~Monkie Kid~ 3️⃣

Amnesia #2

Espero que les guste~

Nota: Solo algunas ideas sueltas

Nota-2: Quiero hacer finas aclaraciones, antes de que lean. Acepto ideas y peticiones, aun lo hago, pero tiene que ser algo corto y conciso, no un testamento lleno de detalles que no puedo terminar de leer porque está muy largo. Tampoco acepto peticiones de abuso, tanto sexual como físico, realmente no me siento cómoda escribiendo ese tipo de cosas.

Nota-2: En cuento mensajes, realmente no me molestan pero tengan en cuenta que no siempre puedo responder al instante, así que no sean insistentes por favor. Y también, intenten recordar las diferencias horarias porque a veces sus mensajes llegan después de las 2 de la mañana en donde vivo y me he pegado unos cuantos sustos.

MK tarareo, frunciendo el ceño con algo de confusión y curiosidad mientras sus dedos separan suavemente el cabello rojizo que le permitieron peinar, notando que había empezado a hacer una trenza de manera inconsciente, sus dedos moviéndose sin su consentimiento.

-¿He...hecho esto antes?- pregunto, dudoso, ninguno de sus recuerdos aun habían vuelto pero su cuerpo parecía moverse por cuenta propia a veces. Como agarrar cosas que podía ver que se caían solo de reojo, encogerse ante los gritos del cerdo a pesar de que no iba dirigidos hacia él, levantar su brazo como si estuviera a punto de bloquear un ataque si alguien se le acercaba mientras estaba distraído, incluso estaba ese extraño gesto de hacer rodar el pequeño bastón que aun no entendía como escondía en su oreja.

-Conmigo, todo el tiempo- sonrío Mei con diversión. -Tenía el cabello más largo hace unos años y odiaba que lo tocaran pero tu aprendiste a hacer trenzas complicadas y adoraba todo lo que se te ocurría- explico ante la mirada curiosa del chico. -Estabas tan triste cuando decidí cortarlo pero ahora, tenemos un nuevo sujeto de pruebas- miro el demonio de pelo rojo sentado tranquilamente en el suelo, luciendo extraño con el pelo suelto y una trenza en proceso.

-Solo por esta vez- se cruzo de brazos, aunque entre ambos sabían que era una cosa que sucedía mucho más a menudo de lo que cualquiera pensara. A Red Son parecía gustarle que peinaran su cabello y se quedaba con cualquier peinado que el chico le hiciera, sin excepción.

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MK miro fijamente el menú que le habían entregado, leyendo lo que ofrecían pero sin saber que pedir exactamente, sintiéndose perdido.

-¿Todo esta bien?- alzo la vista ante la voz, encontrándose con los ojos oscuros de Nezha mirándolo con preocupación y una sonrisa amable.

-Yo...- dudo, su dedo jugando con el borde del platico del menú. Se sentía estúpido, Nezha había dicho que este era su lugar favorito pero como no podía recordar nada, se sentía torpe y perdido. -...no sé que pedir- confeso, avergonzado.

-No te preocupes por eso- extendió su mano, su sonrisa volviéndose cariñosa y dulce, MK solo dudando un segundo en aceptar el gesto, colocando la suya sobre la ajena y viendo los largos dedos que rodeaban su mano. Era extraño, no lo recordaba pero ese simple gesto acompañado de aquella sonrisa lo hicieron sentir reconfortado, relajándose en su lugar.

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-¿Estás seguro de que no te molesto?- pregunto nuevamente, temeroso de molestar al gran ser de piel azul, sentado cómodamente sobre sus anchos hombros y con los brazos cruzados sobre su cabeza.

-No pequeño amigo, no me molestas- aseguro Sandy son una sonrisa, moviéndose por su sala con tranquilidad, dejando los platos llenos para sus muchos gatos allí presentes.

-Si tu lo dices...- no estaba del todo convencido pero se relajo, apoyando su mejilla sobre sus brazos cruzados, ahogando apenas un bostezo. Estaba sentado sobre los hombros de alguien que se movía contantemente, no debería ser cómodo ni relajante pero de igual manera podía sentir el sueño invadirlo lentamente, cerrando los ojos antes de darse cuenta, perdiendo la sonrisa cariñosa de parte del mayor.

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Miro, mordiéndose el labio inferior para no reír, un poco extrañado por la pelea que estaba presenciando. Pigsy reclamando lo ladrón que era su amigo, mientras que Tang reclamaba años de amistad y más comida. Era extrañamente divertido verlos gritar se entre ellos, uno agitando una cuchara de madera como amenaza y el otro derramando lágrimas falsas Mei tras se lamentaba

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MK se sobresalto ante los brazos repentinos que lo rodearon desde atrás, su cuerpo relajándose antes de siquiera pensarlo mientras sentía una nariz rozando su nuca y luego una cabeza apoyándose en su hombro, los brazos a su alrededor apretándose ligeramente. Parpadeo, sorprendido de escuchar un suave y contante ronroneo que venía de Wukong.

-¿No se supone que es un mono?- pensó, aunque decidió no decir nada, apoyándose en el toque y sintiendo el cuerpo relajarse contra sí.

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-Te ves sorprendentemente tranquilo para alguien que no nos recuerda- bufo Macaque con diversión, sintiendo como el chico se apoyaba en su hombro y se acurrucaba contra su costado.

-Es...extraño...- se encogió de hombros, acomodándose en su lugar. -...pero siento que puedo confiar en ustedes, así que me siento cómodo y tranquilo- cerró los ojos como prueba de sus palabras, sintiendo cuando el mayor frotó suavemente su cabeza contra la suya.