligeramente sus manos en la espalda de la chica para corresponder torpemente el abrazo repentino.