~Monkie Kid~ 3️⃣

Anidar

Algo raro que se me ocurrió de repente xD

Espero que les guste~

Una vez cada tanto, Wukong tenía la necesidad de anidar, llevándose todas las cosas esponjosas y suaves a su cuarto, creando algunas cosas más con mechones de su cabello y arrastrando a todos sus pequeños monos consigo. Era una necesidad que siempre variaba, a veces duraba solo un día o dos pero también había una posibilidad de esa necesidad durara una semana y un poco más, sus monos aguantando su actitud pegajosa con toda la tranquilidad del mundo, acostumbrados de alguna manera.

Pero esta vez, algo era diferente, podía sentirlo.

Hizo el nido más ostentoso de su vida, llenando su cuarto con todas las mantas y almohadas posibles, llevándose a los monos como siempre pero a pesar de que estaba allí, con la ropa más cómoda posible y pasando sus dedos por el pelaje de uno de los más pequeños de su grupo, aun no se sentía satisfecho. Algo le faltaba.

-Oh...- parpadeo cuando la imagen de su sucesor se le vino a la mente, levantándose sin dudar y subiéndose a su nube rápidamente para buscar al menor, totalmente decidido a robárselo por todo el tiempo que necesitara e ignorar los gritos del chef...solo para encontrarse con una sorpresa. -¿Como que no esta?- frunció el ceño ante aquella respuesta.

-Significa lo es, que no esta- bufo Pigsy, luciendo cansado y resignado al mismo tiempo. -Desapareció esta mañana pero me mando mensajes diciendo que estaba bien, así que...- hizo un gesto hacia la salida. -...si lo encuentras, dile que se prepare para cumplir horas extra- Wukong asintió, saliendo rápidamente del lugar para buscar a su alumno.

Lo encontró en donde menos lo esperaba, en la casa de su contraparte, metido en un nido de aspecto cómodo, con dos pequeños monos de pelaje oscuro acurrucados en sus costados y el mismísimo Macaque acostado encima suyo, con el rostro hundido en el hombro del niño.

-¡Hola, Monkey King!- saludo MK con una gran sonrisa, sus dedos pasando por el pelaje oscuro del mono de las sombras, quien ni siquiera se movió ante la presencia del dios.

-¿Qué haces aquí?- frunció el ceño ante la escena, sus manos picando por llevar a su sucesor a su propio nido.

-Macaque dijo que quería mimos...- el mencionado se acomodo más en su lugar, su cola moviéndose lentamente y con obvio gusto, contento de donde estaba. -...y me arrastro hasta aquí, así que le avise a Pigsy que no podía ir hoy y aquí estoy- tarareo.

-Macaque...- entrecerró los ojos, mirando fijamente al otro mono.

-...llegue primero, piérdete...- murmuro sin moverse mucho, apretando ligeramente su agarre ene le menor.

-...es mi sucesor...- frunció el ceño.

-...no me importa...- gruño.

-...Macaque...- esta desesperado en este punto, la necesidad de estar en su propio nido con todo lo que quería haciéndose más fuerte.

-...no...- el dios estaba al limite, la picazón volviéndose insoportable.

-¡Bien!-y termino por llevárselos a todos de vuelta a su hogar, agregando el dio ajeno al suyo, con sus pequeños monos recibiendo a los ajenos con grandes sonrisas y chillidos entusiastas, logrando colocar al confundido y extrañado chico en medio de ambos para poder abrazarlo.

-Estoy tan confundido- murmuro MK para si mismo, aunque realmente no hizo amague de moverse, tampoco es como si pudiera hacerlos con el agarre firme de ambos. Suspiro, sacando su teléfono con cierta dificultad, usando una de sus manos para responder los mensajes de sus amigos y usando la otra para acariciar de manera distraída el pelaje más cercano que tenía, mordiéndose la lengua para no reírse cuando un sonoro y constante ronroneo se empezó a escuchar.