Hada

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Espero que les guste~

Nota: En su forma hada, MK no se ve demasiado pálido, con los ojos oscuros pero brillantes, casi como si fueran un espejo. Tiene las orejas puntiagudas, con tonalidades de un suave color rojizo en todo su cuerpo. Sus alas ocultas se ven como un tatuaje hermoso que abarca la mayor parte de su espalda y con las puntas en los hombros aunque despegadas se ven como las de una mariposa pero con los extremos ligeramente en punta

Nota-2: MK es un hibrido, hijo de un humano y de un hada. Utiliza un objeto con glamur, una pulsera que parece estar hecha a mano, simple y común, para que no llame demasiado la atención

Nota-3: El comentario ponía como ejemplo a un Kitsune pero por alguna razón, el hada me gusto más ^_^

Petición de: ErizTokage

Las hadas son criaturas míticas y poco conocidas, últimamente vistas solo en películas o en series , puestas usualmente como pequeñas criaturas voladoras que usaban su polvo de hadas para hacer volar a otros y que, entre demonios, se creían extintas porque no se las habían visto en el mundo real en mucho tiempo. Fueron perseguidas en una época, algunos por curiosidad y otros tantos por la necesidad del polvo de hadas para hechizos y pociones pero nunca prisioneras porque eran consideradas poco interesantes y sin mucho poder aparte de volar.

Pero él lo sabía mejor. Las películas mentían. No eran pequeñas, aunque si podían hacerse de ese tamaño para seguridad o por gusto. Eran fuertes, capaces de levantar el doble de su peso sin mucho problema, el triple si entrenaban lo suficiente. Tenían inmunidad, resistentes a todos los hechizos y pociones existentes. Longevas, pudiendo vivir más que el humano promedio pero no inmortales. No extintas, sino que escondidas a plena vista. Vivian entre humano, luciendo y actuando como ellos, fingiendo ser uno más de la multitud, pero aun estaban allí, solo que nadie lo sabía.

A MK le dieron una sola regla cuando era niño y esa era no revelarle a nadie lo que realmente era. Su madre era paranoica, debido a una mala situación que había pasado y de la que nunca le hablo, queriendo mantenerlo a salvo a toda costa. Fue difícil porque las hadas no podían mentir, no estaba en su naturaleza, pero le habían enseñado a no revelar su verdad y a desviar las preguntas con facilidad, todo para que nadie lo supiera, pero siempre había excepciones.

La primera excepción en mucho tiempo fue Pigsy. Su madre y él eran amigos desde la escuela primaria, llevándose bien al instante siendo el apoyo del otro durante años, volviéndose prácticamente familia. Tuvo muchas dudas y se negó durante semanas pero estaba enferma y necesitaba a alguien que se hiciera cargo de él si algo le pasaba, así que decidió confiar en su amigo de toda la vida y se lo dijo. El cerdo pareció sorprendido e hizo muchas preguntas pero aseguro, prometió, que nunca diría nada de su especie. Cumplió y lo sigue haciendo, sin decirle siquiera a Tang, no dispuesto a traicionar la confianza que le habían depositado. Se convirtió en su tutor cuando su madre 

Él adapto su vida completa en torno a su especie. Quito la sal de las estanterías de su casa, asegurándose hasta 5 veces en lo ponerle a la comida que le serbia. Se encargo de tirar o cubrir todo lo que estuviera hecho de hierro en su casa. Escondió en lo más profundo de su habitación todo lo que estuviera hecho de acero, comprando cubiertos de plástico solo por seguridad. Incluso se aseguro de que toda la madera de sus muebles no le causara ningún tipo de reacción. Incluso averiguo en el mercado de demonios para comprar su objeto que mantenía su glamur arriba, comprándole uno nuevo cada cierto tiempo.

-¿Te sientes cómodo aquí, Kid?- pregunto Pigsy, mirándolo con preocupación y MK solo pudo verlo en silencio por unos segundos. Este demonios había puesto su mundo entero de cabeza, había escondido, tirado y guardado muchas de las cosas que tenía en su cabeza para que pudiera vivir con él sin ningún peligro presentes. Era maravilloso.

-Muy cómodo~- contesto con una suave sonrisa, apagando su glamur y mostrando se verdadera forma, una manera en la que se demostraban confianza. El cerdo lo miro con asombro y lo abrazo, teniendo mucho cuidado con sus alas, murmurando elogios y haciéndolo sentir querido.

Fue lindo tener a alguien, fuera de su mamá, que se esforzara tanto en cuidarlo. Se sentía mal no decirle toda la verdad a Tang y a Mei, porque se sentía como si les estuviera mintiendo o les estuviera ocultando un secreto peligros, pero había prometido no decirlo e iba a cumplir, temeroso de lo que podría pasar si alguien se enteraba.

El siguiente en enterarse fue Sandy y fue un completo accidente. Tenía una remera manga corto porque hacia calor y estaba ayudando en la cocina, siguiendo las indicaciones del dueño del lugar para terminar de guardar las compras que este había hecho, cuando en un descuido, empujo la sal y esta cayo, abriéndose en el proceso y cubriendo su brazo en el proceso. El efecto fue instantáneo, gritando de dolor mientras retrocedía, su brazo cubierto de sal humeando y con ampollas empezando a aparecer. Sandy se sobresalto y entro en pánico pero Pigsy se apresuro, agarrando la muñeca del niño y abriendo la canilla de agua fría, dejando el brazo ajeno bajo el chorro abundante. MK sollozo durante todo el proceso, calmándose mientras la sensación de quemazón empezó a calmar lentamente.

-Hey, hey, hey, todo estará bien- susurro suavemente, sentado en el suelo y abrazando al menor, vigilando como las ampollas en el brazo ajeno empezaban a curar lento pero seguro.

-Mi amigo...- levanto la vista, viendo al demonio de piel azul, el cual se veía culpable y preocupado, aunque él realmente no había hecho nada malo.

Tuvieron que decirlo después de eso y aunque Sandy parecía conmocionado, las preguntas llenas de preocupación fue lo primero que salía de su boca a un ritmo rápido y casi frenético, anotando todo lo que podría ser peligros para el menor y adaptando a un ritmo rápido su hogar. Prometió no decir nada y guardar el secreto.

El último hasta el momento de enterarse fue Macaque y realmente, no fue su intención. Fue en medio de su entrenamiento, mientras estaba haciendo largo y lentos estiramientos para no lastimarse ningún musculo, sintiendo la mirada ajena directamente en su nuca.

-¿Qué?- lo miro, ya teniendo suficiente del silencio.

-No eres humano, ¿o si?- Macaque enarco una ceja.

-¿Cómo lo...?- cerro la boca, dándose cuenta de repente que se había distraído y había respondido la pregunta ajena pero también se dio cuenta de que algo él había hecho. Alzo las manos sin pensar y antes de que el mono pudiera reaccionar, le tiro una buena cantidad de polvo de hada, la cual golpeo el rostro ajeno. El mono tosió, parpadeando rápidamente, el polvo brillando en su pelaje y a su alrededor, flotando por el momento. -¿Qué me hiciste?- pregunto con voz seria y demandante.

-Puse un hechizo en la parte trasera de tu campera, para que cuando usaras tus poderes, este lo absorbiera y luego, podría robarte todo el poder- el mono frunció el ceño, luciendo sorprendido y molesto por la pura verdad que había salido de su boca. Una sensación de traición lo lleno, frunciendo ligeramente el ceño. -¿Qué fue...?-

-Un hechizo de la verdad- respondió sin dudar, mordiéndose la lengua. -Los hechizos, pociones y sellos, nada de eso funciona en mi- agrego ante la pregunta muda que brillo en los ojos dorados. -Me engañaste- lo miro fijamente.

-Si pero no es personal- gruño, las palabras saliendo de su boca sin su permiso. -Quería utilizarte para atraer a Wukong a una trampa y obligarlo a luchar contra mi pero...- dudo, mirando al chico, su expresión relajándose considerablemente. -...me agradas, Kid- no parecía muy cómodo pero si resignado.

-Oh...- parpadeo. El hechizo aun estaba arriba, así que el mono no estaba mintiendo. -¿Lo suficiente como para que no digas nada de esto?- pregunto, tentativo y algo asustado.

-No diré nada- acepto casi al instante pero MK dio un paso adelante, extendiendo su mano, expectante. -¿Quieres una promesa?- enarco una ceja, bufando cuando el chico asintió rápidamente. Tardo un poco pero al final, el mono hizo la promesa, ganándose una gran sonrisa de parte del hada.

-Puedo suponer que Wukong no lo sabe- comento con tono desinteresado después de unos segundos de silencio pensativo.

-Se supone que nadie debe saber a menos que sea una emergencia- se cruzo de brazos, preocupado. Su ahora maestro no parecía sospechar nada, demasiado distraído.

-Wukong es un maldito imbécil- bufo, burlón y lleno de diversión. -Si algún día se entera, frotare este momento en su feo rostro- su sonrisa llena de victoria le dio gracia al hada, por lo cual no pudo contener la carcajada que salió de su boca.

~Monkie Kid~ 3️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora