Advertencia #2

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Espero que les guste~

Nota: Capítulo 90 ^_^

Nota-2: ¡No, fuera, impulso de hacer libros! Tengo ideas para hacer esto pero veré que hacer xD

Nota-3: Por si no se han dado cuenta, Lady Bone Demon no es mala aquí

La consciencia volvió lentamente pero los recuerdos de lo sucedido lo golpean, sentándose bruscamente y con los ojos bien abiertos mirando a su alrededor con pánico, sin poder reconocer en donde estaba. Hacía frío, las paredes luciendo como si estuvieran hechas de hielo, aunque la cama en la que estaba era totalmente normal para su alivio. Se apresuró a levantarse, palmeando sus bolsillo, no tenía su teléfono ni sus llaves pero para su alivio, su bastón estaba escondido en su oreja. Lo sacó para extenderlo, apretándolo firmemente entre sus manos mie tras avanzaba con pasos cuidadosos, notando entonces que la habitación en la que estaba no tenía una puerta. Apoyo su espalda contra el marcó, agradecido que a pesar de parecer estar hecho de hielo no estaba tan frío como lo había esperado, y se asomo apenas. El pasillo estaba vacío para su suerte.

-Me voy, me voy. Que lastima pero adiós- murmuró por puro nerviosismo, trotando por el pasillo, agradecido por el entrenamiento de siguió. Se detuvo en una esquina para asomarse de repente, solo queriendo cerciorarse de que no había alguien que pudiera detenerlo.

-Me alegra ver que has despertado, sucesor- se sobresalto ante la voz, dándose vuelta rápidamente mientras retrocedía un paso solo para poder apuntar su bastón a quien sea que le haya hablado. Era una mujer con un extraño aire de princesa a su alrededor, su cabello tan blanco como la nieve bien peinado y lacio que le llegaba hasta un poco más abajo de la cintura, mostrando una amable sonrisa y con sus ojos rojizos mirándolo fijamente, su vestido tan largo que tocaba el suelo y de un suave color azul, sus manos entrelazadas enfrente y a la vista. -Saludos sucesor, lamento mucho haberte asustado...- él se tenso, notando como hacia un ligera reverencia. -...pero me alegra verte despierto-

-Gracias...supongo- estaba tan confundido en estos momentos. -Eres...¿La reina?- recordó las palabras de aquel hombre que se lo había llevado, aunque no bajó la guardia, manteniendo el extremo de su bastón apuntando hacia ella.

-Soy Lady Bone Demon- agarro con delicadeza y su falda, haciendo una reverencia de presentación como el de las princesas en las películas. -¿Podrías bajar tu arma para poder hablar?- preguntó mientras se enderezaba, tranquila a pesar de la amenaza cerca de su rostro. -No soy tu enemiga, sucesor. Te lo puedo asegurar- continuo con seriedad, manteniendo su amable sonrisa.

-Esta...bien- decidió darle la oportunidad de hablar, guardando su bastón.

-Excelente, sígueme por favor- avanzó con total confianza, algo esperando teniendo en cuenta de que estaba seguro que esta era su casa, y él tardó solo unos segundos en seguirla. Los pasillos eran largos, tenía los techos altos y pequeñas luces que iluminaban todo, con gravados decorando las paredes y haciendo que todo se viera más elegante, llegando a una sala de gran tamaño, con muebles de verdad y un gran candelabro colgando del techo. -Adelante, toma asiento- hizo un gesto hacia uno de los sillones individuales, sentándose ella misma en otro que están a su lado. MK obedeció, sorprendido de lo cómodo que era. -¿Chocolate caliente?- señaló hacia le pequeña mesa que allí había, específicamente a las tasas ligeramente humeantes. -Me gustan las cosas frías pero le he tomado el gusto al chocolate caliente desde que los humanos lo inventaron- comentó mientras agarraba una taza, dándole un sorbo y sonriendo.

-Gracias- fue educado, agarrando la otra taza y dándole un sorbo tentativo, una sonrisa apareciendo en su rostro. Esto le traía recuerdos. -¿Has probado ponerle malvaviscos?-  preguntó antes de poder pensarlo.

-¿Malvaviscos?- ella ladeo apenas la cabeza, luciendo genuinamente confundida. -¿Se les puede poner?-

-Puedes comprarlos en la tienda y vienen en bolsas. Son más pequeños de lo usual para que puedan entrar a las tazas y no cause problemas cuando se hinche un poco- contestó, dándole otro sorbo. -Pigsy, mi jefe, se los pone todo el tiempo- sonrió.

-Me gustaría intentarlo- asintió ella, sus ojos rojizos brillando con curiosidad. -¿Escuchaste eso, Mayor?-

-Por supuesto, mi reina- MK se atraganto un poco, notando de reojo al hombre parado allí, su sonrisa luciendo más genuina mientras la miraba. -Lo voy a agregar a la lista de mercadería-

-Gracias, Mayor- sonrió ligeramente, cariñosa de alguna manera. -Puedes tomar un descanso, estaremos bien- él asintió y se alejo, el mortal aprovechando eso para activar su visión dorada y verlo. Había aprendido que humanos y demonios tenían diferencias si los veía con su visión dorada, solo los demonios tenían un aura de algo a su alrededor, su color dependiendo de sus poderes por lo que pudo suponer.

-¿Eh?- el hombre no tenía nada, aunque su había una especie de hilo blanco que salía de su pecho, el otro extremo conectado a ella quien tenía un aura blanquecina y con pequeños toques de azul. -Es humano...-

-Así es...- asintió, tomando otro sorbo de su bebida, acunando la taza entre sus manos. -...pero si me permites, responderé todas tus preguntas luego, porque te traje por una razón-

-¿Cuál?- estaba tenso, no podía negar eso.

-Hay un peligro que se acerca...- lo miro con seriedad pero MK pudo notar el destello de miedo. Ella estaba asustada. -...y será devastador...para el mundo entero- él trago en seco pero se mantuvo firme, dispuesto a escucharla. Eso no sonaba nada bueno.

~Monkie Kid~ 3️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora