~Monkie Kid~ 3️⃣

Un MK Diferente

Algo raro que se me ocurrió xD

Espero que les guste~

Hay muchos universos diferentes que se mueven todo el tiempo y a veces a diferentes ritmos, algunos buenos y otros malos, todos ellos el resultados de diferentes situaciones o problemas, todos con algo diferente pero similar a la vez pero en uno en particular había un MK en particular, uno que fue abandonado y desepcionado, uno que perdió todo lo que amaba. Su maestro lo abandono y nunca volvió, LBD logró matar a todos sus amigos, haciendo que la furia lo invadiera y causará que el sello en su interior se rompiera de golpe, la explosión de poder logrando destruirla pero causando la muerte de la pequeña y de mucha más gente, por no mencionar la destrucción de la mayor parte de la ciudad. Estaba devastado, con el corazón roto y completamente solo, llorando amargamente por lo que parecieron ser años pero de alguna manera se levantó, entrenando sus poderes completamente desbloqueados, robando unos cuantos duraznos de la antigua casa del maldito que lo había dejado y decidido a no dejar que otro mundo sufriera lo que él, viajando por ellos para verse a las diferentes versiones de si mismo, contemplando la vida normal que tenía uno que nunca fue el sucesor, enarcando una ceja ante otro que de alguna manera terminó como alumno de Macaque desde el principio, sonriendo con cierto cariño ante uno que de alguna manera fue adoptado y criado por el mono de las sombras.

Había muchas versiones, todos diferentes.

Y así es como tiempo después se encuentra con una de sus tantas versiones más jóvenes, admirando de cierta manera la inocencia que brillaba en sus oscuros ojos, tarareando ante su ropa colorida y con la cara de aquel que en su propio mundo lo había abandonado.

-¡Wow!- el menor se le acercó, asombrado mientras lo admiraba. -¿Eres yo?- captó el parecido rápidamente, obviamente gracias al odioso bastón que había decidió conservar solo como un recordatorio de abandono. -Te vez...diferente- ladeo la cabeza y él pudo entender su confusión.

-Lo sé- ya no tenía su banana, teniendo el cabello mucho más corto, utilizando una camiseta negra sin mangas y pantalones del mismo color, usando una chaqueta blanca con detalles verdes para sentir que Mei siempre estaba a su lado y con uno de los collares que Red Son siempre usaba, guardando en su bolsillo un reloj que ya no funcionaba que le perteneció a Tang alguna vez y el libro de recetas de Pigsy en su mochila de viaje junto a las pocas fotos que había podido obtener de su propio mundo, usando su vieja bandana atada alrededor de su muñeca como recordatorio de mejores años. -Cosas...pasaron- desvío ligeramente la vista.

-¿Esta bien?- preguntó, preocupado, y su corazón de estremeció. Todo había sido tan fácil en aquella época donde ser el sucesor había sido emocionante e increíble, cuando todo era mayormente divertido...pero entonces, ella apareció y él lo abandono.

-No confíes en él- soltó antes de poder pensarlo. Nunca había interactuado con ninguna de sus otras versiones, contento con verlos de lejos e incluso llegando a encargarse de LBD en ciertos mundos donde tenían la suerte de que aún no había atacado.

-¿En quien?- frunció el ceño, confundido, justo cuando alguien más se unía a ellos, alguien que no había visto en mucho tiempo y que aún así, pudo reconocer con horrible facilidad.

-En él- señaló hacia el mono que mantuvo la distancia, aunque lucia preparado para cualquier cosa.

-¿Monkey King?- el menor se volteo para ver al mono tenso que los miraba con atención.

-Solo eres un maldito traidor que no dudará en dejarte solo cuando las cosas se pongan complicadas- sus palabras molestaron al dios, quien frunció el ceño pero no dijo nada.

-¿Eso te sucedió a ti?- pareció triste, viendo sus prendas con algo parecido a la realización, como si hubiera descubierto de repente lo que había sucedido o por lo menos, lo estuviera deduciendo. -¿Te abandono...y nunca volvió?-

-Sucedió mucho más que solo eso- gruñó, apretando con fuerza su bastón, aguantando las ganas de golpear el rostro del mono.

-Él lo hizo...- se tenso ante eso, volteando a ver a su versión más joven, frunciendo el ceño ante sus palabras. -...se fue, me abandono...- apretó su bastón. Había sucedido eso en ese mundo pero no parecía que hubiera salido tan mal como en su propio mundo. -...pero volvió...- miro de reojo a Wukong, quien parecía triste y dolido, arrepentido de una manera que no podía creer aunque lo estuviera viendo. -...volvió para ayudar e incluso si nos mintió, se disculpo al final y se esfuerza por ser diferente- se enderezó, viendo a los ojos ajeno, él sorprendido al ver su firmeza y confianza repentina. -Confío en Monkey King- y rayos si eso no era sorprendente pero al mismo tiempo, era extrañamente relajante de escuchar. Las cosas habían sido diferentes allí, todo había resultado diferente.

-Cómo quieras...- porque este MK era diferente pero de una buena manera. -...y en cuanto a ti...- miro a Wukong. -...espero que no lo arruines como lo hizo el idiota de mi mundo- y retrocedió unos cuantos pasos, el mono aprovechando para avanzar y básicamente lanzarse sobre el menor, mirándolo de manera frenética y preocupada, cerciorándose de que estuviera sano y salvo, el chico aceptando el trato con una sonrisa, como si estuviera acostumbrado. Él lo miró, tarareando para sí mismo, era bueno ver a una versión decente de Wukong.