Nezha: El renacer de un dios #3

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Espero que les guste~

-¿A donde vamos?- MK no pudo evitar preguntar, lleno de curiosidad, mirando con asombro a su alrededor. Estaba entre los brazos de Monkie King, sus piernas demasiado cortas para seguirle su largo paso.

-Iremos a ver a un amigo mío- respondió con toda la tranquilidad del mundo, su máscara de vuelta a su lugar.

-¿Tienes amigos?- eso salió por si solo.

-Eso me ofende, mocoso- bufo, aunque no había molestia en su tono.

-Lo siento- sus mejillas se tornaron rojas de vergüenza, no había querido hacer esa pregunta. -Es solo que...el Monkie King de mi mundo no tiene amigos exactamente...tiene monos...- monos y un abogado furioso que le dejaba 20 mensajes al día llenos de ira, reclamando que debía completar los papeles pendientes, aunque este último no contaba exactamente y ahora, bueno, los tenía a ellos.

-Yo también los tengo...- contestó. -...pero tuve que venir a la ciudad y como no quería quitarles su libertad, los dejé en esa bonita montaña. Apuesto a que han hecho muchas fiestas- lo último lo agrego con tono divertido, imaginando el desastre que sería su montaña a estas alturas. Los iba a visitar de vez en cuando, dándoles cariño h contándoles lo que había hecho hasta esos momentos, llevándose unos cuantos duraznos de paso cuando se debía ir.

-Oh...- eso tenía sentido, aunque aún se preguntaba que podría haber sido tan importante como para que el mono tuviera que mudarse a la ciudad pero era algo que no iba a preguntar, no por el momento.

-Llegamos- estaban en un lugar algo apartado, con sólo dos personas allí en esos momentos a parte de ellos. Una chica que hablaba animadamente y con una sonrisa animada al chico que estaba apoyando en una motocicleta, escuchándola de brazos cruzados. -Pensé que te había dicho que vinieras solo- comentó al ver a la chica.

-No iba a dejarla sola...- hizo una ligera mueca. -...y ella no dejaba de insistir, así que la traje para que se callara- agregó, ganándose un golpe en el brazo.

-Idiota...- ella hizo una puchero, aunque no aprecia estar ofendida realmente, sacando la lengua en un gesto infantil cuando él se volteo a verla con el ceño fruncido.

-Las mujeres son tan raras- murmuró el mono, a lo que el menor asintió. Incluso si amaba a Mei con todo su corazón, nunca llegaba a entenderla por completo.

-¡Hola!- decidió hablar, su voz llamando su atención y logrando que ambos desviaron la mirada para verlo rápidamente, los ojos de ella brillando con entusiasmos mientras los de él se entrecerraban con sospecha. -Soy MK-

-Li Yunxiang- asintió él. Tenía el cabello negro y lo sufrientemente largo para atarlo en un rodete, con un par de mechones colgando en su frente, de ojos oscuros tranquilos, vistiendo una chaqueta que parecía ser de cuero color negro y pantalones de jean azul oscuro, con botas de combate.

-¡Soy Kasha!- ella tenía el cabello corto de un suave color castaño y ojos azules brillantes, acompañados de una sonrisa amable y con un suave color rojizo en las mejillas, con poco maquillaje por lo que podía decir. Vestía una remera blanca pegada al cuerpo y una falda negra que era más larga atrás, mostrando que tenía una pierna ortopédica, junto con botas bajas de color negro. -¡Eres adorable!- chillo, dando unos pocos pasos hacia adelante para acortar la distancia y muy pronto, MK tenía manos suaves con dedos finos y largos en sus mejillas, apretando con suavidad, escuchándola arrullar. Él sólo la dejó, resignándose a ser tratado como niño por culpa de su apariencia y altura.

-Déjalo en paz Kasha, es un niño- hablo él pero ella ni siquiera lo miró, siguiendo con lo que estaba haciendo. -Hablando de eso...- miro al mono, enmarcando una de sus gruesas y oscuras cejas. -...¿Empiezas a robar niños ahora, mono raro?- comento en tono burlón, aunque tenia curiosidad respecto a la repentina presencia del menor.

-No me lo robe, vino sólito- rio ligeramente. -Además, no es un niño común y corriente- fue algo brusco pero de alguna manera suave mientras se alejaba de la chica y lograba que soltara al menor, alejándose unos cuantos pasos. -Chico, ojos dorados allá- señaló hacia el de ojos oscuros, quien frunció el ceño con confusión.

-No soy un perro- rio, aunque aún así obedeció, activando su visión dorada y mirando al chico, jadeando al ver la gran figura de un color dorado brillante que se elevaba por encima, con lo que parecían ser tres cabezas con un par de rodetes en la parte superior de cada uno y con muchos brazos, una cinta flotando a su alrededor con cierta elegancia y sosteniendo una gema lanza entre dos de sus manos, luciendo en guardia pero tranquilo de alguna manera. -¡¿Eres Nezha?!- lo miro, frenético, intentando entender cómo ese chico y el príncipe en su mundo eran el mismo ser.

-¿Como es que...?- retrocedió un paso, alerta.

-Te dije que era especial- sonaba orgulloso y si no fuera por la máscara, todos podrían ver su gran sonrisa. -No es exactamente Nezha, es una especie de...reencarnación, chico-

-Oh...- asintió, aunque aún no lo entendía, mirando de reojo al joven nuevamente. -...no se ve como mi Nezha- murmuró.

-¿Tu Nezha?- ahora, eso llamo su atención.

-¡Oh, tengo fotos!- saco su teléfono de su bolsillo, ignorando el gran mensaje de "sin señal" de la pantalla a favor de ir directamente a la galería, pasando las fotos hasta que encontró la que buscaba. -¡Aquí, mira!- Li Yunxiang se acerco con curiosidad, inclinándose para ver la pantalla, abriendo los ojos con sorpresa ante el ser de cabello largo negro y con dos pequeños rodetes en la parte superior, vestido con lo que parecía ser una armadura de color rosa y con una cinta flotando a su alrededor, sosteniendo una larga lanza como si estuviera para atacar y con una expresión seria, con unos anillos que lo mantenían a unos centímetros por encima del suelo bajo sus pies. Era una de sus fotos favoritas, se la había tomado sin que el otro lo supiera mientras estaba entrenando.

-¿Ese es tu Nezha?- se veían diferentes, eso era obvio. Tenia mucha curiosidad por aquellos anillos y por el arma, se pregunto si podría usar algo como eso en algún futuro.

-¡Si!- sonrió, emocionado. -Bueno, técnicamente, no es mío pero es el Nezha de mi mundo- rio ligeramente. -¡Tengo fotos de todos los demás!- contento, se dispuso a mostrar las fotos de sus amigos, la chica presente sonriendo con puro cariño ante la ternura ajena y con el otro par prestando atención, curiosos.

~Monkie Kid~ 3️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora